Reducción por vacaciones

MAPA | Uno de cada tres refugios climáticos de Barcelona cierra en agosto pese a intensificarse el calor

De los 368 espacios climatizados que figuran en la lista municipal, 121 están inoperativos durante todo este mes o parte de él

El verano de la amnesia climática: el calor extremo de 2022 y 2023 ha distorsionado la idea de lo que es normal

Un lector en una biblioteca de Barcelona.

Un lector en una biblioteca de Barcelona. / JORDI OTIX

Jordi Ribalaygue
Ricard Gràcia
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El termómetro bate récords en Barcelona. Nunca el mercurio se había disparado tanto en 110 años como esta semana en la ciudad, cuando el Observatori Fabra ha registrado 40 grados centígrados por primera vez desde que empezó a tomar nota de las temperaturas diarias hace más de un siglo. Además, las últimas noches han sido tórridas, con mínimas por encima de los 27 grados. Aunque la canícula aprieta, la capital vuelve a empezar agosto con menos refugios climáticos que en julio. 

Los espacios climatizados habilitados en Barcelona -reconocibles por un logotipo, con asientos y una fuente para calmar el sofoco- son el principal paliativo del plan del Ayuntamiento para afrontar el calor intenso. No obstante, la red que engrosan equipamientos públicos, algunos locales privados y parques con sombra garantizada se empequeñece un año más al llegar las fechas por excelencia de las vacaciones. 

De los 368 refugios climáticos que figuran en la web municipal, 121 cierran en agosto. Uno de cada tres no estará operativo, ya sea por tomarse un respiro de unos días o un paréntesis que abarca todo el mes.

El gobierno del alcalde Jaume Collboni anunció unas 120 incorporaciones en junio a la nómina de lugares acondicionados para resguardarse del tiempo abrasador. Ya advirtió entonces que no todos serían accesibles cada día durante todo el verano y que la entrada se permitiría dentro del horario habitual de apertura.

"Se analizan diferentes tipologías de equipamientos y espacios para garantizar que, con sus diferentes horarios de apertura, demos una buena cobertura territorial", argumenta el ejecutivo municipal. La abultada cifra de bajas concentradas desde ahora y las próximas semanas diluye el aumento con que empezó la temporada.

El consistorio defiende que en los domingos de agosto, cuando más servicios públicos cierran, "el 89% de la población tiene un refugio a menos de 10 minutos caminando desde casa y un 44%, a menos de cinco minutos". Durante el resto de la temporada, eran 98% de cobertura a 10 minutos y 68% a menos de cinco. "Para poner en contexto las cifras: en 2021, teníamos un 29% de cobertura en cinco minutos", distingue el Ayuntamiento.    

Flanco débil

Al llegar agosto, las bibliotecas se revelan como el flanco débil del entramado para sobrellevar el calor. No hay año que no pase, sin remedio aunque la panoplia de espacios frescos vaya creciendo: esta vez, 29 de las 41 bibliotecas declaradas refugios climáticos no prestan servicio completo este mes y 23 echan el cerrojo desde este jueves y no reabren hasta septiembre. Solo 12 resisten con un rincón para proteger en especial a los más desvalidos ante las temperaturas cálidas, desde personas sin hogar a vecinos en riesgo por sus condiciones de salud o carecer de aparatos de refrigeración en casa. 

Además, casi todas las bibliotecas de la Universitat de Barcelona (UB) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que se han integrado en la constelación de edificios equipados contra la canícula dejan de estar disponibles este mes. Solo la biblioteca de grado de la Facultad de Economía y Empresa de la UB sigue abierta en las próximas semanas.

La red también se encoge por el parón agosteño en locales del Ayuntamiento. De los 35 hogares de la tercera edad adaptados frente a las inclemencias del verano, 17 continuarán sin descanso estos días mientras que 18 se permiten una pausa. En cuanto a los 33 centros cívicos preparados frente al estío, 28 dejan de atender en agosto y cinco se mantienen abiertos. 

Lectores en una biblioteca de Barcelona.

Lectores en una biblioteca de Barcelona. / JORDI OTIX

"Se trabaja para incrementar año tras año la cobertura", alega el consistorio. Destaca que había 70 refugios climáticos en 2020 y ahora se han multiplicado por cinco. "El objetivo es continuar avanzando para garantizar una cobertura a cinco minutos caminando o a 10 minutos a pie desde cualquier punto de la ciudad para dar cobertura al 100% del territorio", marca.

Variaciones por distritos

En proporción, el distrito de Les Corts es el que pierde más refugios climáticos: 18 de sus 27 zonas habilitadas quedan inactivas durante este mes, el 66,6%. Es el doble que la media de la ciudad, con el 32,8% de espacios climatizados municipales inoperativos en agosto.

Otros cinco distritos registran un porcentaje de cierres de espacios superior al conjunto de Barcelona. Nou Barris se queda sin 12 de sus 32 refugios climáticos (37,5%); Horta-Guinardó se desprende de 16 de los 43 rincones anticalor (37,2%); en Sant Martí, quedan sin uso 20 de las 55 áreas comunes frescas (36,3%); en Gràcia, ocurre en 9 de 26 (34,6%), y en Sant Andreu, en 11 de 32 (34,3%).  

Cuatro distritos soportan un tanto por ciento de cierres algo más liviano, aunque no se libran de que la infraestructura organizada por el Ayuntamiento frente a las altas temperaturas se comprima. Ocho de los 25 refugios climáticos de Sarrià-Sant Gervasi se descuelga de la lista en agosto (32%), igual que ocurre con nueve de los 41 puntos acondicionados en Ciutat Vella (21,9%), ocho de 37 en Sants-Montjuïc (21,6%) y 10 de 51 en el Eixample (19,6%).

A tenor del portal municipal, 247 espacios siguen dando cobijo ante el calor en agosto, incluidos 62 parques, jardines e interiores de manzana. No obstante, parte de los locales reduce horas de apertura. Una cincuentena modifica y recorta horarios, ha comprobado EL PERIÓDICO. Entre los lugares para aliviar el calor, aparecen 57 piscinas, donde hay que pagar entrada.

Entrada a una biblioteca de Barcelona, donde la mayoría cierra en agosto.

Entrada a una biblioteca de Barcelona, donde la mayoría cierra en agosto. / JORDI OTIX

El Ayuntamiento dice que se ha establecido un circuito de lugares climatizados gratuitos -"servicios de corta estancia en espacios que mantienen sus usos habituales y ofrecen sitio donde sentarse o agua", delimita- y otros de pago. El consistorio señala que los que tienen tarifa prestan "un servicio o recurso para refrescarse adicional al confort térmico que ofrece" el equipamiento. "Son de acceso universal sujetos a un precio público y disponen de bonificaciones sociales", agrega.

Al listado se añaden centros comerciales, como los de Las Arenas y el de Diagonal Mar. También constan siete parroquias de la capital por segundo año, "espacios con techos altos y que tienen buena refrigeración”, explica el Arzobispado de Barcelona.

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