Radiografía de un sector clave

Seis de cada 10 tiendas de Barcelona han abierto después de 2010

La antigüedad media del comercio local se reduce ligeramente hasta 17 años y ya solo un 22,5% son anteriores al año 2000

Una cuarta parte del comercio en Barcelona ya abre todos los días

La revolución de las tiendas de alimentación de Barcelona: el 25% ya incluyen degustación

Una tienda de moda de segunda mano en Sants, abierta el año pasado.

Una tienda de moda de segunda mano en Sants, abierta el año pasado. / Zowy Voeten

Patricia Castán

Patricia Castán

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El goteo de comercios históricos --sean o no emblemáticos-- que por culpa de los alquileres, la falta de relevo generacional o de rentabilidad han ido bajando persianas en Barcelona se deja ver en la antigüedad media de las tiendas de las ciudad: 17 años. El chequeo municipal a la actividad en 2023, señala que la edad se ha reducido medio punto en un año, y también que cada vez son menos las tiendas con solera. En concreto, apenas un 5% son anteriores a 1979, y un total del 22,5% abrieron antes del año 2000. En cambio, los comercios que han debutado después de 2010 (hasta 2022) son ya un 61,6%.

Los cierres de tiendas centenarias son los más llamativos, pero los que se producen a diario en los barrios fruto de una jubilación sin continuidad generacional son una constante. El crecimiento turístico de Barcelona también ha propulsado el interés de muchas marcas e inversores foráneos por hacerse con los traspasos, de modo que la media de edad de los comercios tiende a bajar al son de los tiempos y de no pocas aventuras empresariales efímeras. En concreto, el 40,5% de los comercios de la ciudad (la franja más amplia) abrieron entre 2010 y 2019, mientras que un 21,1% lo hicieron entre solamente entre 2020 y 2022 y un un 15,8% se inauguraron entre 2000 y 2009.

El comercio del siglo pasado se reduce progresivamente, dejando solo un residual 5% de negocios previos a 1979, que es la primera franja de corte temporal que plantea la encuesta realizada entre 2.400 establecimientos para dibujar la actualidad y características del sector, parte de las cuales ya avanzó este diario en mayo. En torno a un 6% son tiendas ochenteras, mientras que de la década de 1990 a 1990 datan algo más del 11%.

Más antiguos y más caros en Ciutat Vella

La antigüedad de la red comercial de la ciudad varía sensiblemente en función de su tipología. Los más arraigados son los del segmento cotidiano no alimentario, con una media de 21 años, junto a los de menaje del hogar que alcanzan los 20,8 años. Por contra, tienen menos recorrido los de alimentación con una media de 15,1 años. Cabe destacar que cuando el titular del negocio es extranjero, la media en conjunto es de 7,1 años, porque protagonizan muchos relevos tanto en el centro como en barrios.

Si de territorio se habla, los comercios más antiguos se localizan en Ciutat Vella (pese al centrifugado y reseteado que supuso la pandemia), con una media de 21,5 años. Por contra, en Sant Martí están los negocios más jóvenes con una media de 13,1.

Una floristería en Gràcia.

Una floristería en Gràcia. / Zowy Voeten

El paso del tiempo también afecta a las estructuras de las empresas. Hay un 64,5% de sociedades civiles particulares (SCP), un 29% de sociedades limitadas (SL) y un 5,2% de sociedades anónimas (SA). Las franquicias suponen el 7,1% (como el año anterior), aunque son más frecuentes en la alimentación. Decae hasta un 30,6% el asociacionismo a gremios o ejes comerciales, aunque esté dato es más alto en zonas como Sant Andreu y Horta-Guinardó.

El sondeo de 2023 refleja entre la muestra visitada un 71,5% de alquiler, un 16,9% de propiedad (que en el caso de cotidianos no alimentarios alcanza el 29,9% y posibilita esa mayor longevidad, no amenazada por la presión del alquiler o las subidas de rentas), frente a un 9,1% de concesión municipal, en el caso de los puestos de mercado.

Los precios de arrendamiento, al contrario que en el ámbito de la vivienda, se han mantenido en promedio bastante estables respecto a 2022, a 17 euros el metro cuadrado. Obviamente la evolución no es igual en las zonas 'prime' que en barrios periféricos. Y las cifras más altas se pagan en el epicentro turístico de Barcelona, a 23,8 euros en Ciutat Vella, seguido por Gràcia (17,8 euros) y el Eixample solo unos céntimos por debajo. El distrito más barato para alquilar un local comercial es Horta-Guinardó, a 13,3 euros el metro cuadrado.

Aunque el precio medio es de 1.362 euros al mes (el más bajo en los últimos cinco años en promedio), se amplía la cuota de quienes pagan más de 1.800 al mes, pero también la de rentas inferiores a 600, en algunos barrios alejados del centro.

La superficia media de la sala de ventas crece hasta 85,7 metros cuadrados, mientras que el espacio total de los establecimientos se eleva también hasta 135,7 metros cuadrados.

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