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El pantalán más entusiasta de la Copa América de vela

La afición de Alinghi Red Bull Racing es una de las más entregadas a la hora de despedir a su equipo cuando sale a competir, en el 'dock out'

Copa América de vela 2024 en Barcelona: última hora de la Louis Vuitton Cup, resultados y clasificación, en directo

Cristina Buesa

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Los gritos de júbilo se oyen desde todos los rincones del Port Vell. Pasan 20 minutos del mediodía y el Boat One, el AC75 con el que compite el equipo suizo está a punto de salir. Es el 'dock out', el instante en el que el barco parte de su base para competir, estos días en la Louis Vuitton Cup. Decenas de personas se agolpan en el pantalán del Moll d'Espanya, junto al Maremagnum y el America's Cup Experience, el centro de interpretación de la Copa América de vela.

Los aficionados del equipo suizo agitan banderas, corean vítores con el nombre de los tripulantes, levantan pancartas y pósteres con las caras de los deportistas, lucen pulseras y tatuajes no permanentes con el logo del sindicato helvético. El ambiente festivo, las canciones, las risas y las palabras de aliento se alargan 20 minutos.

Optimismo contagioso

"Ver esas sonrisas y esa energía positiva contagian optimismo", confiesa el ciclista Thery Schir. Es la primera vez desde que llegaron a la capital catalana que tienen la sensación de ser estrellas. Hoy no le ha tocado salir al agua con el AC75, lo han hecho otros ocho compañeros, cuatro del grupo de 'driving' (timoneles y 'trimmers') y cuatro del 'power group', que son los ciclistas.

La novia de Schir le acompañará en la base durante las más de dos horas de competición, que seguirán en grandes pantallas que Alinghi Red Bull Racing tiene en la planta de 'hospitality'. Los suizos, primeros en aterrizar en Barcelona hace dos años, son una gran familia: dedican un día a la semana a que padres, hijos, maridos, compañeras, abuelas... de sus 160 miembros acudan al flamante edificio azul a compartir la vida de la Copa América, a comer y a disfrutar.

Fieles entusiastas

Lo hacen desde hace meses. Así que ahora, sumergidos ya en plena competición, no es extraño que su corte de fieles sea de las más numerosas y entusiastas, en pugna con los apasionados italianos. El 'dock out' de los equipos de esta mítica competición tiene todo el sentido en este momento. Ahora que los cinco aspirantes luchan entre ellos para no ser el primer eliminado y conseguir primero un lugar en las semifinales, luego en la final y, en octubre, luchar con los intratables (en el agua) neozelandeses.

La base de Emirates Team New Zealand no tiene nada que ver. Más allá de la distancia abismal de carácter, los kiwis no suelen sumar ni media docena de personas a la hora de despedir a su 'Taihoro' cada mediodía. Todo será distinto en octubre, cuentan, cuando se libre la gran batalla final y los seguidores del país se desplacen a Barcelona.

Himno y banderas

Pero ahora es el momento de suizos, italianos, británicos, franceses o norteamericanos. Estos últimos, en su coqueta base de la otra orilla del puerto, llena de cojines con el logo estampado, hacen sonar el himno de su país cuando parte el 'Patriot' y se despliega la bandera. Nadie puede hacer nada más en ese instante, explica una joven miembro del American Magic.

De hecho, todos los equipos coinciden en izar la bandera del país de donde proceden de lo alto de la grúa en el momento en el que salen a navegar, ya sea a entrenar o competir. Una rápida panorámica visual del Port Vell permite descubrir en qué ubicación están las seis bases gracias a las seis estructuras de hierro.

Claxon constante

La campana de la base de Alinghi Red Bull Racing es de las más contundentes cuando se produce el 'dock out', pero a ella se suma el claxon de barcos grandes y pequeños, que acompañan el concierto en el puerto. Un libro en la base de la campana recoge las dedicatorias de todas las personas que la han hecho sonar estos meses, algunas con no poco esfuerzo.

Mientras se repite el 'gong', los ocho tripulantes recorren el camino desde la base hasta el AC75, pasarela incluida. Como en otros deportes, se repiten las rutinas y el timonel Arnaud Psarophagis siempre es el primero en pisar el barco. Otro lo hace siempre a las 12.16. Otro suele repetir coreografías de baile para animar a los aficionados. Desde el pantalán, desde las terrazas de la base, desde los botes neumáticos o los yates enormes: la afición suiza, entregada, despide a sus héroes.

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