Pleno municipal

Barcelona quiere elevar el recargo de la tasa turística hasta los cuatro euros

El plan municipal de subir el complemento al impuesto, ahora de 3,25 euros por huésped y noche, irrita al sector hotelero

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Unos turistas en la plaza Catalunya, en Barcelona.

Unos turistas en la plaza Catalunya, en Barcelona. / ZOWY VOETEN

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona quiere elevar el recargo de la tasa turística de 3,25 euros por huésped y noche a cuatro euros en todas las clases de alojamiento. El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, lo ha avanzado en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, donde el gobierno del PSC ha apoyado una propuesta de ERC para elevar el complemento que el consistorio ingresa del impuesto de la Generalitat. Junts y Barcelona en Comú también han votado a favor, mientras que el PP y Vox se han opuesto. La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el sector hotelero.

Valls ha constatado que hay "una mayoría suficiente" para que la intención del ejecutivo de Jaume Collboni se convierta en realidad. Hasta ahora, los fondos del tributo se reparten a medias entre la Generalitat y el Ayuntamiento. Por esa vía, Barcelona prevé lograr 19,9 millones de euros este año, a lo que suma 75,1 millones que se desprenden del extra que añade al impuesto. Es decir, unos 95 millones de euros en total. Con la modificación de la ordenanza fiscal, el ejecutivo cuenta con que la recaudación suba a unos 115 millones de euros.

ERC reivindica que ha arrastrado a Collboni a actuar. La presidenta de los republicanos, Elisenda Alamany, ha estimado que el turismo genera una factura de 146,2 millones de euros a la ciudad, unos 50 millones por encima de lo que se recaba con el gravamen. "No se llegan a cubrir todos los gastos que el turismo le genera al Ayuntamiento. Hay una diferencia que toda la ciudad paga con sus impuestos y subvenciona la actividad turística con su bolsillo", ha advertido la edil, que ha abogado por "gobernar el turismo": "Se trata de recuperar y garantizar el equilibrio que evite una paradoja: que la ciudad que los turistas vienen a visitar acabe desapareciendo".

Valls ha explicado que el ejecutivo ha encargado un informe al Consejo Tributario de Barcelona sobre la posibilidad de incrementar el recargo "al máximo" permitido, ha indicado. La proposición de ERC refrendada por el pleno insta a la Generalitat y al Parlament de Catalunya a ampliar el margen que Barcelona puede reclamar a cada visitante por encima de los cuatro euros diarios.

El gobierno de Collboni piensa llevar la propuesta para aumentar el gravamen a las estancias turísticas a la comisión municipal de economía de julio, para aprobarla de manera provisional y empezar a tramitar el cambio de la ordenanza fiscal. De no mediar obstáculos, los cuatro euros por noche de alojamiento pueden cobrarse a partir del próximo octubre.

Contra la saturación

Valls ha dicho que los 20 millones de más que el Ayuntamiento confía que pueda embolsarse se dirigirán en primer lugar a "los servicios propios del funcionamiento de la ciudad, como la limpieza, la seguridad y el transporte". También se destinarán a poner en marcha las 16 áreas de gran afluencia en las que el consistorio quiere poner coto a la saturación turística. Entre otras, incluyen la Sagrada Família, la Boqueria y el Park Güell. También contribuirán a financiar mejoras en la Fira de Barcelona. "Aporta mucho valor por el turismo de negocios que, en algunas actividades, es catalizador del cambio de modelo económico de la ciudad", ha defendido el teniente de alcalde.

El gobierno municipal ha recordado que planteó aumentar el complemento a cuatro euros a "las tipologías de visitantes que más externalidades negativas causan". Se refería a los pisos turísticos y los cruceros de corta estancia, en que los pasajeros no llegan a pasar 12 horas en la ciudad. No obstante, la oposición desechó el borrador de ordenanzas fiscales de Collboni que, dentro de las demás tasas municipales, incorporaba la subida a la carga turística.

El incremento que el PSC vuelve a postular se aplicaría ahora a todas las categorías de alojamiento, en caso de tirar adelante. Hasta ahora, la suma de la tarifa de la Generalitat más el extra exigido para el consistorio supone que un visitante abona desde 4,25 euros en el supuesto más económico -hoteles de menos de cuatro estrellas y otros establecimientos de categoría inferior- a 6,75 euros en hoteles de cinco estrellas.

A partir de octubre o abril

De no tropezar, la aprobación definitiva puede refrendarse en septiembre. Si se llega a tiempo de resolver las alegaciones que se interpongan, el encarecimiento del gravamen podría entrar en vigor el 1 de octubre. En caso contrario, tendría que esperar hasta el 1 de abril de 2025, ya que el gravamen se liquida por semestres.

La actividad turística representa el 14% del Producto Interior Bruto de Barcelona y genera unos 15.000 millones de euros. "El turismo es muy importante pero, en la situación de hoy en día, el crecimiento por encima del 14% seguramente no aporta valor o, como mínimo, tenemos que hacernos esa reflexión. El sector entiende que debemos gestionarlo", ha apreciado Valls.

El teniente de alcalde ha comentado que se propone negociar con la Generalitat, por ahora en funciones y a la expectativa de si se forma un nuevo gobierno que evite una repetición electoral. El socialista ha sugerido que el tributo vire para gravar "no tanto a la persona o al turista sino el porcentaje de facturación". "Tiene sus complejidades, pero en Ámsterdam se hace una combinación" de los dos conceptos, ha ejemplificado. A su vez, se ha mostrado de acuerdo con que el Govern se quede con una parte de los ingresos por el hospedaje de viajeros en la capital. "Pero podemos discutir los porcentajes", ha puntualizado.

A la palestra del pleno también ha saltado el reciente anuncio del ejecutivo municipal de que los pisos turísticos desaparecerán en la capital a partir de noviembre de 2028. Collboni se ha reafirmado en que no hay marcha atrás en la promesa y que se le dotará de la "máxima garantía jurídica" para que prospere. "Es muy trascendente para el alojamiento turístico y muy trascendente para poner 10.000 viviendas más en el mercado, que deben volver a servir para lo que sirven los pisos, que es para vivir, sean de alquiler o de compra", ha resaltado.

Quejas de los hoteleros

El Gremi d'Hotels de Barcelona no ha tardado en expresar su rechazo frontal a la medida. Considera que "el sector hotelero de Barcelona ya contribuye sobradamente con los impuestos que graban su actividad". La patronal subraya que los hoteles aportan más de 400 millones al año en impuestos. Y que el Ayuntamiento de Barcelona ha recaudado 95 millones (20 procedentes del fondo del Turismo de la Generalitat, y 75 del recargo municipal), hast convertirse en el tercer ingreso más importante del presupuesto municipal, informa Patricia Castán.

Por ello, el gremio "exhorta al gobierno municipal que los recursos obtenidos de este incremento se destinen a aspectos como la mejora de las infraestructuras feriales, la seguridad, la limpieza y la gestión de a ordenación de la ciudad". La entidad ya ha reivindicado en otras ocasiones más transparencia y difusión del uso que se hace del dinero recaudado con la tasa.