El inicio de la ronda española

Nairo Quintana y las eternas dudas del ciclismo

El ciclista colombiano, ganador de Vuelta y Giro, tomó un fármaco no permitido en competición durante la ronda francesa.

Aunque no se considera dopaje, pierde la sexta plaza conseguida en el Tour.

Nairo Quintana

Nairo Quintana / ARKÉA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La tormenta azota Utrecht. Entrar en los Países Bajos, cuando se llega con mentalidad de manga corta y bermudas, es como la escena de 'Ocho apellidos vascos', con el actor Dani Rovira cruzando un túnel hacia territorio de Euskadi. El verano parece haber acabado. No cesa de llover. Pero no es solo agua sino las eternas dudas que siempre envuelven a este deporte, la vieja escuela, que parece querer resistir ante la llegada de jóvenes talentos crecidos en otros ambientes lejos de las trampas del pasado.

A Utrecht, donde nacerá el viernes la Vuelta, llegó Nairo Quintana de los primeros. El lunes ya aterrizó en Holanda y fue, precisamente, el primero de todos los ciclistas que convocó a la prensa, el martes por la tarde, cuando estaban conduciendo los que iban en coche o preparaban la maleta los que el miércoles volaron desde España. El ciclista colombiano habló de la renovación con el Arkéa, el equipo francés donde encontró estabilidad después de abandonar el Movistar con demasiada competencia entre líderes españoles, buenas caras al exterior pero tensiones puertas adentro. Y festejó lo feliz que estaba después de haber terminado el Tour en sexta posición, en la carrera donde había hecho dos veces segundo y una tercero, pero que a los 32 años, y con mucha más madurez que otros corredores, ya parecía destinado a olvidarse de la general y centrarse en ganar etapas si sonaba la flauta de la victoria.

La polémica

Pues de sexta posición, nada de nada, porque este miércoles, mientras todos los corredores se dirigían a las oficinas móviles de la Vuelta en Utrecht, el mismo lugar donde el Tour estableció su base en 2015, cuando la ronda francesa también vio la vida en esta ciudad, se conoció la peor noticia, la que provocó la tormenta. Quintana había sido eliminado del Tour y sus resultados, así como premios y puntos conseguidos, quedaban borrados después de que apareciese un analgésico denominado Tramadol en dos muestras de sangre tomadas en los controles antidopaje de la ronda francesa.

No puede hablarse de positivo, porque el Tramadol no está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje y porque en cualquier otro deporte que no sea el ciclismo se puede tomar libremente. Sin embargo, las barbaridades del pasado han obligado a la Unión Ciclista Internacional (UCI) a ser más cauta que cualquier otra federación y ha prohibido medicamentos o métodos que en otras especialidades están perfectamente tolerados.

Infiltraciones prohibidas

Por ejemplo, ningún corredor que a partir del viernes participe en la Vuelta podrá realizarse una infiltración, ya sea en un hombro, una rodilla o un pie. En otros deportes se pueden ganar campeonatos y hasta convertirse en un héroe por aguantar el sufrimiento a base de pinchazos. Aquí, no. Aquí te vas a la calle. Y lo mismo ocurre con el Tramadol, un analgésico opidoide, que alivia el dolor; es decir, un ibuprofeno a lo bestia. Y en un Tour duelen las piernas y los ciclistas buscan calmantes debajo de las piedras. 

Desde el 1 de marzo de 2019 el Tramadol está prohibido en competición y su uso acarrea la eliminación en la carrera donde se utilizó, que es lo que ahora le ha ocurrido a Quintana. ¿Por qué se prohibió? Pues sencillamente porque los especialistas médicos de la UCI se alarmaron estos últimos años por el uso desmesurado del fármaco entre los corredores. 

Las muestras, recogidas en los controles antidopaje, indicaban que bastantes ciclistas hacían uso de este medicamento y la federación se mosqueó. ¿Y si se utiliza por algo más que para combatir el dolor? Por si acaso lo prohibieron; una circunstancia que debían conocer tanto Quintana como el Arkéa. "El equipo ha tenido conocimiento de la notificación de la UCI a Nairo Quintana con la presencia de Tramadol en dos muestras del Tour. El reglamento indica que no se puede usar en competición por razones médicas. Pero no implica la suspensión del corredor. El Arkéa no hará ningún otro comentario", indicó el conjunto francés. Borrón y cuenta nueva, como si perder la sexta plaza del Tour fuera algo de lo más corriente.

Ganador en 2016

El Arkéa será el viernes el quinto equipo que tomará la salida en la contrarreloj inaugural de la Vuelta con la única intención de procurar que Nairo no entregue demasiados segundos en el primer suspiro de la prueba que ganó en 2016, dos años después de conseguir el Giro; ambos triunfos con el uniforme del Movistar. Lamentablemente siempre quedará la duda aunque el agua que cae en Utrecht sirva en parte para limpiar los viejos hábitos de este deporte. 

Suscríbete para seguir leyendo