Previsiones del sector

Los pisos turísticos de Barcelona se defienden: el 75% de usuarios este verano son familias

La patronal Apartur prevé una ocupación del 85% y se mantiene en pie de guerra contra la erradicación de su actividad

Barcelona espera este verano una ocupación hotelera del 87%, sin récords pero con mayor gasto

Collboni anuncia que Barcelona extinguirá sus 10.000 pisos turísticos en 2028

Marian Muro se pone al frente de Apartur para tratar de evitar la eliminación de los pisos turísticos de Barcelona

Turistas rumbo a su alojamiento en el centro de Barcelona.

Turistas rumbo a su alojamiento en el centro de Barcelona. / Zowy Voeten

Patricia Castán

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En pleno pulso abierto con el Ayuntamiento de Barcelona por la posible erradicación de los pisos turísticos en 2028, la patronal del sector Apartur ha salido a escena este jueves para dar sus previsiones del verano en curso y radiografiar la actividad que defiende. Estiman que los pisos por días de la capital catalana vivirán un "buen verano", con una ocupación media del 85%, pero precios por encima de la prepandemia. Y subrayan que tres de cada cuatro reservas (el 75%) están realizadas por familias, en un intento de alejarse de la idea de conflictividad en la convivencia que genera en algunas fincas de vecinos la presencia de turistas.

Cabe recordar que los apartamentos por días para viajeros representan el 40% de la oferta de la ciudad y albergan a unos 2,5 millones de visitantes anuales.

La nueva directora de Apartur, Marian Muro (exdirectora de Turismo de Barcelona), ha hecho su primera presentación al timón de la entidad, que la ha fichado para fortalecer al sector y encabezar las posibles negociaciones con el consistorio. La experta ha reivindicado el papel económico de los pisos turísticos y ha sido combativa con los planes del alcalde Collboni de liquidar los 10.000 apartamentos turísticos legales de Barcelona en 2028 como parte de sus planes para afrontar la emergencia habitacional de la ciudad.

En un intento de dar más transparencia a la actividad, Apartur --que agrupa a más de 400 empresas y profesionales que explotan estos alojamientos-- ha desgranado las expectativas de la temporada y las tipologías de viajeros que alojan sus asociados durante el verano. Su objetivo es "romper falsos mitos", ha dicho. Cuantitativamente, la ocupación será en julio algo más baja a la del año pasado, mientras que en agosto las cifras serán similares. Como ya revelaron también los hoteleros la semana pasada, los precios que pagarán los turistas por alojarse serán más altos que en 2019 y las reservas se están haciendo con más antelación, han destacado.

Y aunque el perfil del cliente de los pisos turísticos cambia según la época del año, en verano es eminentemente familiar, han insistido. Tres de cada cuatro reservas lo son, y su estancia media es de cinco días.

Defensa de la actividad

En boca de su presidente, Enrique Alcántara, el colectivo ha insistido en que su oferta (10.000 pisos con licencia turística) representa un 0,77% del total del parque de viviendas de la ciudad, que consideran mínimos si se comparan con 79.000 viviendas que en la actualidad se destinan a usos no residenciales. Entre estos figuran casi 27.000 utilizados para actividades económicas, como despachos, y su actividad no está limitada en número como sucede con los alojamientos, argumenta. "El problema de la vivienda en Barcelona no es culpa nuestra", ha enfatizado. Ha puesto como ejemplo, el caso de Ciutat Vella, donde se cortaron las licencias nuevas hace 10 años, pero "los precios del alquiler han seguido subiendo".

Muro ha recapitulado los movimientos legales que están llevando a cabo contra el decreto ley del Govern que abrió la puerta a que cada municipio decida cuántos pisos turísticos permitir. Cree que la Administración está impulsado "expropiaciones forzosas" y sin indemnización que "no son legales", opina. El Tribunal Constitucional admitió a trámite su recurso y la Comisión Europea ha pedido al Gobierno español explicaciones sobre la normativa catalana "por atentar contra la seguridad jurídica y la directiva de servicios de la UE".

Próximamente interpondrán una reclamación en Europa por supuesta vulneración de la directiva Bolkestein. Y reitera que si Collboni sigue adlenta con su medida, el ayuntamiento tendrá que lidiar con las indemnizaciones que "podrían solicitar propietarios y gestores".

La entidad cree que si Barcelona se queda sin apartamentos turísticos legales (en su día abonaron una tasa municipal de unos 200 euros y obtuvieron un número de registro de la Generalitat), proliferarán los ilegales, que ni pagan impuestos ni son controlables, opinan. Y de nuevo se alerta sobre el déficit de camas que se produciría en momentos de grandes ferias y congresos, cuando la ciudad se llena y los hoteles resultarían insuficientes. Además de una posible subida de sus precios a falta de competencia, vaticina Muro, decidida a abrir el diálogo que hasta ahora no han tenido con el equipo de gobierno y "mejorar la regulación", sin destruir el sector.