MURS LLIURES: LOS MEJORES GRAFITIS LEGALES DE BARCELONA

Presentaron la idea al gobierno de Jordi Hereu pero no hubo suerte. Seguramente, porque la ordenanza de civismo aprobada por los socialistas en 2005 criminalizaba el arte urbano, y políticamente podía resultar cacofónico abrazar una iniciativa que precisamente daba alas a la creatividad callejera. Mejor les fue con Xavier Trias, y así fue como a finales de octubre de 2012 nació, de la mano de la productora Rebobinart, el proyecto Murs Lliures. Se trataba de aprovechar paredes en desuso de la vía pública para que grafiteros con o sin experiencia pudieran dibujar sin el yugo de la ley, sin tener que estar con un ojo en su mural y el otro en la calle por si viene una patrulla de la Guardia Urbana. Empezaron en las Tres Xemeneies del Paral·lel y llegaron a disponer de una veintena de muros repartidos por toda Barcelona.

Hasta ahora, el funcionamiento es tan sencillo como democrático: te das de alta como artista en la web de Murs Lliures y reservas un día y una pared. Marc Garcia, director de Rebobinart y padre de la criatura, sostiene que el proyecto ha supuesto que la calle "no sea exclusiva de la ilegalidad y ha permitido la entrada de ilustradores, artistas, diseñadores y, en general, de todo el mundo que quiera compartir una idea en la vía pública". Se puede interpretar, también, como una manera de blanquear una ordenanza que ponía en el mismo saco cualquier expresión artística callejera. Sea como sea, ha sido una iniciativa pionera que ya se ha extendido a una veintena de ciudades de todo el mundo. Barcelona, sin embargo, y coincidiendo con el 10º aniversario de Murs Lliures dará ahora un volantazo, puesto que el consistorio se hará cargo directamente de la gestión de los grafitis legales. Ya no hará falta pedir hora y nadie recogerá en un mismo portal todas las obras expuestas por los artistas. Rebobinart lo ha hecho en estos 10 años, y aquí va una pequeña representación.

La creatividad callejera es gamberra e imprevisible. Y como tal, tratar de domarla es una mala idea. Explica Marc Garcia que con el paso de los años los muros se volvieron más contestatarios. Tuvo mucho que ver el 'procés' y todas sus derivadas, pero sobre todo, el inspiraron mucho el referéndum del 1 de octubre y el arresto del rapero Pablo Hasel. Recogemos aquí algunas de las obras que levantaron más polvareda y una muestra de las muchas que nos han invitado a reflexionar sobre la crisis climática, la inmigración, el el feminismo o la monarquía.