Transporte público

Gente desnuda o un ataúd en el tren: así gestiona las incidencias el centro de control de seguridad del metro de Barcelona

El cerebro de TMB tiene controlada la posición de los vigilantes del subterráneo y pinchadas las cámaras de zonas sensibles para poder intervenir con la mayor celeridad posible ante cualquier problema

El metro de Barcelona incorporará 50 vigilantes más y llegará pronto a los 800 agentes

El centro de gestión de Rodalies atiende 70 incidencias al día (pero muchas no afectan al servicio)

Barcelona vivirá cuatro grandes cortes de metro este verano

Uno de los operadores del centro de control de seguridad del metro de Barcelona, este miércoles

Uno de los operadores del centro de control de seguridad del metro de Barcelona, este miércoles / Elisenda Pons

Carlos Márquez Daniel

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Casi 10.000 cámaras de videovigilancia, 165 estaciones, 185 trenes, 125 kilómetros de longitud, ocho líneas y 1,2 millones de validaciones diarias. Este es el paisaje al que se enfrenta todos los días del año el centro de control de seguridad del metro de TMB, situado al lado de la enorme grieta ferroviaria de la Sagrera. Aquí llegan todas las incidencias y se distribuyen los recursos para responder con la máxima agilidad posible. Gente fumando, borrachos, peleas, grafiteros, indisposiciones, carteristas..., pero también viajeros que van desnudos e incluso un par de tipos que quisieron entrar con un ataúd.

Un vigilante del metro, este miércoles, en la parada de La Sagrera

Un vigilante del metro, este miércoles, en la parada de La Sagrera / Elisenda Pons

Ya les avanzamos que no hay información sobre si el féretro llevaba inquilino, pero lo que es seguro es que atentaba contra el reglamento de viajeros, que en el caso del subterráneo no permite llevar paquetes tan voluminosos. Este miércoles se ha presentado el nuevo contrato de seguridad del suburbano, que incluye un incremento del 5% en el número de vigilantes, que pasarán a ser 800 en distintos turnos. Nuevo convenio por cuatro años a razón de 42 millones por temporada; y una buenísima ocasión para comprobar cómo la empresa responde ante los imprevistos desde una de sus naves nodriza.

Juntos, no revueltos

Llama la atención que el centro de control de la circulación y su homólogo encargado de la seguridad estén en plantas distintas del mismo edificio. A la pregunta de si quizás deberían estar juntos, Òscar Playà, responsable de metro de TMB se encoje de hombros y admite que tendría cierta lógica. No se descarta, ha explicado a este diario, que en el futuro se encuentre una ubicación lo suficientemente grande como para albergar todas las pantallas y el personal, unas 30-40 personas, que habitan en estos habitáculos separados pero de apariencia muy similar: esa configuración tan de lanzar un cohete al espacio, una pantalla muy grande y escritorios personales con tres o cuatro ordenadores y dos teléfonos por cabeza.

El centro de control del metro, primera filtro de las incidencias para decidir cómo se debe actuar

El centro de control del metro, primera filtro de las incidencias para decidir cómo se debe actuar / Elisenda Pons

El que nos atañe es el de seguridad, pero nada podría hacer sin el de control, en el piso inferior, que es el que tiene monitorizadas las incidencias de circulación. En el primero trabajan unas 15 personas, entre ellos, un agente de los Mossos y otro de la Guardia Urbana que movilizan a sus fuerzas si la situación lo requiere. En los extremos de la pantalla, unas cámaras pinchadas, seleccionadas aleatoriamente, pero con un punto de prevención: son estaciones en las que hay más probabilidad de que haya problemas.

Vagabundos y maleantes

En el centro, un mapa de todo el metro (las líneas más conflictivas son las que llevan más pasaje: L1, L5 y L3) con unas señales luminosas en algunas paradas. Indican el lugar en el que en ese momento están ubicados los vigilantes de seguridad, de manera que, si pasa algo en su área de influencia, se les puede reclutar para que respondan. Al lado, una lista con las últimas incidencias y la situación en la que están; resueltas o en curso. Este miércoles a media mañana se leía: 'presencia no autorizada de animales', 'existencia de vagabundo', 'persona enferma', 'acceso incontrolado de vendedores ambulantes', 'aviso de carteristas' o 'existencia de músicos'.

Aquí se reciben las llamadas de los postes de SOS repartidos por estaciones y trenes

Aquí se reciben las llamadas de los postes de SOS repartidos por estaciones y trenes / Elisenda Pons

El personal, amén de los policías y los dos jefes de sala, que son de TMB, forma parte de la empresa Securitas, la que ganó el lote del anterior concurso de seguridad del metro (junto a Prosegur) que ahora ha sido renovado y adjudicado a las mismas compañías. En la primera fila, explica Alfonso Andreu, director del centro de control de seguridad de metro, se realiza "la gestión operativa de los recursos en toda la red", es decir, se reparte el personal para atender las incidencias. El 60% tienen que ver con el incivismo, que no suele afectar a la circulación de los trenes pero sí a la convivencia y a la experiencia de usuario.

Imágenes disponibles

En segundo término está la hilera de control de los sistemas tecnológicos, lo que incluye, por ejemplo, el registro de incendios o el sistema de control de accesos. También son los que se encargan de la explotación y tratamiento de las imágenes, que se ponen a disposición de las autoridades policiales y judiciales si así lo estiman conveniente para resolver algún caso o causa abierta. Como el del ataúd, aunque ahí parece que hay poco que desempatar.