Urbanismo

Miedo e indignación en Consell de Cent con Urgell por las obras de prolongación de FGC entre Espanya y Gràcia

Vecinos y comerciantes lamentan la estrechez de la acera, que, dicen, genera inseguridad, y repudian que todo esto pase cuando soportaron hasta hace poco la construcción del eje verde

En octubre se empezarán a instalar las pantallas del pozo de la salida de emergencia de Ferrocarrils, cosa que obligará a restringir todavía más el paso

Obras críticas este verano en la plaza Espanya y el parque Joan Miró: rotonda de tres carriles y tala de pinos

Consell de Cent con Urgell, un eje verde, antes de las obras de Ferrocarrils

Consell de Cent con Urgell, un eje verde, antes de las obras de Ferrocarrils / Ángel García Martos

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lo vivido la tarde de este lunes en el auditorio Joan Bordetas, en el Eixample, ha sido un ejercicio de política en mayúsculas. Sobre el escenario, representantes del Ayuntamiento de Barcelona dispuestos a detallar cómo las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarrils, entre Espanya y Gràcia, afectan y afectarán al cruce de Consell de Cent con Urgell, donde está prevista una salida de emergencias del nuevo metro. En la platea, vecinos afectados por el ruido, las estrecheces y el polvo. Hay indignación, preocupación vecinal. Incluso miedo. El diálogo ha sido claro, duro por momentos, pero ha terminado con el compromiso municipal de mejorar asuntos como la distancia entre las fachadas y las vallas, la convivencia entre peatones, bicis y patinetes o la iluminación nocturna.

En este punto de la Esquerra de l'Eixample están con los trabajos previos para empezar a colocar las pantallas del pozo que permitirá perfilar la salida de emergencia. Es decir, se están desviando los servicios de agua, luz o gas para que el terreno esté despejado. Parece fácil. No lo es. Según ha detallado Begoña Castiblanque, responsable de seguimiento del proyecto, en octubre empezará la instalación de las paredes del pozo, una labor que requerirá de unos muros de separación con la vida pública para que una inmensa máquina de 20 metros de alto y 14 de longitud pueda marcar el perímetro de un pozo de 18 metros de diámetro y 60 de profundidad. Un trabajo, ha añadido, que debería terminar en abril. Luego vendría la perforación del túnel.

Trabakos previos de la prolongación de la L8 de FGC, en Gran Via

Trabajos previos de la prolongación de la L8 de FGC, en Gran Via / Elisenda Pons

La explicación técnica, sin embargo, ha dejado paso a las dudas y los temores. A saber: no pueden abrir las ventanas en pleno verano porque hay mucho polvo, quieren que se aproveche el pozo para que les pongan una estación y no solo una salida de emergencia, nadie les dice exactamente cuánto tiempo tendrán que aguantar unas obras que ya vivieron recientemente con la construcción del eje verde de Consell de Cent y temen estar viviendo la crónica de una muerte comercial, por mucho que estén previstas una lonas informando de las tiendas que quedan escondidas detrás de la obra.

Distancia mínima

Tanto la farmacéutica como la propietaria de un bar han coincidido en que el espacio de paso es raquítico, de 120 centímetros, han asegurado, y eso genera, primero, que nadie pase, y segundo, que se multiplique la sensación de inseguridad. Oriol Altisench, ingeniero jefe del ayuntamiento, ha recordado que la normativa obliga a que sean 180 centímetros y se ha comprometido a tomar cartas en el asunto. La boticaria ha añadido otro factor: "Las personas mayores que tienen que venir a buscar sus medicamentos cada semana no vienen por miedo. Esto se ha convertido en un túnel inseguro".

Consell de Cent con Urgell, un eje verde, antes de las obras de Ferrocarrils

Consell de Cent con Urgell, un eje verde, antes de las obras de Ferrocarrils / Ángel García Martos

Los responsables municipales se han llevado un buen chorreo. Ha sido así a pesar de que el titular de la obra es el Govern. Pero ya se sabe, cualquier afectación urbana conduce todas las miradas hacia el consistorio. En cualquier caso, ambas partes, ciudad y ciudadanos, se han citado en septiembre para ver cómo se implementa el plan de mejoras prometidas.