Inmueble con historia

La FNAC se mudará a la Rambla de Barcelona e inicia la reforma del edificio donde estuvo H&M

El eje celebra el desembarco de la nueva "oferta cultural", que llegará en plena reurbanización del paseo

FNAC podría ocupar el edificio de la Rambla que albergó la sastrería Modelo

El Triangle de Barcelona fusionará tiendas y se replantea la venta de libros y discos

La tienda Modelo cierra tras 122 años en la Rambla de Barcelona

Obras en el 131 de la Rambla, edificio de la histórica sastrería Modelo, donde luego se ubicó H&M.

Obras en el 131 de la Rambla, edificio de la histórica sastrería Modelo, donde luego se ubicó H&M. / Jordi Otix

Patricia Castán

Patricia Castán

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Era uno de los edificios fantasma --por diversos motivos-- de la Rambla. El número 131, de extraordinaria ubicación comercial a un paso de la plaza de Catalunya, buscaba al inquilino perfecto desde hace casi tres años. Para muchos barceloneses siempre será el edificio de la histórica sastrería Modelo, que bajó el telón para siempre en 2007. Pero para los más jóvenes fue uno de los enclaves estrella del gigante sueco del textil H&M durante una década, hasta que reestructuró su presencia en el centro de Barcelona. A partir de ahora sin duda será un nuevo punto de encuentro local, al albergar la reubicación de FNAC --según ha podido saber este diario--, que se aleja así apenas unos metros de la que había sido su casa en el centro comercial El Triangle. Las obras ya han comenzado tras largos meses de negociaciones y el desenlace ha sido aplaudido tanto en el comercio del eje, como en el entorno de la operación: supone una apertura de calidad, y además vinculada a la cultura, en el corazón de la Rambla, en pleno proceso de reurbanización.

La marcha de H&M en 2021 dejó el edificio de seis plantas y sótano en estado de parálisis. En la etapa postpandemia requería un operador potente, con músculo económico y que pudiera asumir el coste de un alquiler en un edificio importante para la Rambla y la ciudad. El bloque tiene más de 3.000 metros cuadrados y precisamente la marca de moda había sido un gran dinamizador de ese tramo. Pero la envergadura de la operación hizo que el letrero de disponible luciese durante años, al igual que su anuncio en portales inmobiliarios.

Trabajos de renovación en el 131 de la Rambla, tras largo cierre, este mediodía de lunes.

Trabajos de renovación en el 131 de la Rambla, tras largo cierre, esta tarde de lunes. / Jordi Otix

El romance con FNAC empezó a fraguarse a principios de este año, como consecuencia natural de la salida de esta firma francesa de El Triangle. Allí el ayuntamiento había dado luz verde a finales de 2023 para abordar la mayor renovación a la que se había sometido el recinto desde que abrió puertas 25 años antes. Su reformulación del mix comercial comportó la salida a corto plazo de FNAC, que rápidamente empezó a buscar emplazamientos cercanos y acordes a su oferta, que va de los discos y libros a la tecnología.

Trabajos de mejora

En el bloque del 131 de la Rambla encontraban ya un recinto de plantas comunicadas con escaleras mecanicas y con una afluencia de público a la zona comparable a la de la plaza Catalunya. La Asociación de Comerciantes Amics de la Rambla ya había expresado reiteradamente su deseo de que el local encontrase ocupante digno del emplazamiento, y su bendición si se trataba finalmente de FNAC.

Pero la reciente moratorial comercial impuesta por el ayuntamiento para reordenar la oferta del centro de la ciudad, y en concreto que congela nuevas licencias dos años años en la Rambla, para poder mejorar su mix de comercios y servicios, hacían temer que el inmueble siguiese vacío todo ese tiempo, apunta a este diario su nuevo presidente, Pau Bosch. Por fortuna, la tramitación administrativa ya se había iniciado, de modo que este lunes el edificio luce ya sumido en obras, con grandes contenedores en la puerta, y planes de renovación integral en las próximas semanas.

Bosch afirma que están "muy contentos" por el nuevo uso que entra en juego en la Rambla. Aplaude que se trate de oferta cultural y reconocida en todo el mundo. Y por su tipología de producto no será un reducto turístico, sino un gran atractivo "para los ciudadanos de Barcelona", señala a este diario.

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