MAPA | El alquiler medio firmado por una vivienda en Barcelona alcanza los 1.193 euros

Alquilar un piso en Barcelona costó una media de 1.193 euros en el primer trimestre de este año, en concreto un 1,3% más que a finales de 2023, y casi un 10% más que hace un año. La escalada de las rentas no se ha detenido aún pese a la entrada en vigor (a mitad de marzo) del límite a los precios de alquiler que se aplica en municipios considerados tensionados en Catalunya. De hecho, aumentaron en siete de los distritos, en algún caso más significativamente. El precio medio por metro cuadrado se sitúa en 16,73 euros. La otra tendencia que se repite es un menor volumen de contratos firmados de lo habitual en este periodo, en concreto fueron 9.826 en los tres meses.

Los datos procedentes del Incasòl, el organismo de la Generalitat donde se notifican los contratos y depositan las fianzas, arrojan la radiografía más exacta de los precios que se pagan en la capital catalana. Los promedios que establecen los grandes portales inmobiliarios se basan en los precios anunciados (que no necesariamente son los finalmente acordados) y pueden estar distorsionados por la creciente oferta de viviendas de alquiler temporal, que siempre resultan más caras por estar amuebladas y listas para entrar.

Así que los resultados hasta marzo recién publicados suponen la constatación de que los arrendamientos no han dejado de subir trimestre tras trimestre en los últimos años, aunque siguen desacelerándose como ya se apuntó en el anterior balance trimestral y más teniendo en cuenta la inflación. En esta ocasión bajan en tres distritos (Sants-Montjuïc, Sant Andreu y Nou Barris), aunque es pronto para relacionarlo con la limitación que marca el índice estatal e impuso Catalunya, ya que también en el último trimestre de 2024 hubo descensos en otros dos distritos que ahora han vuelto a subir.

Distritos al alza

Ahora el incremento más relevante se ha producido precisamente en la zona más cara de la ciudad, Sarrià-Sant Gervasi, que tras crecer más de un 6% en un trimestre se sitúa en 1.651,8 euros al mes, seguido por Les Corts a 1.388 y por el Eixample rozando los 1.340 euros. Estos tres, pese a sus precios, han aglutinado el 36% de los contratos.

A continuación se sitúa Gràcia, donde los contratos firmados han sido 57 euros más caros que al acabar 2023, superando ya los 1.200 euros y alcanzando un 10% de aumento si se pone la lupa en los datos de hace justo un año. Los cuatro distritos quedan por encima de la media de la ciudad.

Al otro extremo, el territorio más económico, Nou Barris, ha bajado simbólicamente cuatro euros mensuales, hasta los 828,7, pero sube un 8,7% interanual; mientras que Sant Andreu está a 939,9 euros. En ese podio más asequible está también Horta-Guinardó a 973,6 euros mensuales, cerrando las opciones por debajo de la barrera de los 1.000. No obstante, esos tres casos tienen poca oferta y suman solo un 22,6% de los contratos realizados en la metrópolis.

Esta vez, el descenso de Sants-Montjuïc (1.026,7 euros) llega tras una carrera de precios propiciada por las nuevas promociones de vivienda en Can Batlló y en la Marina del Prat Vermell, que este año ya han sido absorbidas en algunos casos.

En la parte media de la lista quedan también Ciutat Vella a 1.128,8 euros y Sant Martí a 1.140,3.

Si la comparativa se hace interanual, respecto a los datos del primer trimestre de 2023, los aumentos son marcados en todas las zonas. En aquel momento el contrato medio de la ciudad se situó en 1.087,3 euros, lo que significa que un año después se están pagando 106 euros más por vivienda.

Evolución de contratos

El volumen de contratos acordados (9.826), que el año pasado había caído trimestre tras trimestre, remonta respecto al cierre de 2023, pero está a más de mil formalizaciones por debajo del mismo periodo de hace un año, que suele ser el trimestre más activo. Ello se achaca tanto a los problemas de oferta que sigue acusando la ciudad --la ley de vivienda y el control de precios han sacado muchos pisos del mercado-- como al hecho de que cada vez hay más propietarios que optan por mantener a sus inquilinos, así como arrendatarios que eligen quedarse al no encontrar apenas alternativas.

Así lo interpreta la Cambra de la Propietat, que subraya que al haberse ido finalizando los anteriores contratos de tres años y siendo el mínimo actual de cinco años se produce una menor rotación (constatada en el último informe del Observatori Metropolità de l'Habitatge de Barcelona). En este sentido, la Cambra ha reivindicado que el Incasòl especifique en sus estudios qué volumen de nuevos contratos son renovaciones con un mismo inquilino para conocer hasta qué punto esa tendencia determina la menor oferta en el mercado.

El gerente de la entidad, Òscar Gorgues, también apunta que el incremento de Barcelona está por debajo del IPC (3,2%) y que el ligero incremento medio de la superficie (75 metros cuadrados) y la mejora cualitativa de la oferta (cada vez hay más pisos reformados) también interviene en ese aumento reciente de precios.

En los últimos cinco años el incremento acumulado ha sido del 21,5% en el precio medio de los alquileres, y del 19,4% en el precio medio del metro cuadrado en la ciudad, ahora de 16,73 euros.

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