En nueve certámenes

Los festivales del Fòrum aceleran la contratación de jóvenes del Besòs tras las quejas por ruido

Las incorporaciones de vecinos del entorno han subido de 22 a 81 en un año, uno de los "impactos positivos" que el Ayuntamiento quiere promover para mitigar las molestias asociadas a la masificación

¿Están los grandes festivales destinados a buscarse la vida fuera?

Público en un concierto del festival Cruïlla, en el Fòrum de Barcelona.

Público en un concierto del festival Cruïlla, en el Fòrum de Barcelona. / FERRAN SENDRA

Jordi Ribalaygue

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La acumulación de conciertos multitudinarios en el Fòrum irrita a colectivos vecinales del distrito de Sant Martí desde hace años. La afluencia masiva de espectadores hacia ese extremo de Barcelona donde grandes edificios relucientes colindan con algunos de los rincones más pobres de la ciudad, las aglomeraciones en calles y paradas de transporte público, el rastro de suciedad a la salida de las actuaciones y, ante todo, el ruido a horas intempestivas han enrarecido la relación entre los certámenes y parte del vecindario.  

“Es un espacio único en Barcelona para los eventos de gran formato, pero los actos que acogemos tienen impactos negativos que generan molestias”, reconoce la directora del Fòrum, Carme Lanuza. La responsable explica que se marcan el reto de minimizarlos “aumentado los aspectos positivos” del gran parque situado al final de la Diagonal, “para que los vecinos se lo sientan propio e integrado”, sostiene. A esa pretensión atribuye que los festivales aumenten las contrataciones de vecinos del Besòs i el Maresme, el barrio más próximo a la explanada que alberga la Feria de Abril, el Primavera Sound y el Cruïlla, entre otros.

BSM -la empresa del Ayuntamiento que gestiona el Fòrum- afirma que los puestos de trabajo que los ciclos de conciertos han confiado a habitantes del entorno en 2024 se han multiplicado casi por cuatro respecto a 2023. Según sus datos, los festivales pasaron de incorporar el año pasado a 22 residentes -jóvenes a la búsqueda de su primer empleo o con poca experiencia, en su mayoría- a estimar que cerrarán esta temporada con 81 contrataciones, repartidas entre nueve certámenes. "Queremos incrementarlas", se compromete Lanuza.

Accesos y barras

El Brunch Electronik se aloja en el Fòrum este fin de semana. Esta vez ha seleccionado a 10 vecinos para cubrir plazas de personal de los accesos, camareros y equipo de producción, con ayuda de cinco entidades que le surten de aspirantes. “El 10% de la plantilla lo reservamos a personas en riesgo de exclusión de los barrios donde nos asentamos: Sants-Montjuïc, Trinitat, el Maresme…”, enumera Frida Hernández, miembro del festival. 

El Soundit empleó a una decena de residentes para manejar los lectores de entradas, controlar las taquillas y repartir bebidas. “Normalmente es gente joven que no ha tenido trabajo o ha tenido muy poco. Es importante para insertarse en el territorio y dar una pequeña oportunidad a jóvenes que buscan un primer empleo”, aprecia Borja Malet, CEO del festival.

Público en el Brunch Electronik en el parque del Fòrum, en Barcelona.

Público en el Brunch Electronik en el parque del Fòrum, en Barcelona. / BRUNCH ELECTRONIK

BSM insta a los promotores a comprometerse con acciones sociales en favor del barrio. “Pero no se nota, tampoco las contrataciones”, opone el presidente de la Asociación de Vecinos de Maresme, José Manuel López. “Es como si el Fòrum viviera de espaldas al barrio. No estamos en contra de los festivales, pero la multitud pasa de largo”, reprocha. “No compensa de ninguna manera las molestias que impiden el descanso. Es solo un lavado de cara”, reprueba Enric Navarro, de la plataforma Stop Concerts.

"Agentes de silencio"

“Somos conscientes del impacto que causamos trayendo a miles de personas”, responde Hernández. Resalta que el Bruch cuenta con patrullas del limpieza, dispositivos de seguridad en los exteriores del recinto y “agentes de silencio” para tratar que no se estorbe a los vecinos. “Si solo hiciéramos una labor social y fuéramos negligentes en las afectaciones al barrio, la gente se quejaría”, deduce. 

Lanuza señala que, aunque no les suponga un trabajo fijo, los contratados para los días de festival “cogen experiencia y les permite hacer currículum”. “Para algunos es una faena puntual, pero a muchos los contratan para otros eventos de los mismos promotores”, apostilla. 

“Nuestro interés es que todos los que ingresen se queden con nosotros a lo largo de la temporada”, comenta Hernández. “La mayoría tiene experiencia en la hostelería, muchos son inmigrantes… -describe- Hay personas a las que aún no podemos contratar, porque no tienen papeles, por lo que pensamos en ayudar de manera económica a las entidades que los apoyan o facilitar que donaciones de nuestros espectadores lleguen a asociaciones con las que colaboramos”.

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