"En 20 años no lo había visto nunca": las fiestas de Sants arrancan con una masificación sin precedentes

La Fiesta Mayor de Sants vivió el pasado sábado una afluencia de visitantes "sin precedentes", que sorprendió a los vecinos y organizadores de la celebración. Aunque hasta ahora estas fiestas habían conseguido mantener su esencia y permitían el disfrute del vecindario, el arranque se ha visto marcado por la masificación que tanto sufren otras zonas de Barcelona.

"Fue una locura. En 20 años no lo había visto nunca", asegura Dani Català, vecino del barrio y miembro de la Federación de la Fiesta Mayor. Català apunta que este sábado prácticamente todas las calles estaban "desbordadas" y que temen acabar muriendo de éxito, como ya ha ocurrido con las populares fiestas de Gràcia. "Lo que no querríamos en Sants es que nos pase lo de Gràcia", asegura.

"No queremos más propaganda"

Los miembros de las comisiones de calles de Sants entrevistados por EL PERIÓDICO coinciden en que es el primer año en que presencian tal afluencia de visitantes y lo atribuyen a las fechas y a la viralidad. Normalmente, la Fiesta Mayor de Sants comienza antes, "sobre el 17 o 18 de agosto", comentan, y este año lo ha hecho el día 24, cuando "la gente ya ha vuelto de vacaciones". Además, en esta ocasión no se ha solapado con las fiestas de Gràcia, por lo que los visitantes no se han repartido como en años anteriores.

Aparte de esto, también señalan que podrían haber influido los numerosos 'reels' de Instagram y 'TikToks' que creadores de contenido publican en sus redes sociales, proponiendo las fiestas de Sants como un plan imperdible en Barcelona, lo que aumenta el efecto llamada. "No queremos más propaganda de la Fiesta Mayor de Sants", asevera Català. "Es lógico que venga gente, y es bienvenida, pero queremos mantener la esencia de la fiesta de toda la vida", añade.

David Turull, presidente de la comisión de la calle Alcolea de Baix, quien también lleva más de 20 años vinculado a las fiestas, coincide en que lo ocurrido el sábado fue excepcional. "Había mucha gente por todas partes, no se podía pasar. Algún otro año sí que hemos tenido la calle a tope durante las actuaciones, pero esta vez fue prácticamente todo el día", añade.

Incivismo

Desde la primera noche, la del sábado, los decorados de las calles sufrieron varios destrozos, un problema que indigna a los miembros de las comisiones, quienes aseguran que, aunque otros años ya había ocurrido, este año se ha incrementado. "Roban elementos y después los encuentras en la basura. Es destrozar por destrozar", lamenta Català. Además, estos actos vandálicos han comenzado a producirse antes de la entrega de premios a las calles y plazas mejor decoradas, que tuvo lugar el lunes. "El lunes la gente viene a ver tu calle y ya no ve nada. Es indignante. Pedimos respeto por la gente que se ha currado todo un año ese decorado", declara el vecino.

Expectación ante el fin de semana

Pasado el primer fin de semana, los vecinos han visto cómo el ambiente en las calles ha regresado a la normalidad. "Se nota que la gente ha empezado a trabajar", comentaban el martes los vecinos del barrio, que disfrutaban de un día tranquilo de actos unitarios, sin conciertos ni agobios. Eso sí, todavía falta por llegar el segundo fin de semana, ya que las fiestas finalizan el domingo, 1 de septiembre. Quedará por ver si lo del pasado sábado fue excepcional o se repite. En función de cómo se desarrolle, los vecinos plantearán posibles medidas para la edición del año que viene, que caerá en fechas similares y comenzará el 23 de agosto de 2025.

"Tenemos que esperar a ver qué pasa este viernes y sábado", afirma Rodrigo Magaña, vicepresidente de la Federación de la Fiesta Mayor de Sants. Pasadas las fiestas, todas las comisiones se reunirán para poner en común ideas sobre cambiar o no algo de cara al próximo año. De momento, los vecinos se preparan para una posible nueva ola de visitantes. "El sábado nos pilló desprevenidos. Para este fin de semana nos estamos preparando un poco más, con más gente en las barras y más ayuda", explica Magaña. "Lo encaramos con ánimo", añade Turull con humor.