La contracrónica del Tour: la manifestación ecologista que paralizó la carrera

Hay momentos en que el Tour se convierte en un auténtico caos. Sucede sobre todo al principio de las etapas en las que todos buscan la escapada, incluso Primoz Roglic. Tal es el follón que a veces ni el líder se entera de lo que está pasando.Es lo que le sucedió a Tadej Pogacar. "Oye, que va en fuga Roglic". Se lo dijo Peter Sagan al jersey amarillo, que de inmediato reaccionó con su equipo y puso la situación en orden.

En orden circulaba el Tour unos cuantos kilómetros después de esta escena cuando sucedió lo inesperado. Un grupo ecologista se encadenó en mitad de la carretera y a Francesca Mannori, la primera mujer que preside el Jurado del Tour, la persona que más manda una vez la etapa se ha puesto en marcha, y mucho más que Christian Prudhomme, director del Tour, ordenó que se detuviera la carrera. Primero los fugados y luego el pelotón. Durante 12 minutos estuvo interrumpida la prueba.

Pero, de lo que estaba pasando, de los gendarmes que retiraban a los manifestantes de la carretera, nada se vio en televisión. Solo las bellas imágenes de los Alpes que captaba el helicóptero de la televisión francesa.

La protesta tuvo un carácter ecologista. La protagonizó el colectivo Dernière Rénovation, que realiza actos llamativos contra la destrucción del planeta. Este martes, en concreto, quisieron mostrar la repulsa por la construcción de una fábrica de residuos cerca del Mont Blanc, en unos Alpes, que pese a los verdes bosques que se ven en verano y la nieve que cae en invierno, no están tan limpios como uno se puede imaginar cuando pasa unos días por estos parajes a la estela del Tour.

El grupo trata de darse visibilidad, aunque este martes ni se les viera por la tele, a través de los principales eventos deportivos que se organizan en Francia. Ya protagonizaron una protesta a las puertas de Roland Garros, el mes pasado, ya que les fue totalmente imposible acceder al recinto de los sueños de Rafael Nadal.

La televisión francesa trata de evitar que los espectadores repartidos por todo el mundo se lleven una imagen distinta de Francia que enturbie la belleza de los 'chateaux', catedrales y pueblos de ensueño que muestra el helicóptero en los momentos de calma chicha en el pelotón.

Cambio rápido de cámara

Ya sucedió hace unos años cuando unos graciosos se dedicaron a pintar penes enormes en la ruta de la etapa. Y lo mismo ocurre este 2022 ya que no se quiere que se vean imágenes de personas desnudas corriendo junto a los ciclistas, en otra moda extraña que se está implantando en estas últimas ediciones de la Grande Boucle. Enseguida se cambia de plano. 

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