Las cinco diferencias entre el nuevo bus náutico y las Golondrinas de Barcelona

De la Exposición de 1888 a la Copa América

A estas alturas es normal vivir de cerca el mar de la ciudad, pero los barceloneses de cierta edad recordarán los tiempos en que la mayoría de los habitantes de la capital catalana apenas pisaban sus playas. Las Golondrinas, al final de la Rambla, eran para muchos el único nexo con el mar de la capital catalana. El bus náutico, en cambio, nace en un contexto en el que, gracias a la iniciativa del alcalde Pasqual Maragall, la ciudad lleva más de 30 años abierta a su litoral. Las Golondrinas empezaron a circular en 1888, año en el que Barcelona acogió su primera Exposición Internacional. Ahora, otro evento, la Copa América, ha dado pie al nacimiento del bus náutico.

Transporte para empleados, paseo para turistas

El bus náutico, inaugurado este miércoles por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente del puerto, Lluís Salvadó, nace con el fin anunciado de transportar a los empleados de empresas vinculadas con la Copa América que trabajan en la zona del Moll del Llevant, Tanto Salvadó como Collboni han puesto el acento en que el bus náutico servirá a las 3.400 personas que trabajan en la Nueva Bocana, entre ellos los 1.100 de la firma de reparación de yates MB92 o los 500 de Norrsken. Pero también se espera que algunos vecinos de la zona utilicen los dos nuevos barcos. El tiempo dirá si el bus náutico se convierte en un atractivo para los turistas. Por ahora, esa es la función de las Golondrinas: paseos turísticos de mayor o menor duración, pensados para el recreo.

Recorridos y duración

El bus náutico hace un solo recorrido, ya citado, del Moll de Drassanes al de Llevant, con una duración de 10 minutos, y ofrece así una alternativa al trayecto terrestre entre ambos puntos, a pie, en bici, coche o moto, que puede superar la media hora. Las Golondrinas ofrecen dos recorridos: uno por el puerto de Barcelona, de 40 minutos, y otro por el puerto y el litoral de la ciudad, que dura una hora y permite contemplar las playas y la imagen de la ciudad desde el mar. Además, las Golondrinas ofrecen servicios para visitar las bases de los equipos de la Copa América y, a partir del 22 de agosto, para seguir la competición desde el mar.

Dos embarcaciones 'contra' cinco

El bus náutico cuenta con dos embarcaciones, el Ecocat Dos y el Ecocat Tres, eléctricas: funcionan con energía solar y conexión eléctrica. Llevan placas solares que generarán el 40% de su consumo. El Ecocat Dos tiene una eslora de 11,90 metros y una capacidad para 56 pasajeros y el Ecocat Tres, una eslora de 14,70 metros y capacidad para 84 pasajeros. El primero está equipado con dos motores de 20 kW y el segundo con dos motores de 50 kW. Las Golondrinas disponen de cinco embarcaciones, dos de ellas tradicionales, de madera y dos pisos: Encarnación, con 22 metros de eslora y 150 plazas; y María del Carmen, con 19 metros y 150 plazas. Ambas datan de 1953 y llevan los nombres de hijas de uno de los socios de la empresa. Las otras tres Golondrinas, que son las que salen del puerto para recorrer también las playas, son más modernas: son el monocasco Antina G. (de 2008, con 25 metros de eslora y 146 plazas) y los catamaranes Ómnibus (del 2000, 19 metros y 146 plazas) y Trimar (1997, 26 metros y 196 plazas).

Tarifas y horarios

El bus náutico funciona de las 7.00 a las 19.00, con una frecuencia entre 15 y 30 minutos, y tiene una tarifa de 1,9 euros por viaje, y 2,85 euros si se quiere ida y vuelta. Un bono de 10 viajes cuesta 13,30 euros. Un bono mensual con trayectos ilimitados, 40 euros. Los menores de 5 años no pagan y los de 5 y 6 años tienen un 60% de descuento. En el caso de las Golondrinas, el viaje de 40 minutos por el puerto es gratuito para menores de 5 años, cuesta 4,5 euros para niños de 5 a 10, 8 euros para adultos y 7 para jubilados y estudiantes. El trayecto de una hora, que incluye salida al mar, tiene los mismos precios para los menores. La tarifa es de 11,5 euros para adultos y 9 para jubilados y estudiantes.