Estas ideas son erróneas

10 falsos mitos sobre la alimentación en verano

No te creas todo lo que te cuentan. Desmontamos algunas de los creencias más populares

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El gazpacho, un clásico del verano.

El gazpacho, un clásico del verano. / Pxhere

Laia Zieger

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Vamos a por las principales creencias populares en torno a la alimentación de verano. Así, en un plis plas, desmontamos 10 mitos que llevamos años escuchando.

Un cuenco de lentejas con verduras.

Un cuenco de lentejas con verduras. / Archivo

No hay que consumir platos calientes en verano; y es mejor comer crudo

No hay ninguna evidencia científica que indique que no hay que comer caliente en verano. Incluso algunos estudios indican que esta práctica ayuda a rebajar la temperatura corporal. Lo que es cierto es que la temperatura de los alimentos y bebidas afecta a las ganas que tenemos de ingerirlos. Así pues, en verano nos apetecerá más comer algo fresquito, como un gazpacho, por ejemplo, que un plato caliente como un puchero. Otro efecto reconocido es que nos saciaremos antes con un plato caliente, ya que resultará más difícil de ingerir. En cuanto a los alimentos crudos, tampoco son más recomendables en verano que durante el resto del año.

Un helado.

Un helado. / Alberto García Moyano

El helado ayuda a bajar la comida

En este caso, es más bien lo contrario. La mayoría de los helados suponen un aporte de grasas y de azúcares, que tan solo incrementarán la sensación de estar lleno. Así pues, si quieres darte un caprichito, disfrútalo y asume las consecuencias, pero no busques excusas.

Hay que beber tres litros de agua al día

Los expertos en alimentación suelen recomendar una ingesta cotidiana de agua alrededor de 1,5 litros para estar bien hidratados. Algo más, si el cuerpo lo pide, en caso de ejercicio y de altas temperaturas. Pero no es nada sano ingerir por sistema 3-4 litros de agua porque sí, ya que induce a al descenso del sodio en la sangre que es necesario para el buen funcionamiento del cuerpo.

Zumos de verduras y frutas para el calor

Zumos de verduras y frutas para el calor / K15 photos | Unsplash

Los zumos sustituyen a las piezas de fruta

Los nutricionistas aseguran estar cansados de repetir que un zumo no sustituye una pieza de fruta. Menos aún si se trata de zumos industriales que suele estar a tope de azucares añadidos y conservantes. En caso de consumir zumos naturales, si bien son beneficiosos en nutrientes, minerales y vitaminas, no aportan fibra -también muy necesaria para regular el tránsito intestinal- contrariamente a una fruta consumida completa.

Se engorda menos por el calor

En verano se engorda igual que el resto del año, y el peso corporal solo está condicionado por lo que uno come o cuánto se mueve. No hay más secretos.

Unos turistas toman cervezas en la terraza de un local de Lloret de Mar, en agosto pasado.

Unos turistas toman cervezas en la terraza de un local de Lloret de Mar, en agosto pasado. / David Aparicio

La cerveza es hidratante

En verano suele aumentar el consumo de cerveza, ya que esta confiere una sensación refrescante en el momento de beberla. Eso sí, no sirve para refrescarse. Más bien lo contrario. Por lo menos en el caso de la cerveza con alcohol, ya que éste tiene un efecto diurético que conlleva una alta deshidratación.

¿Beber agua adelgaza?

¿Beber agua adelgaza? / gtres

Si bebes más agua, ganarás peso

Hay muchos mitos en general en torno al consumo de agua. Pues que quede claro que el agua no engorda. Nunca. Es cierto que en verano podemos necesitar más agua por las altas temperaturas, pero también la expulsamos más debido a la acción vasoconstrictora del calor y al incremento de la sudoración.

Toma comidas ligeras antes de subirte al avión e hidratate.

Toma comidas ligeras antes de subirte al avión e hidratate. / PEXELS

Hay que comer menos

Seguimos necesitando los mismos aportes nutritivos, tanto minerales, como fibras, proteínas.... Así que podemos seguir comiendo igual. Eso sí, para aportar más hidratación, y que el proceso digestivo sea más fácil (cosa que nos hará sentir más bienestar), es muy recomendable incrementar el consumo de vegetales y de proteínas cocinadas de forma sencilla (plancha, horno, barbacoa, sin salsas…). Es decir, apostar por una alimentación más ligera -que no comer poco o comer menos- con protagonistas más refrescantes y menos contundentes. Si de algo tenemos que prescindir sigue siendo de azúcares y grasas saturadas.

Sandías.

Sandías. / JUAN MEDINA

La sandía y el melón tienen mucho azúcar

En contra de cualquier creencia popular, estas frutas de verano no son especialmente ricas en carbohidratos ni en azúcares. Pero son prácticamente todo agua, por lo que tienen un buen efecto diurético. El melón, por ejemplo, tiene 7 gramos de azúcares y 10 de carbohidratos por cada 100 gramos, y 88,4 de agua; en el caso de la sandía son 6,3  gramos de azúcares y 8 de carbohidratos por cada 100, y 91,9 de agua. Valores similares a los de una manzana, entre otras frutas.

Usuaris a la piscina municipal de Santa Coloma, a Can Zam. | ZOWY VOETEN

Usuaris a la piscina municipal de Santa Coloma, a Can Zam. | ZOWY VOETEN / germán gonzález

Espera dos horas después de comer para evitar un corte de digestión

Seguro que cualquiera ha escuchado alguna vez la frase de que hay que esperar dos horas después de comer antes de bañarse. Pues no. Lo único que puede provocar el temido corte de digestión es un contraste de calor entre, por ejemplo, agua fría y un cuerpo caliente. Pero no tiene que ver con estar recién comido. Aunque puede resultar incómodo nadar con el estómago lleno, saltar a la piscina o al mar menos de dos horas después de una comida no aumenta el riesgo. Sin embargo, dependiendo del tipo de ejercicio físico practicado, un periodo de espera ayudaría a evitar molestias y calambres intestinales.