Hora punta conflictiva

La odisea de llegar al cole en una calle estrecha y sin pacificar de Sant Andreu: "Es un peligro"

Decenas de familias utilizan una vía de doble sentido, con ángulos muertos y puntos sin acera para acceder a varios centros educativos de este barrio de Barcelona

Familias de Barcelona vuelven a cortar calles para pedir menos tráfico alrededor de las escuelas

Hora de entrada a la escuela FEDAC Sant Andreu

Hora de entrada a la escuela FEDAC Sant Andreu / Ferran Nadeu

Alba Zaplana

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La calle Parellada del barrio de Sant Andreu de Barcelona se ha convertido en los últimos años en un “infierno” para las familias que la cruzan todas las mañanas. Esta estrecha vía del casco antiguo, no pacificada y de doble sentido, se transforma en una zona de riesgo durante la hora punta, a las 9 de la mañana, cuando los niños se dirigen a la Escuela FEDAC ubicada en el cruce con la calle Peronella. También usan este camino las familias de otros centros educativos situados alrededor de la antigua fábrica Coats Fabra, como la escuela infantil municipal La Filadora.

El tráfico es visiblemente intenso a primera hora de la mañana y llama la atención la ausencia de aceras en un tramo de la pequeña calle Parellada. Había un pequeño tramo peatonal pero desapareció hace dos meses tras el derrumbe de un edificio en la esquina con Sant Narcís. En este punto los padres, madres y menores deben bajar a la calzada. "Es la única opción que tenemos ahora y es un peligro, porque hay un ángulo muerto y no sabemos si justo entonces pasará uno de los muchos coches o camiones que transitan por la zona”, lamenta Enric Font, uno de los padres preocupados por la situación. "Ya ni puedes enseñar a tus hijos a caminar por la acera, porque no hay", ironiza.

En la foto, acera estrecha y en mal estado en el cruce las calles Parellada y Sant Narcís

En la foto, acera estrecha y en mal estado en el cruce las calles Parellada y Sant Narcís / Fotografía de Ferran Nadeu

EL PERIÓDICO ha podido constatar in situ las dificultades de paso en el camino de las familias de la Escuela FEDAC esta última semana de curso lectivo. La señalización y los semáforos existentes resultan insufientes a la práctica. A las 8:55 h de la mañana hay coches circulando a ras de la minúscula acera de la puerta principal del colegio, que empalma con la plataforma única de Peronella, donde acera y asfalto están a la misma altura. La aglomeración de peatones en esta entrada entra en conflicto con el tráfico. Por ejemplo, un coche inadvertido por los peatones se abre paso entre los niños mientras varios padres les gritan para que se aparten. Incluso esta redactora estuvo a punto de ser atropellada.

“Hablamos con el ayuntamiento y pintaron un señal amarilla en el suelo con la palabra 'escola', pero no ha servido de mucho”, comenta Font, al presenciar esta escena. Los dos últimos años ha intercambiado correos electrónicos con escuela y distrito en busca de una solución más efectiva, que no llega. Le sorprende la cantidad de vehículos que usan esta ruta a esa hora, desde coches particulares hasta usuarios de un taller de coches aledaño o furgonetas. Al menos, celebra, ahora el camión de la basura municipal evita la hora punta escolar.

Señal "escola"

Señal "Escola" / Enric Font

Miriam Cases, otra madre descontenta con la situación, tampoco tiene claro de dónde salen tantos coches. Explica que por las mañanas tiene que ir “con 50 ojos porque es peligroso” y asegura que “los conductores no ven a los niños” por su reducida altura. Reivindica que este problema “no lo tienen que arreglar las familias”, que de hecho ya lideraron una iniciativa en 2022.

Una de las participantes de aquella movilización es Zulema Latasa de Araníbar, miembro de la AFA, quien comenta que, durante un curso entero, algunos padres estuvieron colocando vallas durante las horas punta para proteger a los niños. La Guardia Urbana reforzó la acción con unas semanas de controles en la puerta.

“Teníamos permitido colocar las vallas diez minutos antes de que los niños entrasen al colegio y las teníamos que quitar diez minutos después”, explica Latasa, haciendo hincapié en que esta responsabilidad no permitía a los progenitores llegar puntuales a sus trabajos. Al finalizar el curso académico, los impulsores aparcaron sine die la iniciativa por falta de voluntarios y críticas vecinales al trajín de vallas.

En la foto, hora de entrada a la escuela FEDAC Sant Andreu en el cruce las calles Parellada y Peronella

En la foto, hora de entrada a la escuela FEDAC Sant Andreu en el cruce las calles Parellada y Peronella / Ferran Nadeu

El consistorio reconoce el historial de intervenciones y abre la puerta a nuevas actuaciones. "Hace un par de años el distrito realizó una actuación en relación con la demanda de la escuela y las familias señalizando la zona escolar", apuntan fuentes municipales. "El distrito de Sant Andreu ya se ha puesto en contacto con la escuela para trabajar conjuntamente y concretar nuevas acciones para el próximo curso", añaden.

A las 9:10h la mayoría de niños ya ha entrado al colegio y la tensión aminora. Por la calle Parellada siguen pasando coches y camiones, aunque pasada la hora punta, lo hacen con menos frecuencia. La salida del colegio por la tarde también intranquiliza a las familias, aunque al ser más escalonada hay menos situaciones de riesgo. “No entiendo por qué el Ayuntamiento no coloca una pilona o un semáforo que permita cortar la calle solo unos pocos minutos, los de entrada al colegio, como sucede en la calle del Clot. Lo que sea, pero que hagan algo antes de que ocurra un accidente”, remacha. 

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