Convivencia de usos

Vecinos, sector del ocio y de la música acuerdan medidas para conjugar fiesta y descanso en Barcelona

Todas las partes firman un pacto para replantear la oferta, diagnosticar a la ciudad y evitar conflictos

El sector del ocio nocturno y la FAVB buscarán nuevas ubicaciones para bares y 'discos' en Barcelona

El ocio nocturno entra en campaña y reclama poder abrir más locales en Barcelona

La increíble 'noche menguante' de Barcelona: 125 discotecas y pubs cerrados

Un grupo disfruta de una mesa VIP en la discoteca Bling Bling, en una imagen de archivo.

Un grupo disfruta de una mesa VIP en la discoteca Bling Bling, en una imagen de archivo. / Jordi Otix

Patricia Castán

Patricia Castán

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¿Hay intereses más contrarios que los de los jóvenes que quieren salir de fiesta en Barcelona y los de los vecinos que se quejan de ruidos o de los efectos colaterales de esas largas noches de marcha? Pese a ser posiciones aparentemente muy distanciadas, las dos partes están haciendo un gran esfuerzo para encontrar un equilibrio en las necesidades de unos y otros, tras meses de reuniones y sin que medie aún el ayuntamiento. Los primeros resultados de ese acercamiento se traducen ya en un "acuerdo histórico" entre vecinos y patronales del ocio y la música que abarca de a la creación de un observatorio del ocio a un plan especial para la noche, así como la posibilidad de reubicar licencias nocturnas, de modo que se alojen en espacios adecuados sin que la ciudad siga perdiendo locales, como ha sucedido en los últimos años. El foco estará puesto en muchos casos en las zonas clave del ocio en Barcelona (Tuset, triángulo Golfo y Front Marítim), pero también en poder ampliar las opciones actuales sobre todo en la franja de segunda hora (horario de discoteca).

La alianza para abordar los retos de convivencia entre el ocio nocturno y los residentes de Barcelona la han suscrito esto martes la Federació d'Assciacions Veïnals de Barcelona (FAVB), la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (FECALON), la Associación de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) y el Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y Provincia (GEDBP). Todas las partes han coincidido en que la situación actual del ocio tanto en la capital catalana como en su área metropolitana "no satisface las necesidades de todos los residentes", opinan, visto que los vecinos próximos a los locales donde acuden los jóvenes con ganas de socializar y divertirse a menudo sufren molestias que "afectan la calidad de vida" de los residentes, han coincidido.

Durante la presentación, Ramón Mas, presidente del GEDBP ha insistido en el compromiso del gremio barcelonés con un "ocio nocturno ordenado y respetuoso con la vida vecinal", promoviendo la convivencia y colaborando entre el sector público y privado a efectos de evitar botellones e incivismo. Mientras que Juan Camilo Ramos, presidente de la FAVB, ha manifestado que la federación está dispuesta a identificar problemas, mediar y buscar soluciones viables que minimicen las externalidades del ocio, incluso en el ámbito urbanístico.

Desde la Fecalon, su secretario general Fernando Martínez ha defendido que crear un observatorio del ocio serviría como marco de mediación, al estilo de la "justicia restaurativa", es decir que los afectados por una situación no deseable puedan intervenir en buscar soluciones para reparar el daño, en vez de recurrir a continuas sanciones o cierres. También ha alertado de la progresiva pérdida de espacios para el ocio, recordando que municipios como L'Hospitalet tienen solo dos discotecas para 3.000 personas, de forma que sus jóvenes acuden muchas veces a Barcelona, que ya tiene una gran presión, con 163 espacios de actividades recreativas pero mucha más oferta en la primera hora (copas), que en la segunda hora (discotecas).

Por parte de ASACC, su presidente, Lluís Torrents Cruz, ha abogado por comprender "las nuevas costumbres sociales", valorar la necesidad de ocio de los jóvenes por su propia salud mental, y proteger las actividades existentes evitando la implantación de actividades incompatibles en su entorno. Realizar un censo de la actividad es clave, reivindica de nuevo, para poder desarrollar el plan especial que "necesita la ciudad". Y ha aludido a experiencias de otras ciudades europeas, donde se reconoce a los clubs y discotecas como agentes culturales populares.

Siete puntos iniciales

Los puntos concretos que han acordado defender, según han explicado en rueda de prensa conjunta, parten de "diálogo" y "buenas prácticas" para hacer compatible vida nocturna y descanso, garantizando la calidad de la actividad como la prevención de conflictos. Las primeras medidas propuestas se resumen en impulsar ayudas para insonorización y aislamiento de viviendas junto locales con afectación sonora (modificando la normativa actual para hacerla más accesible); exigir que las nuevas edificaciones cumplan con los estándares de aislamiento acústico establecidos por el Código Técnico de la Edificación; realizar un diagnóstico de la oferta de locales de ocio existentes y un estudio sociológico del público --que el ayuntamiento ya habría comenzado a impulsar, según apunta Torrents-- para comprender mejor sus "necesidades" y usos; promover planes especiales de establecimientos musicales y actividades de ocio nocturno, "identificando emplazamientos viables para nuevas licencias y protegiendo las actividades existentes" de la mano de los ayuntamientos del área metropolitana.

También crear un Observatorio del Ocio para facilitar la mediación y la búsqueda de soluciones a las problemáticas existentes, que podrían impulsarse en breve, a partir de la creación de la figura del alcalde de noche que prometió el ayuntamiento, y que tuviera reuniones periódicas. La colaboración con Administraciones es otra de las propuestas para desplegar protocolos de convivencia, seguridad, e higiene, y reforzar la presencia policial para prevenir conductas incívicas, han apuntado. Hasta ahora, ha habido acuerdos concretos entre operadores del ocio y consistorio en materias como seguridad del Front Marítim y el Triángulo Golfo del Poblenou.

Pero uno de los puntos clave sin duda para el sector es la reubicación de licencias en casos excepcionales "para evitar la desaparición de actividades de ocio nocturno". Esta ha sido una situación frecuetne en la última década, donde las quejas o problemas de convivencia que han llevado al cierre de locales no se han acompañado de nuevas aperturas, ahogando la oferta, no solo en Barcelona, sino también en muchos municipios cercanos donde los jóvenes se ven obligados a salir de su localidad para poder divertirse.