Denuncia de una vecina

Precintada la histórica bodega de Gràcia Cal Pep por exceso de ruido

La titular del establecimiento afirma que espera reabrir tras insonorizar debidamente el local

El juez suspende temporalmente el cierre de la histórica bodega de Gràcia Cal Pep

Una histórica bodega de Gràcia, amenazada de cierre

La histórica bodega de Gràcia Cal Pep cerrará el martes por orden municipal

Griselda López, en la bodega en marzo de 2023.

Griselda López, en la bodega en marzo de 2023. / Ferran Nadeu

Toni Sust

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La histórica bodega de Gràcia Cal Pep ha sido precintada este jueves a las 12.15 por orden del Ayuntamiento de Barcelona, que hace tiempo que advirtió a la titular del negocio, Griselda López, de que se había registrado un exceso de ruido que las normas no permiten.

El establecimiento ya estuvo a punto de ser clausurado el pasado 19 de diciembre, algo que finalmente no sucedió después de que el abogado de la propiedad presentó una medida cautelarísima y el juzgado contencioso administrativo pidió el expediente del caso al consistorio y dictó el aplazamiento del precinto.

Medición y anuncio de cierre

La decisión municipal que finalmente se ha consumado este jueves se debe a un exceso de ruido que el consistorio conoció por la denuncia de una vecina. López ha afirmado sobre el precinto que no hará que cese en su empeño de mantener la bodega abierta, y ha asegurado que agilizará la insonorización para poder volver a atender a su clientela “lo antes posible”.

El anuncio del precinto le llegó a López el 5 de diciembre, como colofón de un proceso que se inició con la denuncia de una vecina que protestó por las molestias sonoras que le causa el establecimiento. A raíz de la protesta, se hicieron mediciones en su dormitorio, que revelaron que, en efecto, el ruido supera el límite permitido.

Para intentar resolver el asunto, López presentó un primer plan de insonorización que suponía una reforma del techo y que tenía un coste aproximado de unos 12.000 euros. Fue rechazado. La reforma total que exigió el distrito de Gràcia tiene un coste, según precisó López en su momento, de unos 40.000 euros. 

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