Transporte público

El metro de Barcelona incorporará 50 vigilantes más y llegará pronto a los 800 agentes

El nuevo contrato de seguridad del subterráneo, por un valor de 168 millones de euros, incrementa un 5% la vigilancia en los próximos cuatro años

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Bullicio en el andén de Sagrera, ante la atenta mirada de un vigilante del metro

Bullicio en el andén de Sagrera, ante la atenta mirada de un vigilante del metro / Elisenda Pons

Carlos Márquez Daniel

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TMB tiene muy cerca la foto con el nuevo contratista de seguridad para los próximos cuatro años. La empresa de transporte público acaba de adjudicar la tarea de vigilar el subterráneo a las empresas Securitas y Prosegur por un valor de 168 millones de euros, 30 millones más que el contrato vigente que está a punto de vencer. La principal novedad es que el suburbano dispondrá en breve de 50 vigilantes más, con lo que la plantilla de agentes escalará hasta los 800, que se repartirán a diario por las 165 estaciones. A diferencia de Mossos y Urbana, los 'policías' del metro patrullan y seguirán patrullando en solitario y no en pareja para poder cubrir más territorio.

Un desprendimiento en el techo de un túnel en la Sagrera obliga a cortar la L5 del metro

Viajeros del metro de Barcelona / Jordi Otix

A todo esto hay que añadir las cerca de 10.000 cámaras de videovigilancia instaladas en los trenes y en las instalaciones (paradas, talleres y cocheras), amén de la colaboración constante con Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana. Todo, en un momento en el que pasaje ha crecido un 7,5% respecto a las cifras de 2023, que ya fueron de récord histórico. Es decir, a más viajeros, más opciones de jaleo.

Intenso fin de semana

De lunes a viernes, el metro de Barcelona dispondrá de 421 vigilantes, entre los que están distribuidos por la red, los que están en los accesos, la brigada antigrafiti o los que operan en centro de control, desde donde se gestionan todas las incidencias. El fin de semana, aunque la demanda baja notablemente, la cifra asciende a 476. Sucede que la irrupción del mundo del ocio y la noche o grandes acontecimientos obliga a incrementar la guardia. Entre unos y otros, alumbran esa cifra de unos 800 agentes, un 5% más que lo que contempla el contrato que ahora está a punto de vencer.

Un vigilante de seguridad, en la estación de metro de Sagrera, este miércoles

Un vigilante de seguridad, en la estación de metro de Sagrera, este miércoles / Elisenda Pons

La licitación del servicio se ha realizado por lotes. El que incluye las líneas 9 y 10 (que suma el tramo centro aún en obras) es el más costoso: 29,4 millones de euros. Le siguen la L5 (21,1 millones), y la L4 y la L11, que van juntas por un precio de 19,6 millones. Las unidades canina y móvil ascienden a 33,8 millones de euros. Si se preguntan si hay una línea que sea más conflictiva que otra, Òscar Playà, director de metro en TMB, asegura que los problemas "están bastante repartidos", aunque la irrupción del turismo ha intensificado las incidencias en ciertas zonas, como por ejemplo, las estaciones marítimas de la L4. En general, las que tienen más pasaje (L1, L5 y L3) son las que más problemas acumulan.

Videovigilancia

En cuanto a las cámaras, que funcionan al margen de este concurso público aunque sí serán gestionadas por estos profesionales desde el centro de control sito junto a la Sagrera, las 165 estaciones tienen instaladas 6.400 lentes, mientras que en los trenes (cada uno lleva entre 20 y 25) acumulan casi 3.400. El 100% de la flota dispone de videovigilancia.

Otro elemento de seguridad son los postes de SOS, 2.200 en estaciones y Pero hay un problema: cerca del 96% de las llamadas (700 al día, en total) son consultas que nada tienen que ver con una emergencia: puede que alguien toque sin querer el botón con el codo (está previsto recolocarlos, por ejemplo, en los ascensores) o puede que un viajero quiera información sobre cómo llegar a su destino. Esas llamadas sin sentido, pongamos que es un minuto por consulta, generan unas 11 horas de pérdida de tiempo para el centro de control de metro. O sea, más de una jornada de trabajo perdida. Hay margen de mejora en los interfonos, sin duda.

El nuevo contrato de seguridad del metro sale a razón de 42 millones de euros al año. Se lo han llevado las mismas empresas que ya venían prestando este servicio en los últimos años, esto es, Prosegur y Securitas. Se han quedado fuera de la presente licitación dos aspirantes más: Eulen Seguridad y Transportes Blindados.