El 42% de los pisos de alquiler anunciados en Barcelona son de temporada

Ya lo sabían quienes buscan piso de alquiler de larga duración en Barcelona y se topan una vez tras otra tras el mismo muro: "Se alquila hasta un máximo de 11 meses", suelen advertir los anuncios de los grandes portales inmobiliarios. La sensación de muchos inquilinos de que cada vez hay más vivienda por meses queda patente con los últimos datos de Idealista. Hasta ahora habían estimado que un tercio de oferta de alquiler disponible y anunciada en la ciudad elegía esta vía. Sin embargo, el balance del segundo trimestre de 2024 da cuenta del ascenso de esta práctica legal que aún no está específicamente regulada y por tanto puede aplicar precios de libre mercado: los pisos que solo se alquilan por temporada representan ya el 42% de sus anuncios. Y al otro lado de la historia, la oferta publicitada de arrendamiento tradicional (más de cinco años) se ha desplomado un 45% en el último año.

Ha sido un año intenso de intentar aplicar políticas que pongan freno al aumento de los alquileres. Y en la misma medida en que el Gobierno con la ley de vivienda, y el Govern catalán --siendo la única comunidad que ha optado por aplicar el límite de rentas en zonas de precios tensionados-- han hiperregulado el mercado, este parece revolverse y cambiar de estrategia. Así, propietarios que no quieren asumir la contención de rentas y los riesgos que comportan los impagos en la actualidad, han dado el salto hacia los contratos de temporada. En especial grandes tenedores y fondos.

En Barcelona, donde este mercado ya era muy pujante hace un par de años (ante el alud de nómada digitales o 'expats' que se instalan para temporadas largas), la oferta al respecto ha crecido un 48% en los últimos 12 meses. Hasta suponer el 42% de los anuncios de pisos disponibles en la actualidad. En otros municipios aumentan mucho más en proporción, pero su representación es casi residual. Mientras que en Barcelona este tipo de contrato se llega a dar para barceloneses que aceptan la temporalidad (a precios más altos) a falta de encontrar una vivienda estable en un momento más propicio de mercado.

En el conjunto de España, donde tenían mucho menor peso, también se han desatado al crecer de media un 55% en un año, aunque su peso en conjunto es del 13%. El caso barcelonés solo es comparable al de San Sebastián, donde representan el 34% de la oferta anunciada. Madrid aún está muy por debajo en este segmento inmobiliario, y aunque crece un 53% en un año, supone el 16% del total.

La ciudad con más cambios

El caso de la capital catalana destaca al ser la que más proporción de vivienda de temporada oferta en estos momentos, y también la ciudad donde más se reducen las opciones de pisos de alquiler convencional. Si en Barcelona este estoc ha caído un 45% en un año, en Madrid 'solo' lo ha hecho un 22%.

Para Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, las cifras significan que "legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado". Añade que el trasvase al alquiler de temporada, "dificulta aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas".

En cambio, el gerente de la Cambra de la Propietat de Barcelona, Òscar Gorgues, matiza que los pequeños propietarios siguen prefiriendo el contrato convencional de larga duración, aunque las propias agencias o la cambra encuentran inquilinos tan rápido dada la lista de espera que esta oferta no llega a aflorar a los portales. También optan por renovar contratos con inquilinos que ya tenían. Y añade que los precios medios de la ciudad escalan también en la medida en que los pisos de temporada se concentran en zonas céntricas y viviendas renovadas para ese uso, con una mayor cotización, que además duran más en el mercado que los asequibles.