De copas

Nos vemos en los bares (de vinos): estos son los mejores ‘wine bars’ de Madrid

Referencias poco comunes, buena gastronomía y ambiente moderno: estas son sus cartas para triunfar

¿Por qué Barcelona es la capital del vino natural?

Visite nuestro ('wine') bar: 10 locales para disfrutar

La Caníbal, 'wine bar' de referencia en Madrid.

La Caníbal, 'wine bar' de referencia en Madrid. / La Caníbal

Javier Sánchez

Javier Sánchez

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“El vino tinto y el vino blanco, con su colorido fuerte y bello, esmalta de pedrería esa especie de trono oriental que es en definitiva el mostrador de una taberna”. Este extracto del libro ‘Historia de una taberna’ de Antonio Díaz-Cañabate bien podría servir de retrato robot del que era, hasta no hace muchos años, el bar medio en Madrid: tinto y blanco en la oferta. Y ya.

La aparición de la figura del ‘wine bar’, ese local en el que se puede probar una panoplia de vinos, donde caben distintas denominaciones de origen, estilos diferentes e incluso referencias internacionales, es relativamente reciente. Pero ha hecho fortuna y hoy podemos contar en Madrid más de una veintena de establecimientos en los que probar muchas botellas por copas maridando con una carta de comida que, en estos locales, resulta más que necesaria para que el cuerpo aguante. 

Dejando de lado las polémicas sobre hasta cuánto estamos dispuestos a pagar por una copa (y cuánto líquido debe echar el camarero en ella), aquí va una selección de 'wine bars' que no decepcionan.

Coalla Gourmet

¿Es una tienda? ¿Es un local de tapas? ¿Es un bar de vinos? ¡No! Es todo eso a la vez. La fórmula de este local (Serrano, 203), importada de Asturias, ha sido todo un éxito. Uno puede seleccionar una botella de sus centenares de referencias y abrirla 'in situ' a precio de tienda -solo se cobra descorche en las de menos de 18 euros-. O también tomar copas de su selección, que cambia a menudo y huye de las denominaciones de origen más manidas. Para acompañar, tablas de queso, conservas de autor o chacinas de órdago. Para quedarse a vivir.

La Fisna

Ocupa el local de una taberna que fue histórica en Lavapiés, Donato (en la calle de Amparo, 91), y eso explica la autenticidad que aquí se respira. Delia Baeza (reciente subcampeona de cata por parejas de España junto a su marido, David Villalón, cabeza visible de otro templo madrileño, Angelita) es el 'alma mater' de este espacio que nació en 2008 como tienda de vinos. Más de medio centenar de etiquetas por copas se despachan aquí, con un abanico que abarca desde Jerez a Borgoña, pasando por Bierzo o los espumosos de la DO Cava. Para comer, ricas albóndigas, buen 'steak tartar' e imprescindible tarta de queso

Glop

Uno de los últimos en llegar es este bar de vinos emplazado en Arapiles (Fernando el Católico, 6), un distrito cada vez más de moda. Pequeño y acogedor, sorprende por la inquietud de sus referencias, donde caben desde vinos naranjas, espumosos ancestrales o palos cortados jerezanos. Apunta a un perfil de cliente conocedor, aunque es fácil que cualquiera se deje seducir por lo acogedor del local y una carta de comidas sin demasiadas pretensiones pero efectiva: marineras, gildas y tiramisú de postre


Gota

De los creadores de una de las panaderías de referencia en la capital, Acid Bakehouse, llega un ‘wine bar’ (Prim, 5) moderno y melómano -esos vinilos poniendo la banda sonora-. Ponen el foco en los vinos naturales, que son la piedra angular del proyecto. Absténganse los que quieran lo de siempre en la copa, esta es zona de levaduras salvajes e intervenciones mínimas. Imposible anticipar las referencias que uno se va a topar, aunque la sorpresa está asegurada. Buena cocina, con platos de pasta, ostras aliñadas y terrinas de paté. Ambiente ‘cool’.


La Caníbal

Volvemos a Lavapiés (Argumosa, 28) con otro ‘wine bar’ que desborda personalidad y que va más allá del mundo del vino con una selección de cervezas abrumadora, incluyendo algunas elaboradas en su propia fábrica. La carta de vinos por copas es apabullante, con botellas nacionales pero también francesas, portuguesas o italianas. Para picar, escabeches, muchos platos de verduras -con espárragos de Navarra, tirabeques o alcachofas- y también guiños gallegos con el pulpo 'a feira' o castizos como los soldaditos de Pavía. Imposible aburrirse. 


Bendito Vinos y Vinilos

En el a veces demasiado ruidoso Mercado de San Fernando (Embajadores, 41) se oculta un local de vinos mínimo pero con mucha actitud. Es un proyecto personal de José Ángel González, que ejerce de cicerone para todos aquellos que quieran adentrarse en un mundo, el de los vinos naturales de aquí y de allá, de etiquetas llamativas y aromas y sabores sin domar. Para picar, propone tablas de quesos y embutidos que disfrutar desde el placer y sin esnobismo alguno: más con los sentidos que con la cabeza.


De Vinos

Podría decirse que antes de que los ‘wine bars’ llegaran, este local entre Malasaña y Conde Duque (La Palma, 76) ya estaba aquí. Yolanda Morán abrió este local en 2013 en lo que fue una antigua lechería, de la que mantuvo su baldosa hidráulica y su barra de mármol. Y podemos decir, sin temor a equivocarnos, que muchos ‘wine lovers’ de la actualidad probaron aquí sus primeros vinos de uva bobal o treixadura. Hoy en día, continúa siendo un bar de vinos para todos los públicos en el que se encuentran denominaciones de origen más raras junto a las más comunes. Y en el que, por poder, puede uno darse un homenaje abriendo champanes para disfrutar en buena compañía.