Fue el fundador del restaurante Drolma

Muere Fermí Puig, el cocinero que amaba el Barça

Fue uno de los grandes cocineros de Barcelona y el penúltimo de un tiempo de oro de la gastronomía local

Fermí Puig anuncia el cierre de su restaurante

Restaurante Fermí Puig: perejil para Sant Pancraç

Fermí Puig, en el antiguo Drolma.

Fermí Puig, en el antiguo Drolma. / Andrea Bosch

Pau Arenós

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Ha fallecido Fermí Puig (Granollers, 1959-Barcelona, 2024), uno de los grandes cocineros de Barcelona y el penúltimo de un tiempo de oro de la gastronomía local, como consecuencia de una grave enfermedad. En el número 175 de la calle de Balmes se encuentra el restaurante homónimo, abierto en el 2013.

Su socio, Alfred Romagosa, ya anunció en abril que Fermí se jubilaba y que por ello el establecimiento cerraba en julio, dedicando los últimos tiempos a un menú ‘revival’ ("la traca final, salut i gràcies!") con algunos de los grandes éxitos del chef: el 'brick' de gambas, el canelón de 'rostit' con bechamel de trufa, el 'parmentier' de bogavante y el cabrito enfangado.

Fermí había manifestado su voluntad de abandonar por edad, pero lo cierto es que por aquellas fechas ya estaba enfermo y hospitalizado.

Alfred Romagosa y Fermí Puig, en el restaurane en el 2013.

Alfred Romagosa y Fermí Puig, en el restaurane en el 2013. / Lali Puig

Fermí construyó su reputación de cocinero de altos vuelos y de personaje carismático en el restaurante Drolma, también desaparecido y que ocupó la primer planta del Hotel Majestic y que consiguió una estrella en la guía Michelin en el 2002. Platos, entonces, de gran impacto, como aquella pierna de cabrito embarrada en adobo que aprendió cuando fue cocinero en Canarias.

Fermí Puig ha fallecido después de una vida dedicada a la restauración, en la que se inició con Montse Guillén. Pasó también por El Bulli y fue él quien recomendó a Ferran Adrià, con quien había coincidido en la mili.

El parmentier de bogavante de Fermí Puig.

El parmentier de bogavante de Fermí Puig. / Lali Puig

Fundó el restaurante Petit Comitè, que después pasó a manos de Nandu Jubany y que en la actualidad dirige Carles Gaig, en una alternancia de amigos y cuya misión es la defensa de la cocina catalana. Fermí ha sido clave para la buena relación de una relevante generación de cocineros en Catalunya.

En Fermí Puig Restaurante el objetivo ha sido llevar la alta cocina a ras de tierra con el lema “a preu fet”: comer sin el susto final, sabiendo qué se pagaba desde el principio. La idea caló bien entre la clientela, aunque los últimos tiempos han sido difíciles: el covid le dio un buen mordisco a la tesorería.

Fermí Puig, entre Johan Cruyff y Pep Guardiola, en el reservado Les Corts en el 2013.

Fermí Puig, entre Johan Cruyff y Pep Guardiola, en el reservado Les Corts en el 2013. / Jordi Cotrina

Gran aficionado al fútbol, disponía de un reservado llamado Les Corts, que estrenaron Johan Cruyff y Pep Guardiola, con recuerdos como una barandilla original de aquel campo de 1922, fotografías históricas, trofeos y camisetas. Polemista, conversador, amante de las reuniones apasionadas y los guisos con poso, también escribió libros de recetas.

Reserva de la cocina catalana, ha sido posible comer en aquel establecimiento ‘capipota’, lengua a la vinagreta o sepia con albóndigas. Medio en broma, medio en serio Fermí decía que “era un restaurante étnico”, un salvavidas para salir a flote entre tantos tazones de 'ramen' y ‘poke’.