Respeto medioambiental

El Port de Barcelona trabaja en la edición más sostenible de la Copa América

Todos los equipos participantes en la competición han puesto en marcha medidas para reducir el impacto ambiental y el consumo de agua en sus bases

Vista del litoral de Barcelona donde se celebra la Copa América de Vela

Vista del litoral de Barcelona donde se celebra la Copa América de Vela

B. C.

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La 37ª edición de la Copa América de vela, el tercer acontecimiento deportivo global con más repercusión después de los Juegos Olímpicos y el mundial de fútbol, ya está en marcha en Barcelona. Y lo hace, además, con el objetivo de ser la edición más respetuosa con el medio ambiente. El Port de Barcelona toma el papel de anfitrión de una competición que no solo quiere dejar un importante impacto económico en la ciudad, sino también un legado puntero que una, entre otros aspectos, tecnología y sostenibilidad. “La Copa América nos ha ayudado a acelerar la transformación del puerto en tres vectores muy relevantes para el presente y para el futuro: la integración puerto-ciudad, la descarbonización y sostenibilidad ambiental y la innovación”, asegura Lluís Salvadó, presidente del Port de Barcelona.

Una de las premisas del Port de Barcelona para acoger la Copa América de vela fue que todas las actuaciones y el impacto de la operativa de los seis equipos participantes – el Emirates Team New Zealand, el INEOS Britannia, el Alinghi Red Bull Racing, el Luna Rossa Prada Pirelli, el NYYC American Magic y el Orient Express Racing Team – fueran tan sostenibles como fuera posible. De este modo, el puerto ha trabajado en una guía de requisitos que los equipos han tenido que seguir en la construcción de sus bases y el día a día en estas. Y es que cada equipo dispone de una base propia en el territorio del puerto y la mayoría de equipos hace meses que se han instalado.

Compensación de emisiones

Entre estos requisitos constaban, por ejemplo, la obligación de hacer un análisis de la huella de carbono para compensar las emisiones de CO₂ emitidas, la instalación de placas solares en al menos el 20% de la superficie de las cubiertas de las bases o la reutilización de todos los materiales posibles usados en anteriores ediciones de la Copa América.

Vista de la playa de la Barceloneta, uno de los espacios protagonistas de la Copa América de Vela.

Vista de la playa de la Barceloneta, uno de los espacios protagonistas de la Copa América de Vela. / Puerto de Barcelona

Al tratarse de un deporte náutico, y a su vez por la situación de sequía en Catalunya, uno de los requisitos sostenibles más relevantes tiene que ver con la gestión del agua consumida en las bases. El Port de Barcelona ha exigido la instalación de un contador en cada una de ellas para registrar el consumo en tiempo real y también que todos los sistemas de agua que haya en las bases estén equipados con dispositivos de ahorro que garanticen la máxima eficiencia. Además, el puerto remarcó desde el primer momento que los equipos no se podrían conectar a la red pública de agua potable. Por eso mismo, cada uno debía plantear una alternativa sostenible para tener acceso a agua potable no destinada al consumo humano. Es decir, aquella que se utiliza para la limpieza de sus barcos y bases, ya que no es posible usar agua marina para ello por los daños que podría causar en las embarcaciones.

Desalinizadoras en las bases

La mayoría de equipos han instalado una desalinizadora en la misma base, que recoge el agua del mar y extrae la sal a partir de un proceso de ósmosis inversa. Este sistema ha sido la opción presentada por todos los equipos excepto el francés y el neozelandés, y permite una capacidad productiva de entre 2.000 litros diarios en el caso más bajo – el conjunto italiano (Luna Rossa Prada Pirelli) – hasta 12.000 litros diarios en el caso más abundante, el del equipo suizo (Alinghi Red Bull Racing).

El equipo francés (Orient Express Racing Team), cuya base se encuentra al Moll de Ponent, ha instalado un innovador sistema de recogida y uso de aguas pluviales, así como uno de reciclaje y tratamiento de aguas grises y negras, como las que proceden de las duchas o los aires acondicionados. Esta estrategia permite reaprovechar en más de un lavado el agua a la hora de limpiar las embarcaciones, con lo que el equipo prevé reducir un 35% el consumo de agua dulce en su base. Por otro lado, el Emirates Team New Zealand, defensor del título, utiliza agua regenerada en la planta depuradora que Aigües de Barcelona tiene al Prat del Llobregat y que se transporta por carretera hasta la base, en el Moll de Barcelona, donde se almacena en depósitos hasta su uso.

Movilidad sostenible

Durante los días de regata, además, la organización ha puesto en marcha campañas de concienciación para fomentar el uso responsable del agua entre los participantes y el público. Asimismo, con el fin de reducir emisiones asociadas al transporte, el Port de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y la organización han tejido conjuntamente un plan de movilidad que garantice en todo momento estacionamiento en la zona para los vehículos que accedan en el barrio de la Barceloneta en el marco de la competición para evitar colapsos. Del mismo modo, se prevé facilitar los desplazamientos en transporte público o bicicleta, si no se dispone de vehículos privados eléctricos.

Con todas estas medidas, el Port de Barcelona quiere fortalecer el legado medioambiental de la competición, pero también de la actividad marítima y portuaria, ayudante a reforzar la conciencia para la conservación del medio ambiente, así como la regeneración del ecosistema.