La ronda francesa

Pogacar advierte que hay duelo, que hay Tour

El ciclista esloveno advierte de que será un Tour para recordar en su duelo con Jonas Vingegaard.

Pogacar amarillo

Pogacar amarillo / LE TOUR

Sergi López-Egea

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Joseba Elgezabal es el masajista de Tadej Pogacar. Es él quien tenía una misión que cumplir cada día. Al líder derribado del Tour no le gustaba cambiar cada día de jersey amarillo, ni de 'coulote', ni de calcetines. Y eso que tiene los que quiera. Tampoco le agrada que estas prendas se metan en la lavadora. Por eso, Joseba le lavaba cada día el amarillo y el resto de ropa. Era algo que para 'Poggi' se convertía en talismán... hasta que llegó la maldita 'pájara' en el Granon.

Lejos de rendirse, y después de dar la enhorabuena a Jonas Vingegaard, justo cuando este acababa de colgar el teléfono tras hablar con su novia, "la persona más importante de mi vida", comenzó a ver un horizonte en este Tour. Lejos de rendirse, de arrojar la toalla y darle a Joseba la orden de que no va a lavar ninguna prenda más en amarillo, Pogacar lanzó la advertencia de que esta ronda francesa sigue muy viva y anunció un «Tour para recordar» de los AlpesaParís. 

Si solo fue una 'pájara', una falta de fuerzas en el momento clave de la etapa, evidentemente el Tour sigue abierto aunque ahora cueste digerir dónde podrá contrarrestar los 2.51 minutos de ventaja que su rival danés le saca en la clasificación general. "Me quedé sin fuerzas porque él iba muy fuerte pero va a haber duelo en el Tour", advirtió el ciclista esloveno.

"Un sueño hecho realidad"

Tiene, sobre todo, el problema de que al margen de Vingegaard se debe enfrentar a un Jumbo descomunal; Primoz Roglic y Wout van Aert a la cabeza. Él, en cambio, sufre el contratiempo de que ha perdido a dos cicistas por contagio de covid.

"Ha sido un sueño hecho realidad. Por la mañana mi ambición era ganar la etapa y conseguir el 'maillot' amarillo. Realmente hacerlo ha sido increíble". En la otra cara de la moneda estaba el nuevo líder, un sonriente Vingegaard