En tres distritos

Barcelona envía a pelotones de inspectores y policías para controlar a comercios con infracciones reiteradas

El Ayuntamiento lanza una campaña de "multiinspecciones" en las que halla más de 1.300 faltas en 284 establecimientos con antecedentes por incumplimientos en materia sanitaria, administrativa y laboral

Barcelona impone más de 1.100 multas por promocionar ‘rutas de borrachera’ desde 2022

Barcelona refuerza la supervisión tras 13 intervenciones de inspección en Ciutat Vella, Eixample y Sant Martí

Barcelona refuerza la supervisión tras 13 intervenciones de inspección en Ciutat Vella, Eixample y Sant Martí / ACN | VÍDEO: EUROPA PRESS

Jordi Ribalaygue

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Patrullas formadas por agentes de la Guardia Urbana, los Mossos d’Esquadra y los bomberos junto a inspectores de sanidad, hacienda y trabajo han irrumpido a la vez en los últimos meses en establecimientos de Barcelona. La imagen no era nada habitual hasta hace un año, asegura el Ayuntamiento, y se ha repetido en 13 ocasiones desde finales de 2023. 

El gobierno del alcalde Jaume Collboni las denomina “multiinspecciones”. En esas batidas simultáneas y sin previo aviso para evitar que corra la voz, se han peinado 284 comercios de Ciutat Vella, el Eixample y Sant Martí, en los que se identificaron más de 1.300 incumplimientos de las normas de salud pública -ya fuera por suciedad o alimentos en mal estado, entre más supuestos-, riesgo de incendio, violaciones de los permisos de apertura por lo que hace a aforos, horarios u otras vulneraciones y también delitos contra los derechos de los trabajadores. Por ejemplo, por contar con personal sin contrato. 

El teniente de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha señalado este miércoles que las multiinspecciones se han ordenado sobre negocios que persisten en eludir licencias y ordenanzas. Ha dicho que los chequeos pretenden ser “ejemplarizantes”. “Debemos conseguir que les salga más a cuenta pagar la multa que seguir infringiendo”, ha argumentado. 

“Son infractores reincidentes que no hacen casos a sus problemáticas. Por tal como es la norma, a veces les sale más a cuenta infringir que hacer caso y no podemos quedarnos de brazos cruzados”, ha abundado Albert Tomàs, técnico del departamento de inspección del Ayuntamiento. Preguntado por cuál es la infracción con que topan con más frecuencia, ha asegurado que no existe una que sobresalga. “Depende del barrio y del tipo de actividad donde pongamos el foco. Se detectan muchas faltas en la gestión de residuos, también en cuestiones de salud pública y obras sin permiso, pero no es menos grave tener trabajadores que no están dados de alta en la Seguridad Social”, ha ponderado. 

Colmados y bares

De los 284 locales examinados en profundidad, 72 son tiendas de alimentación y 61, bares y restaurantes. Aparte, se han analizado 67 apartamentos turísticos sin licencia, 20 bazares y comercios de ‘souvenires’ y 14 discotecas. Las multiinspecciones no eximen que las inspecciones ordinarias continúen. En 2023, se practicaron 184.253.

Los controles por sorpresa conllevan una revisión exhaustiva a la búsqueda de anomalías en negocios que ya acumulan antecedentes, ha desgranado Tomàs: “Se hace un estudio de todo: cuáles son las condiciones de la licencia, cuáles las de uso del espacio público, si cumplen o no con las inspecciones sanitarias, si cumplen con la ley en el caso de los trabajadores, si declaran impuestos a la Agencia Tributaria…”.

Del balance se desprende que el Ayuntamiento ha dictado dos medidas cautelares de cierre a locales que se han sometido a las evaluaciones en detalle. Una de las clausuras provisionales se ordenó por aflorar plagas y suciedad, mientras que la otra se debió a una acumulación desorbitada de material que amenazaba a un bar musical con sufrir un siniestro. Ambos reabrieron tras corregirse las deficiencias. 

A su vez, se precintaron cinco establecimientos con indicios de sufrir plagas o carecer de suministro de agua corriente. Permanecieron con la persiana cerrada hasta que las carencias se arreglaron. Además, el consistorio precintó una panadería, retiró mesas de más en terrazas que desacataban la licencia y, en unos chiringuitos, se llevó tumbonas y parasoles instalados fuera del espacio de concesión. También se precintaron cinco pisos turísticos sin autorización; a su vez, se observó que el precinto se rompió en otros tantos. Aparte, se han registrado tres medidas cautelares contra comercios por almacenar alimentos caducados

Pendiente de extensión

Batlle ha comentado que las multiinspecciones empezaron en “un punto crítico” del Raval y que se planea extenderlas más allá de los tres distritos donde se han lanzado hasta ahora. Tomàs ha concretado que, para decidir donde se desplaza el pelotón de agentes e inspectores para pasar revista de día o de noche, se examina antes “el número de actividades que se ha detectado que no cumplen y tienen procesos sancionadores” en marcha en una misma zona. También se valora en qué lugares se dan más “presión vecinal por molestias en el entorno” y comercios en que “hay constancia de infracciones de varios tipos”.

Según el técnico municipal, la mayoría de las infracciones que han emergido en las redadas conlleva que se abra “un procedimiento sancionador por no ajustarse a las ordenanzas y las normas” del Ayuntamiento. “Si se encuentra riesgo para las personas, no pueden seguir funcionando y se hace el cierre cautelar hasta que se subsanen los incumplimientos -ha señalado Tomàs-. Por otro lado, se han decomisado productos, como se hizo en unos chiringuitos por no tenerlos en la concesión”. “También hay casos de carácter penal, que afectan a los derechos de los trabajadores, y se han trasladado a la Fiscalía”, ha completado Batlle.