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La ampliación de Ferrocarrils en Barcelona obligará a talar 75 árboles y trasplantar 19 en el parque Joan Miró

La Generalitat modifica la zona logística de las obras de prolongación de la Línea 8 para afectar menos vegetación de la prevista en el proyecto inicial, aunque no evita que se arrase con una parte de la arboleda

MAPA | Medio centenar de obras complicarán los desplazamientos en Barcelona este verano

Trabajos preliminares a las obras de la amplación de FGC en el parque de Joan Miró, en Barcelona.

Trabajos preliminares a las obras de la amplación de FGC en el parque de Joan Miró, en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

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Las obras de prolongación de la Línea 8 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) en Barcelona arrasarán menos árboles de lo previsto de inicio en el parque Joan Miró. Aun así, habrá ejemplares que no serán indultados: o tendrán que replantarse o serán talados. El Departament de Territori, responsable de la ampliación, ha rehecho el proyecto ante las críticas por que la zona logística de los trabajos arrase parte de la arboleda de la explanada de la Nova Esquerra de l’Eixample. 

La primera propuesta calculó que 178 árboles se verían damnificados por el traslado de maquinaria a Joan Miró. Luego, la estimación bajó a 118 ejemplares, la cantidad que se ha dado por buena hasta ahora. En el último recuento, la cifra de los planos preliminares se rebaja un 48% y la conselleria prevé que 94 árboles quedarán afectados, de los que 75 no podrán ser trasplantados. También se comprime la superficie ocupada para la intendencia de las obras. Los cambios encarecen la reforma en seis millones de euros más.  

Territori precisó la cifra en una reunión este miércoles con miembros de la plataforma Salvem el Parc Joan Miró. La organización se concentra cada mañana contra la tala y en previsión de que las máquinas irrumpan en el parque, que quedará en parte tomado durante dos años y medio. La planificación marcaba que se requerirían 8.800 metros cuadrados del parque como zona de aprovisionamiento para la reforma. El departament destaca que la ocupación se reduce un 40%, a 5.296 metros cuadrados. Añade que se abarca un 12% de la parcela total del parque, de 45.000 metros cuadrados.

A su vez, el departament recalca que los 94 árboles afectados representan el 10% de los 931 existentes en la explanada. Salvem Joan Miró puntualiza que, de acuerdo a consultas al Instituto de Parques y Jardines de Barcelona, se contabilizan menos de 500 árboles en la zona, por lo que la tala y el traslado se extendería en torno al 20% de ejemplares. En cualquier caso, se prevé que el arbolado condenado por las obras sea sacrificado este 2024.

Petición de aplazamiento

Por su parte, Salvem el Parc Joan Miró ha pedido que la tala de árboles se retrase “para que siga siendo un refugio en verano”, alega Xavier Riu, integrante de la organización. “El departamento nos contestó que van muy justos de tiempo. Hace años que es nuestro gran refugio climático, pero este año ha salido de la lista porque comienzan las obras”, comenta.

Riu responde que reducir la pérdida de árboles es “numéricamente mejor, pero conceptualmente es lo mismo, una barbaridad”. “Como mínimo, y a base a luchar mucho, hemos conseguido que minimicen la afectación al máximo y que el espacio que se usará se compacte”, observa. 

El miembro de la plataforma indica que Territori da por imposible amnistiar los pinos situados en la parcela invadida por la maquinaria. En cambio, se compromete a intentar replantar palmeras y otras especies dentro del parque.

Riu precisa que el objetivo de los manifestantes que se congregan cada mañana en Joan Miró no será detener el inicio de las obras. Lo intuyen inminente, porque el terreno se está vallando. “No lo conseguiremos, estamos en agosto y costará mucho, pero lo que podamos estar queremos hacer ruido y denunciar que es una bestialidad”, aduce.