Entrevista

Iván Pera, guardián del Pacto para Ciutat Vella: "Tenemos que restaurar muchos equilibrios"

El comisionado del distrito lidera el proceso recién estrenado para crear estrategias que revitalicen integralmente el centro de Barcelona

Barcelona arranca esta semana su hoja de ruta para revitalizar Ciutat Vella a 10 años vista

Algunos exconcejales y vecinos plantarán a Collboni en la presentación del Pacto para Ciutat Vella

Ivan Pera, comisionado del Pacto para Ciutat Vella, junto a la sede del distrito.

Ivan Pera, comisionado del Pacto para Ciutat Vella, junto a la sede del distrito. / Marc Asensio

Patricia Castán

Patricia Castán

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El fichaje de Ivan Pera (Mataró, 1970) como comisionado del Pacto para Ciutat Vella fue el primer paso inmediato del alcalde Jaume Collboni para escenificar que cumplía su promesa electoral de poner al distrito central como protagonista del mandato. Recibió el desafiante "encargo" de liderar el "nuevo proceso de transformación urbana, social y económica" de ese efervescente territorio, pero hasta ahora había estado en la sombra. Ha dedicado estos meses a la tarea poco lucida de ir construyendo los cimientos de una hoja de ruta, que ya genera polémicas y este miércoles se ha presentado en el Liceu.

Pero para este licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Deusto (Bilbao), que también ha cursado el Programa de dirección y gestión de oenegé por Esade, los procesos de participación y mediación son misión habitual. Lo hizo 11 años en el consistorio de Mataró, y desde 2018 remaba en el Ayuntamiento de Barcelona, primero como asesor del grupo socialista, y de 2020 a 2023 como jefe de gabinete de la tinencia de Seguridad y Prevención. De modo que está curtido en trabajar codo con codo con el concejal Albert Batlle, que desde hace un año es también concejal de Ciutat Vella.

Por fin sale a la palestra pública. ¿Qué ha estado haciendo en su despacho en el último año como comisionado?

El alcalde Collboni ya incluía la idea de este pacto en los dos últimos programas electorales, de hacer un abordaje integral y estratégico a fondo en Ciutat Vella. Yo tengo que desarrollarlo. El distrito ha de saber dónde ir y cómo hacerlo y para ello durante el año previo se ha hecho un trabajo interno para definir cómo tiene que ser ese proceso de pacto y generar papeles sobre la diagnosis y algunas ideas sobre el camino. Son temas que pondremos sobre las mesas de debate, con contenido. Y de cara afuera nos hemos dedicado a hablar con mucha gente, más de 140 entidades y representantes, para demostrar que aquí ha de participar todo el mundo. Y hemos ido a buscarlos. Incluso a gente con quien tenemos diferencias.

Algunos ya se han desmarcado del Pacto y lo han criticado y plantado, como los exconcejales de distrito Gala Pin y Jordi Rabassa, y varias entidades vecinales críticas con el PSC.

Sí, puedo entender sus motivos, pero yo les he explicado el proyecto y si la gente nos planta no dejaré de irlos a buscar para que estén todos.

Usted verbalizó al inicio de mandato que sus predecesores de BComú habían escuchado solo a entidades afines y habían negado su voz a sectores como el comercio, como si la economía fuese ajena al barrio, dijo.

Así es. Mucha gente no fue escuchada, y mi objetivo es acabar con los enfrentamientos de antes y generar confianza entre las partes. De hecho hemos empezado con gente a quien nadie escuchaba hace ocho años [en alusión a la etapa de Colau en la alcaldía].

Se ha encontrado con muchos frentes abiertos y voces muy críticas con el estado del distrito. Díganos su orden de prioridades.

Es el espacio público, porque es donde se concentran todos los problemas. Hay que recuperar ese espacio, generar oportunidades y devolver el orgullo de Ciutat Vella. Pero el Pacto debe restaurar muchos equilibrios, el del descanso vecinal con la actividad económica, cultural y social. O el cuidado de los más vulnerables pero a la vez cuidar el barrio, que es un tema que afecta sobre todo al Raval a los que hay que dar una solución que no es fácil. Por eso la convocatoria es abierta a todas la entidades.

El comisionado Ivan Pera, en las calles de Ciutat Vella.

El comisionado Ivan Pera, en las calles de Ciutat Vella. / Marc Asensio

¿Cómo pretende armonizar intereses tan contrapuestos?

Todos están invitados a participar y podrán elegir en qué grupos de trabajo participar, entre los cuatro ejes que hemos creado: personas, espacio público, economía y vínculos. Esto lo estamos preparando con el equipo técnico, para poder presentar la metodología en septiembre y empezar las reuniones de los grupos de trabajo de cada eje. Habrá una segunda sesión en enero donde se compartirá un manifiesto de prioridades. Volveremos a más sesiones de trabajo durante la primavera, para definir ejes estratégicos de actuación. Y hacer una tercera sesión plenaria en junio de 2025 donde ya mostrar las acciones en cada ámbito. Y luego comenzarían las sesiones de seguimiento.

En lo que sí coinciden vecinos y comerciantes es en garantizar la acción. Temen que se acabe el mandato y sigan teorizando...

Al principio hablamos de destinar 200 millones durante seis años a Ciutat Vella, pero este mismo mandato ya serán 225 en inversiones, y seguirán creciendo el próximo. Serán para equipamientos, vivienda y espacio público. En paralelo ya están pasando cosas, como las restricciones de licencias de actividad y la moratoria para la Rambla que anunciamos el pasado viernes o las mesas sobre el problema del ruido que ya hemos iniciado y donde por primera vez se sientan todos los afectados en busca de soluciones. Pronto presentaremos un plan sobre este tema.

¿Y qué pasa después si el PSC no fuese reelegido?

Este pacto ha de ser social y político. Buscamos el compromiso del resto del grupos para que esto se desarrolle gane quien gane. Quien quiera hacer política de Ciutat Vella no nos encontrará, vamos a hacer políticas para Ciutat Vella.

Usted vivió 21 años en el distrito. Habla siempre con añoranza y cierta idealización de la etapa de Maragall y su herencia.

Llegué al Raval en 1998 y viví allí hasta la pandemia. Pienso que en los años sin socialismo el ayuntamiento no ha tenido una visión estratégica sobre el centro de la ciudad ni voluntad de colaboración público privada. Además el contexto mundial ha cambiado y también la presión que tiene Ciutat Vella.

Se apoyará en la empresa municipal Foment de Ciutat, heredera de agencias de promoción específica como fueron Procivesa en los años 80 o Foment de Ciutat Vella a finales de los 90.

No era necesario crear nada, porque contamos ya con Foment de Ciutat, que gestiona el Plan de Barrios. Ahora va a tener una parte dedicada al distrito, con la que vamos a recuperar ese modelo de actuación en Ciutat Vella. Es un instrumento necesario.

¿Cómo quiere abordar la saturación turística y su influencia en la monotematización de sus barrios?

Vamos a hacer un estudio a fondo de la actividad económica. Según nuestros datos de este año, el 77% del sector servicios es hostelería, tenemos 226 hoteles (el 31% del total en Barcelona) y el 44,1% de la economía se basa en comercio y hostelería. Hay que mimar la actividad económica, haciéndola compatible con vivir en el distrito. Pero hemos de promover la oferta de calidad que queremos, con planes de usos e incentivando otras actividades.

¿Qué hacer con la oferta ya arraigada, con calles llenas de tiendas de suvenires, supers 24 horas o artículos cannábicos?

No podemos intervenir en el libre mercado pero sí hacer que se cumpla la normativa en la oferta actual. Estamos llevando a cabo multinspecciones de la actividad económica que integran desde la Guardia Urbana, a técnicos del distrito, Hacienda y Trabajo. En breve daremos los resultados.

Los restauradores y los comerciantes creen que tras las inspecciones no se toman las suficientes medidas.

No es cierto. En la calle Ample hemos restringido una parte de la actividad de una panadería porque no cumplía con el plan de usos. Y queremos actuar específicamente en calles como Comtal [donde ha habido una rápida extinción de tiendas de barrio e históricas, relevadas por negocios turísticos].

¿Va a radiografiar también el uso de las viviendas y sus verdaderos usuarios?

Tenemos necesidad de contar con datos actualizados para conocer toda la complejidad del territorio y precisamente vamos a crear un Ciutat Vella Lab con indicadores propios y de terceros que permitan tener el pulso. En materia de vivienda, la rehabilitación va a ser clave.

El Pacto fija objetivos a 10 años vista, pero el primer año podría podría haber terremotos si no logra treguas.

Tengo optimismo, humildad y esperanza. Pero hay problemáticas que no se solucionan en dos días.

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