Modelo económico

Jordi Clos cree que el turismo ha tocado techo en Barcelona y debe abrirse una nueva etapa

El presidente de Turismo Barcelona y exalcalde de la capital catalana apuesta por atraer a visitantes más sostenibles y que viajen a la ciudad por su gastronomía, cultura, museos, arquitectura o grandes eventos

El presidente de Turismo de Barcelona, Jordi Clos.

El presidente de Turismo de Barcelona, Jordi Clos. / MARTA PÉREZ / EFE

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El presidente de Turismo de Barcelona, Jordi Clos, cree que el turismo en la ciudad ha tocado techo y que la ocupación óptima estaría sobre un 82%, por lo que la entidad inicia una nueva etapa de promoción que busca atraer a turistas de calidad que vienen a la ciudad con propuestas concretas.

Clos diseñó en 1993 junto al entonces alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, la entidad que ahora preside y que nació después de los Juegos Olímpicos de Barcelona, para impulsar la capital catalana como destino turístico.

"Hemos cumplido nuestra misión, que era estar presentes en el mundo, estar en el 'top ten' de las ciudades europeas con más turismo", explica Clos en una entrevista con Efe y recuerda que, en este tiempo, la capital catalana ha pasado de tener 4,5 millones de pernoctaciones a más de 20 millones.

Al límite

Según Clos, tras el "éxito" obtenido estos años, ahora estamos en otra fase, una nueva etapa, en la que tras haber llegado al "límite" de turistas, hay que ir cambiando la tipología del visitante.

Por ello, Clos apuesta por lograr cada vez más atraer a un turista más sostenible, más cultural, "que venga a la ciudad para algo concreto", como puede ser la gastronomía, la cultura, los museos, la arquitectura o los grandes eventos que se celebran, entre otros muchos productos.

Este proyecto para los próximos años pasaría también por cambiar el "mix" de la ciudad y volver a tener el 50% de los turistas que vienen a Barcelona llegados por negocios y el otro 50%, para visitar la ciudad.

En este sentido, el consorcio público privado está cambiando su manera de promocionar la ciudad y ya no lo hace tanto a nivel general sino con cosas concretas.

Convención de McDonald's

Clos ha puesto como ejemplo la convención que celebró, por primera vez fuera de Norteamérica, la multinacional McDonald's en Barcelona el pasado mes de abril y que reunió a unos 14.000 congresistas que dejaron un impacto económico de 24,5 millones de euros, o los tres grandes congresos de medicina e investigación que se celebrarán en otoño.

Para conseguir este reto de atraer a un turismo de calidad, Clos cree que es muy importante que empresarios, Turismo de Barcelona, Cambra de Comerç y Ayuntamiento de Barcelona estén "perfectamente alineados", que coincidan en la necesidad de transformar la promoción turística de la ciudad para que todos puedan convivir en sintonía.

Así, Turismo de Barcelona está pasando de ser una entidad que se dedica a la promoción, a ser "una entidad que se dedica a buscar turismo de calidad a través de la promoción".

"Cuando hablamos de turismo de calidad hablamos tanto de turismo de lujo como de no lujo. Para mí también es importante el turismo universitario, el joven que viene por primera vez a Barcelona y que, luego, repite como visitante de alto poder adquisitivo, como pasó con el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama", apunta Clos.

La Copa América

Otros ejemplos son los de la Copa del América de Vela, que se celebra este verano en Barcelona, que sobre todo es un "evento muy importante a nivel de comunicación", aunque no suponga atraer a un número exagerado de visitantes aunque sí tienen un alto nivel adquisitivo, o la cumbre del sector del lujo que celebrará 'Financial Times' en la ciudad el año que viene.

El responsable de la promoción turística de Barcelona, que también es el presiente del Gremio de Hoteles de la ciudad, considera que una ocupación media anual del 82% es "óptima" para mantener el nivel de calidad del sector.

De hecho, en los primeros meses del año, la ocupación media en la ciudad ha sido del 81,2%, 0,6 puntos por encima de la de 2023, y el precio medio ha aumentado 19 euros hasta los 189 euros, situación que hace que el sector sea "sólido, estable y que genere un volumen de empleo considerable".

Para Clos, el turismo se ha convertido en un elemento de consumo internacional, al que antes solo podían acceder las élites y que en los últimos años ha llegado también a las clases más humildes.

Turismofobia minoritaria

Considera que la llamada "turismofobia" es minoritaria en Barcelona y tiene muchos menos seguidores que en otras ciudades españolas o del mundo, como lo demuestra la última manifestación que hubo y que congregó a menos de 3.000 personas, organizada por más de 100 plataformas, muchas de ellas que no tenían nada que ver con el sector turístico.

Sin embargo, Clos cree que la imagen de gente lanzando agua con pistolas a los turista que "ha dado la vuelta al mundo" es "terrible". "Nosotros somos una ciudad anfitriona", donde los barceloneses valoran en un 8,5 sobre 10 al turismo, subraya.

Clos reconoce que, lógicamente, todo el mundo tiene derecho a protestar pero cree que "agredir" a los turistas es una "irresponsabilidad total", porque también hay que tener en cuenta que en el sector trabajan unas 150.000 personas en la ciudad.

Además, se ha preguntado si esa gente que echó agua a los turistas viaja a algún sitio o no sale de su ciudad.