Estos son los 10 mejores quesos frescos de España: jóvenes, 'inmaduros' y sabrosos

La juventud es un valor en alza en los tiempos que corren… salvo en el mundo de los quesos. Raro es ver un queso fresco en tablas gurmet o en las listas de premios. Se suele hablar de ellos en términos de intrascendencia, quizá porque las versiones industriales viven más cerca de la gelatina que del queso real. Sin embargo, el queso blanco que retiene suero y que no tiene maduración también atesora su interés. Aquí va una selección de frescos que merecen ser probados y que son perfectos para la época veraniega.

Quesos azules catalanes

Queso fresco Tío Resti (Caravaca de la Cruz, Murcia)

No está de más recordar que los quesos frescos también pueden estar amparados bajo denominación de origen protegida (DOP). Este es un ejemplo, cobijado en la DOP Quesos de Murcia y elaborado con leche de cabra murciano-granadina. Con cierta firmeza e intensidad media, sorprende por su sabor a nata y por su textura cremosa. 

El mayor bufet de quesos

Queso fresco Maxorata (Fuerteventura, Islas Canarias)

Otro queso que es toda una sorpresa: en su caso se elabora con leche de cabra majorera, autóctona de las Canarias. El resultado tiene una entidad sorprendente: es compacto y de textura ligeramente granulada. Su olor, a leche fresca, es la antesala de un sabor suave, pero persistente.

Queso fresco Villalón Gamazo (Melgar de Arriba, Valladolid)

Es curioso que muchos de los quesos que se venden como “Villalón” estén hechos a partir de leche de vaca, cuando en origen nacían a partir de leche de oveja. Gamazo lo elabora de la manera tradicional y con la habitual forma cilíndrica que los distingue. Su pasteurización lenta potencia su sabor: perfecto para ser consumido solo o en ensaladas.

Queso fresco Quesos y Besos (Guarromán, Jaén)

Conocida por alzarse con el premio a Mejor Queso del Mundo en 2021 con su Olavidia, esta empresa familiar también le da al fresco. Quesos y Besos recurre a la pasteurización lenta -en este caso de leche de cabra- para intentar que el queso retenga el mayor número de aromas y sabores posibles. Su punto de sal y su textura, densa y flexible, le otorgan un carácter muy especial.

Queso fresco Cebreiro Castelo (Piedrafita do Cebreiro, Lugo)

Los quesos frescos también pueden ser icónicos. El de Cebreiro está amparado por DOP y se caracteriza por su forma de seta debido a que se deja desuerando en un paño con el que se mimetiza. El resultado es un queso que se aleja diametralmente de lo que conocemos como fresco: menos húmedo y más compacto, con grasa y acidez como notas características. 

Queso fresco Camerano Quesos Celia (Arnedo, La Rioja)

La riojana Sierra de Los Cameros cuenta con una larga tradición en la elaboración de quesos. Desde 2012, tiene su propia DOP, que está formada solamente por cuatro queserías de la zona de las que la única que elabora fresco es Quesos Celia, siempre a partir con leche de cabra de ganaderos de la zona. Con una buena densidad, resulta graso y sabroso.

Queso fresco de cabra payoya El Bosqueño (Cádiz)

Elaborado a base de cabra payoya, autóctona de la Sierra de Cádiz, este es un queso fresco elaborado por El Bosqueño que presenta una textura firme, con un punto salino marcado y un sabor intenso. Su densidad hace que sea posible incluso prepararlo a la plancha. Perfecto para los que buscan un fresco con más enjundia.

Queso fresco Tronchón de Granja Rinya (Albal, Valencia)

Aunque el queso Tronchón es originario del pueblo del mismo nombre de Teruel, su elaboración se extendió por toda la zona del Maestrazgo y territorios aledaños. Esto explica que empresas como Granja Rinya hagan su propia versión de esta variedad, con su forma habitual de cráter. Elaborado a partir de leche de cabra y oveja, posee una pasta densa y con agujeros, con poca humedad.

Queso fresco Rebollín (La Espina, Asturias)

La reserva quesera de Europa, Asturias, también tiene frescos entre su amplio (¡amplísimo!) catálogo de variedades. Elaborado con leche de vaca, posee una consistencia muy particular que lo hace casi untable. Con solo añadirle miel y un poco de leche se puede conseguir un postre sencillo (¡y delicioso!).

Brossat Mas El Garet (Tona, Barcelona)

Con el Brossat catalán pasa lo mismo que con el 'mató': que habrá quien diga que no llega a la categoría de queso. ¿importa acaso eso? Se elabora con el suero de la leche, que se lleva casi a ebullición para alcanzar un estado, con un poco de zumo de limón añadido, en el que se le pueda dar forma. Este de Mas El Garet es a base de leche de cabra ecológica y resulta fresco y muy digestivo.