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La Tarjeta Rosa de transporte pierde cuota de mercado entre los mayores de 60 años de Barcelona

La capacidad económica de la población de cada barrio es un factor clave en la desigual distribución territorial de este abono especial para mayores

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Una persona mayor entra al Metro con su 'Targeta rosa' con la ayuda de una trabajadora de TMB.

Una persona mayor entra al Metro con su 'Targeta rosa' con la ayuda de una trabajadora de TMB. / ZOWY VOETEN

Pol Langa

Pol Langa

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El número de barceloneses con Tarjeta Rosa va en descenso. La popular tarjeta de transporte gratuita o muy bonificada pierde cuota de mercado entre los mayores de 60 años de la capital catalana, como muestran los últimos datos del Ayuntamiento de Barcelona. No ha sido una caída brusca, sino una reducción continuada del volumen de beneficiarios: las cifras de 2024 indican una bajada paulatina del 20% en los pases de transporte especial entre 2008 y 2024, dentro de la categoría mayoritaria, la de mayores de 60 años.

Su presencia menguante coincide con un cambio de formato importante: la AMB está sustituyendo este año la tradicional tarjeta de cartón por la 'Tarjeta metropolitana' de plástico duro, similar a la T-Mobilitat, en sintonía con los cambios que se han producido también en el resto de títulos de transporte.

Umbral de renta muy bajo

La clave del descenso son los exigentes umbrales de renta. Existen dos modalidades de tarjeta rosa: la gratuita y la reducida. La primera la pueden solicitar las personas que no superen los 9.240 euros en ingresos brutos anuales, mientras que la reducida la pueden pedir aquellas personas con unos ingresos por debajo de los 18.480 euros. Además, los solicitantes deben estar empadronados en la ciudad de Barcelona.

El popular abono está disponible para personas con bajos recursos que sean mayores de 60 años o bien que tengan un mínimo del 33% de discapacidad. Sin embargo, el uso dentro de este colectivo mucho más extendido entre las personas de 80 y 90 años, con unas cifras superiores al 50%. En cambio, solo el 30% de las personas entre los 60 y los 75 años son usuarias de la tarjeta.

En contraste, la población mayor de 60 años en Barcelona ha aumentado en más de un cuatro por ciento respecto a 2008, primer año del cual hay datos de titulares de la Tarjeta Rosa. El envejecimiento poblacional invita a pensar que el número de tarjetas rosas tendría que aumentar, aunque en realidad sucede precisamente lo contrario.

Desigual distribución territorial

La distribución geográfica de los usuarios de la tarjeta es muy dispar, a causa de la distinta capacidad económica de la población en cada distrito de la ciudad. En ninguno de los barrios de Sarrià-Sant Gervasi hay una presencia significativa del abono, con menos del 30% de beneficiarios entre el total de empadronados con 60 años o más. La renda anual media aproximada de la población del distrito es de 25.600 euros brutos anuales, según los últimos datos del censo publicados por el Ayuntamiento en 2021, muy por encima de los 15.600 euros per cápita de media en el conjunto de Barcelona.

Otro distrito con baja incidencia es Les Corts. De los tres barrios que lo conforman, solo el de la Maternitat i Sant Ramón supera el 30% de abonados entre el vecindario sénior. En este caso la renta media se sitúa en 20.000 euros brutos anuales. También destaca el distrito del Eixample, donde los barrios de la Dreta del Eixample, la Antiga Esquerra del Eixample y la Nova Esquerra del Eixample se acercan a las cifras de renta de la zona alta de la ciudad con promedios de 21.000 euros. Finalmente, destaca la Vila Olímpica del Poblenou, en el distrito de Sant Martí, donde la media ronda los 24.000 euros.

En el otro lado de la balanza se encuentran los distritos con menor capacidad económica. En Nou Barris es donde hay mayores porcentajes de mayores con la Tarjeta Rosa, con unas cifras superiores al 60%. Es decir, la tienen más de dos de cada tres vecinos jubilados. El arraigo se debe a que es una de las zonas de la ciudad con menos renta por persona: poco más de 16.000 euros brutos al año. Concretamente, Can Peguera es el barrio de Barcelona donde más porcentaje de gente hay con esta tarjeta especial, con casi un 70% de beneficiarios. A su vez, es uno de los barrios con más pobres de la ciudad, con una media cercana a los 11.000 euros. El barrio de Vilapiscina i la Torre Llobeta es el único de Nou Barris con un porcentaje de usuarios inferior al 60%.

El Carmel, en el distrito de Horta-Guinardó, es otra de las zonas con un porcentaje superior al 60%. A su vez, es el barrio con una menor capacidad económica del distrito, con 12.300 euros de ingresos medios. Finalmente, Sant Andreu está bastante dividido, con tres barrios en la franja del 40% de penetración del título y otros tres barrios que superan el 60%. La Trinitat Vella es el segundo barrio con menor renda por persona de la ciudad –menos de 10.000 euros–, Baró de Viver registra poco más de 10.000 euros y el Bon Pastor, 12.600 euros.

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