Reforma jurídica

Collboni, abierto a legislar las navajas: “Hay que abrir un debate sobre la tenencia de arma blanca”

El alcalde de Barcelona detalla la nueva estrategia de ‘multiinspección’ en negocios de toda índole iniciada este mandato

Barcelona refuerza la seguridad privada en grandes fiestas como Gràcia o La Mercè

Barcelona incrementará los controles contra navajas en los grandes actos de la Mercè

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en una entrevista con EL PERIÓDICO

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en una entrevista con EL PERIÓDICO / Manu Mitru

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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Las fiestas de la Mercè 2024 tendrán más controles en actos masivos para detectar asistentes con navajas u otras armas blancas. Lo avanzó el teniente de alcaldía de seguridad, Albert Batlle, y lo confirma también el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. En declaraciones a EL PERIÓDICO va más allá y abre el debate sobre la conveniencia de legislar mejor la tenencia de estos objetos, cuya proliferación preocupa cada vez más a policía y administraciones.

“Más controles para detectar arma blanca habrá seguro, porque de ninguna manera no podemos normalizar ni aceptar que la gente salga de fiesta con una navaja en el bolsillo”, asevera, en una entrevista con este diario. Subraya que el ejecutivo barcelonés pretende “dar mensajes muy claros” sobre esta tendencia. La Guardia Urbana incrementará el uso de palas detectoras en grandes aglomeraciones y los Mossos d’Esquadra lanzó el 'Pla Daga' el año pasado, pero aun así cuatro de cada 10 muertes violentas en Catalunya se han cometido con arma blanca este 2024.

En paralelo a la presión policial, Collboni propone repensar la legislación actual, al calor de las reformas jurídicas en varios países europeos. Alemania estudia actualmente cómo prohibir el porte en lugares públicos de cualquier cuchillo con una hoja de más de seis centímetros y el Reino Unido vetó a principios de año las armas de filo liso y puntiagudas de más de 20 centímetros, sin lograr el fruto esperado. “Hay que abrir un debate sobre la tenencia de arma blanca, qué significa tener una arma blanca”, apunta el alcalde barcelonés.

Agentes de la Guardia Urbana registran a un sospechoso en Barcelona con una pala para detectar armas blancas y metales

Agentes de la Guardia Urbana registran a un sospechoso en Barcelona con una pala para detectar armas blancas y metales / FERRAN NADEU

“No tenemos competencia en esta materia, pero más adelante plantearemos donde corresponda si esto debe tener algún tipo de regulación desde el punto de vista de su prohibición o incremento de sanción, en especial en salas de fiesta o grandes concentraciones”, avanza. “Lo tenemos de cortar de raíz, porque ya hemos visto que en otras ciudades esto se ha normalizado y en Barcelona no lo permitiremos”, responde.

Multiinspecciones

Por otro lado, el máximo responsable de la capital catalana desgrana la nueva estrategia municipal de ‘multiinspecciones’. El Ayuntamiento de Barcelona lidia con un déficit histórico de inspectores propios para poder revisar los miles de negocios que operan, abren, cierran y se traspasan en la ciudad. Por ello, este mandato prueba una fórmula diferente que permite reclutar a personal de otras administraciones y que trata de conciliar mejor el dinamismo económico con la disuasión del fraude.

“Además de incrementar nuestros recursos humanos, hemos reforzado la inspección por la vía de hacerla más eficiente y hemos conseguido sumar a la Generalitat y al Estado”, sintetiza Collboni. El modus operandi es ahora hacerle “un chequeo total a una actividad empresarial desde todos los puntos de vista”: derechos laborales, seguridad, sanidad, tasas e impuestos… “¡Se llegan a hacer hasta cuadres de caja!”, ejemplifica. La visita la lidera la Guardia Urbana y la planifica el consistorio, pero incorpora profesionales de la Generalitat, Inspección de Trabajo o Hacienda.

Inspectores del Ayuntamiento de Barcelona accediendo a una tienda en el casco histórico de la ciudad.

Inspectores del Ayuntamiento de Barcelona accediendo a una tienda en el casco histórico de la ciudad. / RICARD CUGAT

Trece controles de este tipo desde finales de 2023 han hecho aflorar más de 1.300 infracciones, anunció el consistorio este agosto. “En algunos sitios el nivel de incumplimiento que nos hemos encontrado es sorprendente”, reconoce el alcalde, que enfatiza que se han inspeccionado sectores y barrios variados para no estigmatizar a ninguno en concreto. “Ha sido muy contundente, pero muy efectivo”, remacha.

El político socialista prevé disponer el año que viene de perspectiva suficiente para “hacer una valoración más global” sobre el recorrido de las multiinspecciones en Barcelona, pero está muy satisfecho de los primeros resultados. Sostiene que quien “hace las cosas bien en la ciudad no tiene que estar preocupado en absoluto”, sino “todo lo contrario” al perseguirse más a los que se saltan las normas y generan “agravio comparativo y competencia desleal”. El objetivo, concluye, “es que nadie normalice que el incumplimiento de normas en Barcelona no tiene consecuencias”.

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