La mitad de la tripulación

Los 'cyclors' de la Copa América de vela: del remo, la natación y el crossfit a la bicicleta

¿Qué es el 'power group' de los equipos de la Copa América de vela?

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El 'cyclor' Théry Schir del equipo Alinghi Red Bull Racing.

El 'cyclor' Théry Schir del equipo Alinghi Red Bull Racing. / Ferran Nadeu

Begoña González

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Quizás sea uno de los aspectos más desconocidos del funcionamiento de los poderosos AC75. Del secretismo que envuelve su tecnología y desarrollo se filtran más bien pocos detalles, pero dentro del engranaje de estos ‘superbarcos’ voladores, hay cuatro piezas fundamentales para su funcionamiento que sí conocemos. Ellos son los ‘cyclors’ o ‘power group’ y sin la energía que son capaces de generar con las piernas, las regatas no serían posibles. 

Enclaustrados en pequeños agujeros en la parte trasera del barco, estos ciclistas son los encargados de dar vida al sistema hidráulico del barco responsable de los movimientos de las velas o los ‘foils’. Su papel es vital, porque un barco con más energía podrá hacer más maniobras o más recurrentemente. Probablemente al imaginarse a estos superatletas, se tienda a concebirlos bajitos y delgados, como los escaladores ciclistas, pero la realidad es que en su mayoría son hombres altos, de entre 1,80 y 2 metros, y grandes, con pesos que rondan los 90 o 100 kilos, con un gran desarrollo muscular. 

Aunque los hay que sí provienen de las dos ruedas, como el ’cyclor’ del Emirates Team New Zealand Simon van Velthooven, medallista en ciclismo en pista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 o el ciclista de pista François Pervis, del Orient Express Racing Team, que fue bronce en Río en 2016, en esta especialidad, aunque son muchos, los ciclistas no son mayoría. Por contra, los que sí lo son son los que provienen del remo, el atletismo y el crossfit. 

Capacidad cardiovascular

“Se buscó a atletas con un gran desarrollo de la capacidad cardiovascular y la resistencia aeróbica porque todo su trabajo en el barco se desarrolla a partir de estas capacidades, y debían ser grandes porque en el barco debe haber un peso de entre 680 y 700 kilos además de que ellos cumplían a la perfección el cuerpo estereotípico que necesitábamos para suministrar la potencia requerida”, afirma Craig Twentyman, el responsable del entrenamiento de estos superatletas del Alinghi Red Bull Racing

El preparador físico de Alinghi Red Bull Racing, Craig Twentyman.

El preparador físico de Alinghi Red Bull Racing, Craig Twentyman. / Zowy Voeten

Un ejemplo de este prototipo de hombres es Maxime Guyon, del equipo Orient Express Racing Team, gendarme durante más de 20 años y ganador de los Games de 2021. Otro caso similar es el de Hamish Bond, medallista de oro en remo de dos sin timonel en Londres 2012 que es ahora cyclor de los kiwis. O Colton Halls, quien dejó la natación de élite para unirse al American Magic NYYC. O Matt Grotrel, de Ineos Britannia, que fue campeón olímpico en remo en los juegos de Río en 2016. Realmente la lista es interminable.

Hay que entender que la persona que acciona los 'foils' o trima las velas lo hace simplemente tocando un botón y eso supone un movimiento de toneladas de peso que se lleva a cabo a partir de la energía que generan estos hombres. Hasta 2017, los encargados de proveer esa energía eran los ‘grinders’, pero los neozelandeses en 2017 en Bermudas se dieron cuenta de que con las piernas la cantidad de energía que eran capaces de generar era muy superior. 

Gran volumen de entrenamiento

Para poder cumplir con su misión, estos atletas entrenan entre dos y tres veces al día y entre cuatro y seis días a la semana en función de la necesidad de cada fase. “Entrenamos a los atletas para poder rendir en ambientes exigentes, caóticos y desordenados como son las regatas. La carga de trabajo no es la misma en una regata con poco viento que en un día de alta intensidad con más viento y número de maniobras”, afirma Twentyman. 

Normalmente, de media, en cada regata, los cuatro ciclistas de cada equipo llegan a  producir unos 2000 watios de potencia, pero curiosamente, su producción no es lineal. A diferencia de las bicicletas normales, en las bicicletas de los AC75, no existe ‘momentum’. “La cadencia y resistencia vienen determinadas por las maniobras.

De algún modo, se va demandando la energía a medida que es necesaria, por lo que hay periodos puntuales de altísima demanda donde los cyclors deben ser capaces de pedalear al máximo y producir picos altos de watios que se alternan con periodos cortos, de unos 30 segundos de ‘descanso’”, explica Twentyman. De algún modo, es como si las bicicletas de spinning estuvieran teledirigidas y alguien determinara a distancia lo rápido o fuerte que hay que pedalear.

Temperaturas elevadas

Además, otro detalle que hay que tener en cuenta, es que este grupo de atletas, se ve sometido a esfuerzos físicos en pequeños espacios en los que la temperatura llega a subir bastante. “No es lo mismo pedalear en carretera que metido en un pequeño cubículo, inestable en el que están expuestos a las condiciones climáticas y al vaivén del barco provocado por la velocidad y las maniobras. Es un esfuerzo físico y mental muy grande”, resume Twentyman. 

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