Isabel García, la segunda mejor panadera joven del mundo: 22 años y amasando en su cocina

22 años. Cuando muchos jóvenes de su edad aún están pensando en qué hacer con sus vidas, Isabel García Castillo ya tiene un oficio. Cuando muchos vuelven de fiesta, a las 6 de la mañana, ella ya está levantada, amasando y horneando las recetas que nacen en su cabeza. “Soy una apasionada de los panes y de la bollería artesanal”, asegura sin pestañar esta joven promesa de la gastronomía nacional. ¿Qué le fascina tanto de este producto? “Este oficio me permite hacer magia, juego con materias vivas y entiendo los tiempos como una alquimista de la harina: como una proceso capaz de lograr una transformación grandiosa, del cereal al pan. Lo mismo pasa en el mundo del vino y de la cocina. Transformas, creas, consigues variedad. ¡Es fascinante!”, explica emocionadísima.

Profesional premiada

Pasión, disciplina y mucho trabajo, es lo que ha permitido la ascensión fulgurante y estelar de esta joven riojana, que a su corta edad ya atesora un currículo plagado de éxitos (“no me puedo quejar”, dice): tercer puesto en el campeonato nacional de panadería artesana 2024; miembro de la selección nacional de panadería artesana Espigas y subcampeona mundial en el Campeonato Mundial Jóvenes Panaderos 2024, que se celebró a principios del mes de junio en Reikiavik. Y ya sueña con lograr en un futuro el primer puesto del 'ranking'.

Movida por una pasión feroz, casi obsesiva, García, totalmente autodidacta, asegura que cayó rendida ante el oficio desde muy joven. “No tiene nada que ver con mi familia, porque ellos tienen una empresa de calzado desde hace varias generaciones. Lo que sí me han inculcado es luchar por el negocio, tener una visión emprendedora. Pero en cuanto a pan, no. Llevo desde los 14 años enganchada a este precioso mundo. Empecé en la cocina familiar haciendo una receta con la Thermomix que me salió fatal. Me piqué y seguí probando, leyendo libros, mirando vídeos de Youtube y preguntando en panaderías hasta que lo conseguí. Cada fin de semana, en mis ratos libres, iba haciendo pan. Así descubrí que mi afición, tarde o temprano, se iba a convertir en mi profesión”, relata.

Verdades y mentiras del pan

Integró un máster de excelencia en panadería artesana y bollería de la mano del panadero Yohan Ferrant en la escuela Backing School Barcelona Sabadell, donde acabó primera de su promoción y tuvo el premio al mejor pan nutricional. “Aquí me motivaron a presentarme a los concursos. Estuve trabajando mucho para prepararme. Que me seleccionara el equipo español es como si me seleccionara el Real Madrid para los fans del fútbol. Era un sueño”, relata la panadera.

'Influencer' del pan

Tampoco ha parado de mejorar sus conocimientos y habilidades haciendo prácticas en destacadas panaderías de todo el país. Ya apuntaba maneras, pero, no contenta con tener una profesión bien fija, también pensó más allá y cursó estudios de publicidad y marketing. “Esta parte me parece muy importante a la hora de emprender un negocio. Seguro que me ayudará a tener una visión amplia sobre el mundo empresarial”, concluye. Todo ello le ha ayudado, sin duda, a labrarse una carrera en el obrador y también a convertirse en una figura destacada del sector en las redes sociales. Su perfil @panarte_isabel_garcia ronda los 20.000 seguidores. Allí comparte sus creaciones y vivencias con las manos en la masa. 

En este pan vive mi padre

Pero lo que más claro tiene es cómo quiere llevar su negocio, Panarte, el primer obrador propio que abrirá en otoño en la calle de León Géntico, 9, de Arnedo (La Rioja). “Este es mi sueño hecho realidad. Ha llovido mucho desde que hacía mis panes en casa y los iba vendiendo a familiares y amigos. Ahora tengo ganas de tener obrador. La gente que me encuentro por la calle me pregunta cuándo podrá por fin venir a comprar mi pan”, explica esta celebridad local.

Su objetivo en Panarte es “que la gente disfrute" con su "pasión", "hacer obras de arte comestibles"." Mi idea es crear una panadería donde prime la calidad a través de buenas materias primas y el respeto hacia el producto mediante el uso de procesos de fermentación naturales (masa madre) y harinas de calidad ecológicas o con certificados de calidad, uniendo la tradición con la vanguardia”.

Su obrador, Panarte

También le tocará cumplir el reto que se ha propuesto: “Cambiar la mentalidad para disminuir el consumo de panes industriales en favor de un buen pan artesano, y convencer de que pagando un poco más el consumidor se va a llevar un producto de calidad muy superior y mucho más completo a nivel nutricional”, explica.

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Se ha propuesto volver al pan de antes rescatando antiguas técnicas de fermentación. Explica que su especialidad son los panes de masa madre, pero también ha creado una pieza de 'brioche' en forma de corcho que lleva el logo de La Rioja, el Corcho Rioja, que ha triunfado en los certámenes en los que ha participado y que tiene previsto ofrecer en Panarte.

“Me gusta innovar. Además, este oficio ha cambiado mucho, ya que ahora hay tecnología que permite conseguir una mayor calidad, recetas más variadas y que favorece la conciliación. Antes ser panadera era ir a trabajar a las dos de la madrugada. Ahora, con las cámaras de fermentación puedes programar y llegar más tarde, justo a tiempo para hornear. Te lo puedes montar mejor. Creo que también por eso cada vez hay más jóvenes que se interesan por este sector, aunque le falta todavía formación profesional con fondos públicos para que sea más accesible. Pero hay gente con muchas ganas y recursos que permitirán innovar en el mundo del pan”. Una nueva hornada de profesionales, pues, más que prometedora.