control de la contaminación

Las cámaras de la zona de bajas emisiones no están adaptadas para cazar a los 'fittipaldis' sin etiqueta

Los concursos públicos para adjudicar la instalación de los puntos de control tienen una peculiaridad: se acompañan de límites de velocidad, entre 120 y 250 km/h, a partir de los cuales no se garantiza el monitoraje

El AMB licita 12 nuevas cámaras para las zonas de bajas emisiones en Barcelona y se acerca a su plan final de 300 puntos de control

Los coches con etiqueta amarilla no podrán entrar en las ZBE catalanas a partir de 2026 durante los días de aviso por contaminación

Más de la mitad de ciudades catalanas que tendrán ZBE superan los umbrales de contaminación fijados para 2025

Uno de los carteles de la Ronda de Dalt que anuncian la entrada en la ZBE de Barcelona

Uno de los carteles de la Ronda de Dalt que anuncian la entrada en la ZBE de Barcelona / Elisenda Pons

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No interpreten lo que sigue como una invitación a correr para evitar una multa. Es, simplemente, la constatación de un hecho curioso. Resulta que las cámaras de la zona de bajas emisiones (ZBE) tienen un montón de características técnicas. Entre los requisitos a las empresas que las instalan está, como es obvio, el de poder captar las matrículas. Pero sucede que en las licitaciones para colocar y gestionar los puntos de control, una de las demandas tiene que ver con la velocidad: "Los vehículos monitorizados tienen que poder ser detectados hasta velocidades de 150 kilómetros por hora para dos carriles de circulación", reza el último concurso público convocado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para colocar 12 nuevas cámaras. Otros concursos similares vinculados al paraguas ambiental, en Tarragona o Viladecans, elevan la apuesta hasta los 180 km/h o los 250 km/h. En resumen: los bólidos sucios pueden eludir la justicia ambiental.

Un cartel de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona, en una salida de la ronda Litoral.

Un cartel de la ZBE de Barcelona, en una salida de la Ronda Litoral / Ferran Nadeu

Puede interpretarse como un truco para entrar en una ZBE con un coche contaminante sin etiqueta ambiental de la DGT. Pero más allá de ser una imprudencia, la sanción por circular a ese ritmo (si nos caza un radar, y esos no fallan) será muy superior, amén de la pérdida de puntos del carnet al tratarse de una falta muy grave, pues los carteles del paraguas ambiental, por ahora, coinciden con el acceso a zonas urbanas en las que, como mucho, se puede circular a 50 km/h.

Los retratados

También es verdad que si echan una ojeada a la hemeroteca, encontrarán auténticos 'fittipaldis' a los que les da igual jugarse su vida. O lo que es incluso peor: la de los demás. En 2010, un conductor fue cazado por el implacable radar de la Via Augusta a 152 km/h. El pasado diciembre, la misma cámara, pilló a otro temerario que entraba a Barcelona por la C-16 a 123 kilómetros por hora. El pasado febrero, en la Ronda de Dalt, un inconsciente fue retratado a 170 km/h. Hay volquetes de noticias similares. Y no, no vale la excusa de que era de madrugada y no había casi nadie.

Radar en Barcelona

Uno de los nuevos radares de velocidad instalados en Barcelona / Zowy Voeten

Llama la atención, sin embargo, que los distintos concursos públicos convocados por los ayuntamientos y el AMB no coincidan en esta peculiaridad. Véase el caso de Tarragona, concurso que está en la fase de evaluación y que cita esos asombrosos 250 km/h. O el de Santa Coloma de Gramenet: "Los vehículos monitorizados han de poder ser detectados hasta velocidades de 180 km/h". En el caso de Viladecans también se detalla la "velocidad máxima de captación" y es incluso inferior a la de la Administración metropolitana: 120 km/h. Aunque el mismo documento, más adelante, lo rebaja a 100, el mismo límite que aparece en la licitación de L'Hospitalet para la instalación de sus puntos de control de la ZBE.

¿Y los europeos?

Hay otros municipios, como Sabadell, que en su apartado de prescripciones técnicas no incluyen este requisito, con lo que se pueden derivar dos conclusiones: una, que el consistorio no ve necesario poner un límite que nadie dentro de su sano juicio va a superar, y dos, que más vale no poner techo y que si pasa un bólido se dé por sentado que el foco va a saltar. Y si no lo hace, culpa del adjudicatario.

Un senyal de la ZBE a la ciutat de Barcelona. | ELISENDA PONS

Cola en una de las salidas de las rondas de Barcelona / Elisenda Pons

En la vecina Terrassa, el concurso incluye un límite de 160 km/h y se añade otro detalle interesante: "Reconocer matrículas de al menos 60 países (27 de la Unión Europea)". También otras ciudades hacen referencia a los coches que vienen del extranjero. L'Hospitalet y Santa Coloma de Gramenet asumen la misma lista de matrículas de 30 países, desde Marruecos hasta Rusia, y Tarragona cita "cualquier país de la UE y/o caracteres latinos internacionales".

El año que viene

Si todo va según lo previsto, en 2025 ya estarán operativas una quincena de ZBE del entorno metropolitano de Barcelona, a las que hay que sumar las del resto de municipios catalanes de más de 50.000 habitantes (o de más de 20.000 habitantes que superen los límites de contaminación que impone la UE). Sin etiqueta ambiental no se podrá entrar. Corriendo quizás, pero mejor no jugársela.

Suscríbete para seguir leyendo