La televisión que alimenta

‘The Bear’ e ‘Ingredientes para la vida’: así se cocinaron las series ‘gastro’ del verano

Hablamos con los asesores gastronómicos de la premiada producción de Disney+ y con el productor de la nueva serie de Apple TV+ sobre cómo se grabaron

Un Pingus de más de 3.000 euros, 'actor secundario' en la serie 'Succession'

La serie sobre la cocinera Julia Child llega a HBO: así se prepara su legendario 'boeuf bourguignon'

'Ingredientes para la vida' y 'The Bear', dos series suculentas.

'Ingredientes para la vida' y 'The Bear', dos series suculentas. / El Periódico

Javier Sánchez

Javier Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De las 23 nominaciones con las que ‘The Bear’, la frenética serie sobre el mundo de los cocineros y de los restaurantes que se ve en Disney+ en España, llegará a la próxima gala de los premios Emmy, una bien podría ser para los chefs al frente del restaurante Kasama (Chicago, Estados Unidos), Tim Flores y Genie Kwon. "Ayudamos a crear los conceptos culinarios de la serie y también a preparar todo lo necesario para mostrar la gastronomía en la pantalla”.

Flores y Kwon actúan desde la primera temporada (la serie va por la tercera, que se estrena este 14 de agosto) como asesores gastronómicos de una producción que tiene ciertos nexos comunes con las de su propia historia. Kasama, que ahora luce una estrella Michelin, comenzó como un local en el que se servían desayunos. El ficticio restaurante de ‘The Bear’ también experimenta una evolución a lo largo de los capítulos

Trabajamos durante una semana entera para ayudar a producir y ejecutar los platos para la serie. Tenemos un gran equipo en Kasama y algunos de nuestros cocineros también nos ayudan en el 'set de rodaje', algo que les divierte mucho”, explican. Previamente, el elenco de la serie había estado practicando en grandes casas: “Hemos visto fotos de los actores y actrices con chefs potentes como René Redzepi en Noma 2.0 (Copenhague) o Thomas Keller de The French Laundry (Yountville, California), así que estaba claro que ya habían tenido contacto con la alta cocina”.

El ritmo de trabajo acelerado y estresante que transmite ‘The Bear’ no se dejó sentir en ningún momento en el rodaje de la serie: “Grabábamos durante un momento. Parábamos. Seguíamos. Este es el proceso habitual de rodaje. En ese momento, nos toca limpiar y reemplazar los platos para que se sigan viendo perfectos en la siguiente toma”, comentan los artífices de Kasama.

Tim Flores y Genie Kwon, del restaurante Kasama.

Tim Flores y Genie Kwon, del restaurante Kasama. / Kasama

Flores y Kwon sugirieron también a los miembros del reparto que hicieran algunas de las acciones que son habituales en la cocina y que podían quedar bien en pantalla como “usar las pinzas o sacar bandejas del horno. Son pequeños movimientos que demuestran que los actores se encuentran cómodos en una cocina”. Además de eso, cada uno de los intérpretes llevaba a cabo pequeños gestos que había aprendido. Al protagonista de la serie, Jeremy Allen White, le gustaba “tocar el filo del cuchillo para comprobar si estaba afilado”, tal y como revelan los propietarios de Kasama.

Además de todo este trabajo entre bambalinas, los platos de ‘The Bear’, buque insignia de la serie, son obra de los Kasama. ¿Hay alguno del que se sientan más orgullosos? “Nos encanta el emplatado del plato de los siete peces que se ve en la segunda temporada. Es muy moderno a la vez que muestra un plato que tiene un papel importante en la trama”, afirman. Sobre las similitudes y diferencias de la cocina que sale en pantalla y una real, explican que “todo lo que viene con la jerarquía en el restaurante y con autoafirmarse como chef es así”. Sobre todo el estrés, tensión y mal rollo que a veces se respira en la serie, señalan que “aunque hay algo de esa cultura tóxica, en las cocinas modernas esto está cambiando”. Y quizá también suceda en ‘The Bear’ (habrá que esperar a las próximas temporadas).

Los ingredientes de la vida de René Redzepi

Frente a la ficción gastronómica, la realidad. Ya se puede ver en Apple TV+ la docuserie 'Ingredientes para la vida' ('Omnivore'), creada por René Redzepi, el chef de Noma 2.0 (Copenhague), y producida por Matt Goulding, quien durante muchos años trabajó con el desaparecido Anthony Bourdain. “Esta serie solo se podría haber hecho con René, que es un tipo que no tiene todas las respuestas pero que tiene la voluntad de descubrirlas”, comenta Goulding en una videollamada desde Los Ángeles. 

La primera temporada gira en torno a ocho ingredientes, con cada uno de ellos protagonizando uno de los capítulos. La primera entrega versa sobre el chile y le siguen episodios sobre el cerdo -dirigido por Isabel Coixet en La Alberca (Salamanca)-, el atún, la sal o el maíz. “Nos gustaba la idea de empezar con el chile porque el hombre es el único animal que busca el picante por esa sensación de energía, de sorpresa y, por qué no decirlo, de dolor. La serie busca el equilibrio entre los ingredientes básicos, como el arroz, y aquellos que, no siendo vitales, hacen que nuestra existencia sea más especial, como el café”.

Los que busquen a Redzepi pueden quedarse decepcionados. El chef de Noma 2.0 huye del divismo y del acaparamiento de tiempo en pantalla. Está, pero solo a través de su voz en ‘off’, salvo en momentos muy determinados en los que tiene sentido que salga en el plano. Fue una decisión del cocinero, que busca así que la serie se centre en la comida como bisagra, puente o encaje entre el mundo natural y los humanos. “Creo que la comida es lo más importante de la vida. Hay muchos temas relacionados, como la salud humana, la salud del planeta, su vinculación con la fuerza laboral. Esta producción permite valorar la comida a todos los niveles, explicando desde el origen hasta los distintos modos de consumo”, comenta Goulding.

Un cocinero prepara atún para 'sushi'.

Un cocinero prepara atún para 'sushi'. / Apple TV+

El nivel de producción de la serie es abrumador. “Hemos pasado cuatro años grabando en 16 países de los cinco continentes”, cuenta Goulding. En el episodio dedicado al atún se viaja de Andalucía a Japón. La perspectiva temática también recorre kilómetros: en el caso del capítulo del café se cuenta cómo se produce en el terreno y también se fija la atención en las catas de producto. “Casi siempre se muestra la parte final del viaje que hace cada alimento, pero cada uno forma parte de una cadena humana absolutamente extraordinaria. Hay 25 millones de personas que viven del café y cada grano pasa por 40 personas antes de llegar al consumidor final. Son datos que desconocemos y que son esenciales para tomar conciencia de lo que cuestan las cosas y no poner el grito en el cielo cuando se produzca una subida de precio”.

La producción de la serie ha sido laboriosa, marcada por el covid y el poscovid, pero también por los avatares geopolíticos. “Íbamos a grabar en Etiopía para arrancar el capítulo del café y 24 horas antes nos denegaron el visado porque estalló una guerra civil. Son situaciones ante las que no tienes otra opción que cambiar el rumbo y empezar de nuevo, en otro lado”. 

Con la primera temporada recién estrenada parece prematuro pensar en más, pero Goulding lo tiene claro. “Mira, si entras en la Boqueria -reside en Barcelona- y miras a tu alrededor, verás miles de posibles historias. René y yo tenemos apuntadas 200 ideas para seguir trabajando”. De momento, toca disfrutar la primera tanda de este festín audiovisual.