Obra de arte

Así es el nuevo mural dedicado a la tercera edad que se ha inaugurado en esta parte de Barcelona

El 'auca' vital de Pilarín Bayés

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La ilustradora Pilarín Bayés.

La ilustradora Pilarín Bayés. / Manuel Medir

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La dibujante Pilarín Bayés es la autora que se encuentra detrás del nuevo mural que se ha presentado en el barrio de Sant Gervasi - Galvany en la ciudad de Barcelona. Esta obra de arte pretende hacer un homenaje a la tercera edad, ya que se encuentra en la parte exterior del muro de la finca de Can Ripoll, donde está prevista la construcción de una residencia geriátrica.

El mural ilustrado por la catalana tiene 200 metros cuadrados de superficie y parte de la iniciativa 'NN wallery', un proyecto de la promotora 'Núñez i Navarro', propietaria de la finca. En la obra se pueden ver diferentes escenas de la vida cuotidiana de varios abuelos junto a sus nietos, como por ejemplo unos abuelos recogiendo a sus nietos de la escuela o jugando en la playa.

Homenaje muy sentido por la artista

Bayés ha asistido a la presentación del mural, que tuvo lugar este pasado martes, día 23, para ver el resultado de la obra en la que estuvo trabajando 15 días para diseñarla en papel y después traspasarla a vinilo. Bayés ha firmado la obra durante el acto de presentación.

La propia autora ha explicado a Betevé que el mural "es un homenaje a los abuelos, muy sentido por mi parte, ya que yo también soy abuela y muchos de mis amigos también, y veo el esfuerzo que hacen por los nietos y el buen entendimiento que tienen", ha comentado. Además, la ilustradora ha puesto en valor el papel de los abuelos en los primeros años de vida de sus nietos: "los abuelos están muy presentes en la vida de los nietos: cuando deben ir al espectáculo del colegio, a comprar zapatos o cuando deben enseñar a nadar e ir en bicicleta", ha explicado.

En la obra también se pueden observar varios detalles icónicos de la capital catalana, como el famoso panot (el adoquín más emblemático de la ciudad) La Pedrera o la Villa Olímpica. El lugar donde se ha plasmado, en el muro de la finca de Can Ripoll, había sido reclamado por los vecinos como equipamiento público, pero después de estar abandonado durante algo más de dos décadas, el edificio se derribó a principios de año y ahora está prevista la construcción de una residencia geriátrica.