En Les Corts

Barcelona cierra un club de pádel sin licencia en la terraza de un colegio y acusado de ruidoso

El Ayuntamiento obliga a que las pistas del terrado de la escuela Pare Manyanet dejen de alquilarse por carecer de permiso, tras cosechar quejas de dos comunidades de vecinos por molestas

La inquietud por el ruido paraliza la construcción de unas pistas de pádel en Barcelona

Una vecina en el balcón de su piso de Barcelona, frente a una de las pistas de pádel del terrado del colegio Pare Manyanet de Les Corts.

Una vecina en el balcón de su piso de Barcelona, frente a una de las pistas de pádel del terrado del colegio Pare Manyanet de Les Corts. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

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Las quejas por ruido, tan usuales por motivos dispares y muy repartidas por Barcelona, han brotado también en frente del colegio Pare Manyanet de Les Corts. La terraza de la escuela concertada está ocupada por dos pistas de pádel que, cuando no son escolares los que aprenden a pelotear, se ha ofertado a adultos para echar partidos, ya fueran miembros de la comunidad del centro religioso o jugadores sin vínculo con el Manyanet, que podían reservar plaza a través de internet a cambio de una tarifa. Dos comunidades de propietarios instaron en marzo a cerrar la instalación a partir de las 20.00 horas y durante todo el fin de semana y los festivos para que remitieran el ajetreo y el fragor que atribuían a los encuentros. Ahora, el Ayuntamiento ha puesto fin al club de pádel que explotaba los terrenos de juego más allá de las clases de raqueta para estudiantes.

El distrito de Les Corts ha dictado una orden para precintar el recinto deportivo situado en el terrado de la escuela, en caso de que el uso de las pistas no se restrinja en exclusiva a actividades extraescolares. Al menos en 2023 y según los datos que EL PERIÓDICO ha podido recuperar, el espacio se alquilaba a cambio de 24 o 48 euros por una hora de partido en jornada laborable y por 36 euros en fin de semana o día festivo. Aparte, se impartían clases particulares por precios que, según el horario y el número de lecciones, fluctuaban de 55 a 595 euros por persona.

La instrucción municipal que disuade seguir arrendando las canchas no se debe a las molestias por ruido, sino porque la instalación carece de permiso para prestar una actividad con intercambio económico dentro de un centro educativo. El Ayuntamiento precisa que ya dispuso el “cese por falta de licencia del espacio” hace 11 meses.

Los inspectores municipales han efectuado comprobaciones en los últimos meses. En un acta levantada en enero pasado, dejaron anotado que “se ha comprobado previamente que se pueden alquilar las pistas a través de la página web por parte de usuarios externos”. Hace pocos días, visitaron un piso junto al colegio. "Se perciben claramente los gritos de los jugadores y los golpes de las raquetas", escribieron en un informe firmado a las 21.00 horas.

Los técnicos concluyen que se ha cometido un “incumplimiento de la resolución que se impuso en julio de 2023”, que obligaba a clausurar la actividad desprovista de autorización, señala el distrito de Les Corts. El Pare Manyanet explica que respondió al dictamen municipal de hace un año “presentando una solicitud para revocar la decisión”. El recurso se desestimó.  

En cualquier caso, no será necesario que los funcionarios municipales precinten la terraza. El consistorio y la escuela se reunieron este martes para encarrilar una “vía de solución”, afirma el distrito. Según el consistorio, no se dejará que nadie ajeno al colegio acceda a las canchas a partir de ahora. “Acordamos mantener abiertas las pistas para nuestro alumnado. Por lo tanto, el resto de la comunidad educativa ya no podrá utilizarlas como hasta ahora”, agrega la congregación católica. Fuentes vinculadas al Pare Manyanet concretan que la entrada se limita desde este miércoles a alumnos de siete a 18 años, de 13.00 a 15.00 y de 17.00 a 20.00 horas de lunes a viernes y los sábados de 09.00 a 14.00 horas.  

Las pistas de pádel en la terraza del colegio Pare Manyanet de Les Corts, en Barcelona.

Las pistas de pádel en la terraza del colegio Pare Manyanet de Les Corts, en Barcelona. / FERRAN NADEU

“Martilleo todo el día”

El malestar por el ruido ha despuntado desde hace algo más de un año en los domicilios situados justo delante del terrado del colegio. “He llegado a entender lo que es la gota malaya. El ‘pa-pa’ de la pelota es un martilleo todo el día. Y son siete días a la semana, 365 días al año. Los días de lluvia son los únicos de tregua”, protesta Àlex, afincado en uno de los bloques que tramitaron quejas ante el distrito.  

El club de pádel asegura que recortó el horario de 09.00 a 21.00 horas para atenuar molestias y colgó carteles para recordar a los jugadores que respeten el descanso de los vecinos. En cambio, los residentes consultados aseguran que se ha convertido en rutina que se juegue en las pistas hasta las 22.25 horas, también en fin de semana.

“Estoy en el otro extremo del edificio y tengo doble cristal pero, aun así, el ruido se cuela”, confiesa Asier, que tiene hijas pequeñas. “Intento que duerman a partir de las 20.45 o las nueve, pero entonces aún queda pádel para rato… Es un sonido muy penetrante. A medida que avanza la tarde, se nota mucho más, como si fuera lo único que pasa en el barrio. Puede ser muy molesto”, sostiene.

Un vecino observa las pistas de pádel situadas en el terrado del colegio Pare Manyanet de Les Corts, en Barcelona.

Un vecino observa las pistas de pádel situadas en el terrado del colegio Pare Manyanet de Les Corts, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Isabel, otra vecina, se refiere al intenso foco de luz que se escurre de la terraza a su piso. “A veces no tengo ni que encender la lámpara en casa por la noche. Me molesta mucho, como la pelotita todo el día, los gritos, los tacos de los jugadores… Y no tengo aire acondicionado, pero es insoportable si abro la ventana”, atestigua. 

Para los vecinos movilizados, la escuela ha cometido una “extralimitación” al permitir una actividad que tachan de “lucrativa”. "¿Cómo se le puede permitir tener una pista de pádel a seis metros de viviendas y en un terrado de Barcelona?", plantean.

Fuentes del club de pádel niegan que se tratase de un negocio. Replican que la intención era “promocionar el deporte” entre 200 alumnos y 120 miembros de la comunidad escolar. Defienden que la recaudación era para el mantenimiento del recinto -abierto hace ocho años-, remunerar a monitores y pagar fichas federativas. Puntualizan que las pistas solo se podían arrendar en fin de semana y que las reservas estaban bloqueadas para que solo familiares de escolares y maestros se ejercitaran en días laborables. En cualquier caso, ya se ha eliminado la opción de alquilar las instalaciones por internet.

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