Albert Adrià abre una heladería en La Rambla

Recuerda Albert Adrià que Barcelona tiene muchísimas heladerías "buenísimas" y que en los últimos tres años ha habido una eclosión en este sector. "¡Ostras, es que el nivel es alucinante!", exclama el chef, que las ha visitado casi todas porque la palabra miedo no parece existir en su diccionario y se ha metido en el sector con tanta y tan buena competencia. Lo hace en un rincón del local de Torrons Vicens en La Rambla que se llama Gelato Collection.

La firma de turrones con la que colabora desde hace 10 años pone el espacio y la logística, mientras que uno de los más estrechos colaboradores del cocinero, el pastelero Alfredo Manchado, inyecta su saber hacer (durante la pandemia fue asesor de una empresa muy importante) y él aporta su prestigio, su oficio y su pasión por esta modalidad dulce ("al acabar las comidas no como postres, sino fruta o helado", confiesa).

Estos son los helados más originales que puedes degustar en Barcelona

Gelato Collection ofrece 19 referencias entre helados y sorbetes que irán cambiando en función de los productos que haya en cada estación, aunque cuenta con cuatro pilares fijos: tradicionales (de pistacho verde, de pistacho tostado, de vainilla, de chocolate, de turrón de Agramunt...), de autor (de frambuesas con rosas y lichi, de mango 'thai' verde...), de temporada (de almendra tierna, de cereza, de albaricoque, de kiwi y lima) y con alcohol (de piña colada y de margarita, ambos llevan un 4,5% de alcohol).

Las terrinas, de varios tamaños, cuestan a partir de 3,8 euros y los cucuruchos, con un máximo de dos sabores, salen por 4,8 euros. También sirven cafés, infusiones y agua

Cremosos

El nombre de Gelato Collection tiene un por qué: "'Gelato' porque es italiano y recuerda el saber hacer de los italianos, esa tradición, esas creaciones cremosas, algo que hacemos nosotros porque cada día los mantecamos pasándolos por la máquina, y Collection porque a los helados les ponemos un número para identificarlos, como hacen con las perfumerías con sus perfumes".

¡Al rico helado! Eso sí, que sea original

"Buscamos la excelencia, queremos hacer helados a mi manera, que serían propios de la restauración, pero hemos venido a sumar. De hecho, hemos buscado asesoramiento de gente que sabe más que nosotros porque hacer buenos helados es muy difícil", comenta Adrià, y pone como ejemplo el diferente comportamiento de cada ingrediente respecto al frío debido a sus propiedades: uno tiene grasa, el otro azúcar, otro más lleva alcohol... "No es lo mismo un pistacho que un albaricoque. Vamos aprendiendo y yendo más allá".

Especialización

Recuerda Albert Adrià que hace años vaticinó que el futuro de la gastronomía pasaría por la especialización. El tiempo le está dando la razón. "Abrí la coctelería 41º hace 14 años cuando nadie abría ninguna y ahora Barcelona es la ciudad de las coctelerías. Ha pasado también con los cafés de especialidad, con los 'brunchs', con las 'burgers', con las pizzas... Y ahora está pasando con las heladerías".

Y ahí se ha metido él a pesar de lo complicado que es este proyecto. "No imaginaba lo difícil que es montar una heladería cuando buscas la excelencia. Además, hay que vender muchos helados para que salgan los números", resopla. Pero su pasión por los helados y sus ganas de ayudar a sus colaboradores en nuevos proyectos le han empujado a dar el salto. "Este modelo de negocio no necesita tanta intensidad por mi parte y me permite ayudar a gente como Alfredo, que lleva muchos años a mi lado, a que pueda ganarse la vida con un nuevo proyecto".

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