Brasas femeninas

Las mujeres toman las parrillas: "Llevamos el fuego en el adn"

Las españolas Cristina Pérez y Xandra Luque, la argentina Mecha Ferraro, la mexicana Paloma Ortiz, la italiana Alessandra Cingolani y la inglesa Genevieve Taylor han formado parte de la alineación de estrellas del festival Meat & Fire

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Las parrilleras Cristina Pérez, Paloma Ortiz, Alessandra Cingolani, Xandra Luque y Mecha Ferraro, el viernes en el festival Meat & Fire.

Las parrilleras Cristina Pérez, Paloma Ortiz, Alessandra Cingolani, Xandra Luque y Mecha Ferraro, el viernes en el festival Meat & Fire. / Ferran Imedio

Ferran Imedio

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El festival Meat & Fire que se ha celebrado este fin de semana en el Moll de la Fusta se ha convertido en una ocasión única para conocer a muchos de los mejores profesionales de la parrilla llegados de todo el planeta. La segunda edición de esta cita ha reunido a 40 de los mejores chefs del mundo en el arte del fuego, que han ofrecido a los visitantes una amplia variedad de cortes de carne, platos a la brasa, productos ahumados... También han protagonizado actividades y ponencias en las que han enseñado nuevas técnicas culinarias y han descubierto los secretos de la parrilla.

Entre los 'cracks' que han acudido al encuentro, han destacado los argentinos Pablo Rivero (Don Julio, mejor restaurante en el listado 101 Best Steak Restaurant 2024 y número 10 en la flamante lista de The World's 50 Best Restaurants 2024), Javier Brichetto (Piantao), el japonés Hideki Matsuhisa (Ikoya Izakaya), los españoles Mikel Viñaspre (Sagardi), Rafa Zafra (Rural) y Manu Yebras (Chicken and Fish)... Y una pléyade de mujeres que se han ganado un merecido espacio en un ámbito como este, tan masculinizado hasta no hace mucho.

Son la argentina Mecha Ferraro (Franca, en Buenos Aires), las españolas Cristina Pérez (Pork... boig per tu!, en Barcelona) y Xandra Luque (Lima & Cayena, en Madrid), la mexicana instalada en Barcelona Paloma Ortiz (ahora en la cocina de Vraba) y la italiana Alessandra Cingolani (Dupont Meat House, en Monterotondo, cerca de Roma) y la londinense Genevieve Taylor (Genevieve Eats).

Las parrilleras Xandra Luque, Alessandra Cingolani, Mecha Ferraro, Paloma Ortiz y Cristina Pérez, este viernes en el festival Meat & Fire.

Las parrilleras Xandra Luque, Alessandra Cingolani, Mecha Ferraro, Paloma Ortiz y Cristina Pérez, este viernes en el festival Meat & Fire. / Alba Calabuig

"Te acaba atrapando"

"El fuego es vida", proclaman al unísono, salvo Taylor, que llegará más tarde, en un encuentro con este diario antes de ponerse a sudar para preparar sus creaciones. "No te das cuenta y te acaba atrapando. Creo que es porque lo tenemos en el adn, porque antes que el gas ya existía el fuego. Lo llevamos dentro", explica Pérez, convencida de que la igualdad profesional ha llegado a las cocinas para quedarse. La razón es que ahora pueden "conciliar" familia y profesión, "y a las empresas les da igual si te llamas Cristina o Christian" a la hora de pedir una baja laboral cuando tienes un bebé, ya que ahora la pueden hacer los hombres.

El mundo de las brasas, por tanto, también se han beneficiado de este cambio social y laboral. "A las parrillas siempre se las ha asociado a un esfuerzo físico que se ha demostrado que podemos realizar. Podemos coger un lomo y cargarlo al hombro, o un saco de carbón y darle caña a las brasas", apunta Luque. "Y si hiciera falta, lo llevamos en un carrito", remata Ortiz, enamorada del "ritual" de cada jornada: encender el fuego, buscar la temperatura ideal, trabajar cada alimento...

"Más perfeccionismo" y "más sensibilidad"

Más allá de que reivindican su trabajo en igualdad de condiciones respecto a los hombres, presumen de darle un toque propio, femenino, a su trabajo. "Más control, más perfeccionismo", dice Cingolani. "Más orden", señala Luque. "Mucha más sensibilidad, más tacto y más madurez", asegura Ferraro, que igual que sus colegas sostiene que no hay ningún apartado en una cocina que tenga género, "por mucho que se dijera que la pastelería era cosa de chicas". También defiende, como todas ellas, equipos mixtos en los restaurantes. "Nos necesitamos unos a otras, nos complementamos porque todos y todas aportamos nuestro toque", justifica.

Vaticina Vaticina Pérez que "en 10 años, afortunadamente, habrá la misma cantidad de hombres que de mujeres frente a una parrilla". La convicción con la que lo afirma y la manera como asienten sus colegas al escucharla no deja lugar a dudas: las parrilleras dejarán de ser noticia por conformar una esperanzadora minoría de mujeres y lo serán por sus logros gastronómicos, cosa que ya está sucediendo, como se ha podido comprobar en cada bocado que han preparado en Meat & Fire.

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