Un éxito de campeonato

Las milanesas que marcan más goles que Luis Suárez

Chalito, que cuenta en su equipo con el exjugador del Barça, se ha convertido en la cadena campeona de uno de los platos nacionales de Argentina y Uruguay

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Los creadores de Chalito: Asier de Echarri, Leonardo Bonaduce, Juan Manuel Lema y Mariano Bonaduce.

Los creadores de Chalito: Asier de Echarri, Leonardo Bonaduce, Juan Manuel Lema y Mariano Bonaduce. / El Periódico

Ferran Imedio

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Un partido de rugbi, una charla entre amigos del estilo "molaría montar un chiringuito playero que sirviera milanesas", mucho talento y muchas ganas de hacer realidad una idea: la de convertir este plato nacional argentino y uruguayo en un nicho de mercado gastronómico como pueden ser las 'burgers' o las pizzas. Así nació Chalito. Así de fácil... aparentemente.

En toda historia de éxito siempre aparece la suerte como elemento indispensable. Podría considerarse fortuna que apareciera en escena Luis Suárez, y que eso acelerara el crecimiento exponencial de Chalito, pero todo el mundo coincide en que sus cuatro fundadores, Asier de Echarri, Juan Manuel Lema y los hermanos Leo y Mariano Bonaduce, habrían llegado al mismo lugar, es decir, la cima, pero más tarde.

El mayor obrador de milanesas de España

Estos cuatro amigos inseparables son un catalán (De Echarri), un uruguayo (Lema) y dos argentinos (los hermanos Bonaduce). Jugaban al rugbi en el equipo de Castelldefels, la población donde residen, y en uno de esos encuentros pospartido tomando cervezas idearon el negocio que, tiempo después, les va iba llevar a abrir locales en Madrid tras conquistar Barcelona, forzar a Glovo a abrir la sección 'Milanesas' en su 'app', estrenar el mayor obrador de milanesas de España (700 metros cuadrados en un nave en Gavà) y fichar a Gonzalo Durruti, exdirector de desarrollo de McDonalds que antes había trabajado en Inditex. En apenas ocho años, han pasado de ser cuatro amigos (más Suárez) a más de 200 trabajadores.

Los Bonaduce trabajaban en Chalo, el restaurante de sus padres en Castelldefels. Lema, estudiante de Telecomunicaciones que obtuvo una beca para un doctorado sobre aviones no tripulados, y De Echarri, formado en Publicidad y Marketing, habían abierto en verano un chiringuito playero donde despachaban helados y refrescos para sacarse un sobresueldo. Y a los cuatro se les ocurrió mezclar ambos conceptos: las milanesas, empanadas y 'burgers' de Chalo servidos en un establecimiento sobre la arena de la playa. Y abrieron en 2016 el primer Chalito, el Chiringuito Chalito. Lo petaron.

"Nunca verás una camiseta de Luis Suárez en nuestros locales"

Para entonces, el exjugador del Barça, que era cliente de Chalo, ya se había unido a la aventura empresarial, pero desde el minuto 1 quiso quedarse en segundo plano, de 'suplente', confiando en el trabajo de estos jóvenes empresarios y aportando músculo financiero si se le requería. Cosa que ha ido sucediendo dada la expansión que está viviendo la marca.

Pero los chicos de Chalito no quieren hablar mucho de él. "Apostó por algo que le gustaba y ha salido bien. Pero la clave del éxito no es él, sino que somos restauradores que hacemos comida que gusta. La gente viene porque disfruta con nuestras milanesas. La fuerza de nuestro proyecto está en la preparación de las milanesas, en cómo las emplatamos, en que sean más buenas que las que puedas comer en casa, en el desarrollo de la marca, en la gestión, en la decoración del local... El éxito es que, en tiempos de saturación de conceptos como 'burgers', pizzas, empanadas, japoneses, italianos..., enarbolamos una bandera nueva que le gusta a todo el mundo, de niños a adultos", explica Lema, que subraya que "nunca verás una camiseta de Luis Suárez en nuestros locales".

El 75% de las milanesas de Glovo

Tras el éxito de aquel primer Chalito y convencidos de que su propuesta estaba predestinada al éxito, se atrevieron a saltar a Barcelona. Y no a cualquier sitio. A la Rambla, al lado de la plaza de Catalunya. A un local enorme. Era junio de 2017. Mientras estaban de obras tuvieron que servir como refugio de los viandantes durante el infausto atentado del 17 de agosto. Tampoco se libraron de los disturbios por el 'procés', y su terraza ardió. Pese a todo, lograron un nuevo 'boom' nada más abrir.

Un 'boom' que no pudo evitar ni la pandemia porque inauguraron un local en la Vía Augusta solo para servir comida para llevar o a domicilio. Otro acierto, ya que el 'delivery' se convirtió en una pata importantedel negocio. Hasta el punto que el 75% de las milanesas que actualmente se venden en Glovo llevan la firma de Chalito.

Próximo local, en la rambla del Poblenou

Para el siguiente partido escogieron el centro comercial La Maquinista a pesar de la reticencias iniciales del operador de los anfitriones ante un concepto que, por aquel entonces, era poco conocido. Otro golazo por la escuadra: hoy en día es el segundo local que más factura por metro cuadrado. Por eso les resultó sencillo vencer en Madrid; casi ni se bajaron del autobús porque los centros comerciales de la capital, sabedores de su fórmula ganadora, se los rifaban. En breve abren en cuatro: en Xanadú (Arroyomolinos), Nassica (Getafe), Heron City (Las Rozas) y Alegra (San Sebastián de los Reyes). También buscan sitio en la Gran Vía, dos locales más en la ciudad y otros dos para 'delivery' y 'take away'.

Entre tanto, han abierto en el mercado de Collblanc, junto al Camp Nou (un espacio de comida a domicilio y para llevar), arrancaron un 'food truck' que se pasea por los festivales de música y en unas semanas estarán con otro restaurante en la rambla del Poblenou. El gigantesco obrador de Gavà, donde también elaboran masas de pizzas, empanadas y postres, les permite ser ambiciosos porque, además de una gran producción, pueden estandarizar la calidad de las milanesas, que llegan a los establecimientos ya preparadas para que se frían, se añadan los 'toppings', se horneen y se sirvan menos de 10 minutos después de que el cliente las haya pedido.

Y a todo esto, ¿Luis Suárez, qué? Pues sigue en el Inter Miami, marcando goles. Pero bastantes menos que las milanesas de Chalito.