Collboni promete invertir 228 millones de euros en Ciutat Vella este mandato

El gobierno municipal de Barcelona ha presentado, con un gran acto este miércoles por la tarde en el Conservatorio del Liceu, su Pacto para Ciutat Vella. Como avanzó EL PERIÓDICO el lunes, se trata de una hoja de ruta para revitalizar el distrito a 10 años vista. Arranca con un presupuesto de 228 millones de euros para este mandato.

El alcalde, Jaume Collboni, ha subrayado el centenar de agentes sociales, culturales, económicos y políticos que están llamados a aportar sus inquietudes y recetas. El teniente de alcaldía de Seguridad y concejal del distrito, Albert Batlle, ha enfatizado la vocación de consenso del plan, pese a que una treintena de vecinos han protestado en la puerta del centro cultural al inicio del acto. Han intervenido también Clara Navarro, CEO de la Fundación Ship2B y profesora de Esade, y el comisionado Iván Pera, que es quién tripulará el proyecto con dedicación exclusiva.

La maquinaria la pone la empresa municipal Foment de Ciutat, creada hace 30 años precisamente por los primeros consistorios socialistas para remodelar el casco antiguo. Tras varios cambios de nombre y orientación, hoy se encarga de ejecutar el Pla de Barris. A partir de ahora también gestionará la nueva Oficina técnica del Pacto, con la misión de “acompañar la transformación del distrito como en su momento hizo Foment de Ciutat Vella”.

De los 228 millones comprometidos, 225 serían para inversiones y los otros tres se destinarían a “reforzar políticas sociales y políticas de prevención”. La cifra desborda los 200 millones durante seis años prometidos durante la campaña electoral. Las acciones concretas a desarrollar se definirán los próximos 12 meses a través de “jornadas, sesiones de trabajo y encuentros de diagnóstico y definición de líneas estratégicas”. Se dirigirán a cinco públicos: vecinos, trabajadores de la zona, familias, jóvenes y gente mayor.

Eso sí, el consistorio ya avanza que sus “propósitos clave” serán “ordenar y transformar el distrito, crear oportunidades y recuperar el orgullo y la identidad”. El despliegue de las primeras actuaciones llegaría a partir de otoño de 2025. Un observatorio llamado Ciutat Vella Lab deberá evaluar los resultados, mientras que un Consejo Asesor formado por personalidades vinculadas al territorio velarán por el desarrollo del Pacto.

Críticas

La cita ha contado con la presencia de caras conocidas y de vecinos o trabajadores del territorio, pero también ha recibido críticas e incluso plantones. Los tres últimos concejales del distrito -Mercè Homs (Junts), Gala Pin (Bcomú) y Jordi Rabassa (Bcomú)- han rechazado asistir. En un artículo de opinión en EL PERIÓDICO los dos ediles de los Comuns han argumentado que el Consejo Asesor del Pacto no es representativo ni cumple con el reglamento de participación municipal. El resto de la oposición se mantiene escéptica sobre la eficacia de la nueva hoja de ruta.

Además, por la mañana varios colectivos vecinales han cuestionado la vocación integradora del proyecto, que han tildado de “imposición” y de “participación simbólica”. Temen que las medidas que genere el Pacto prioricen la actividad económica frente a “la educación, la salud o la vivienda”.