El sector turístico y Barcelona hacen frente común para una gestión más selectiva de los visitantes

Las recetas que se han escuchado este lunes para engrasar el impacto del turismo en Barcelona no eran nuevas, pero sí lo era el frente común (compacto) que por primera vez en años han exhibido el Ayuntamiento junto con el sector, sus patronales y operadores para pasar a la acción. La convención anual de Turismo de Barcelona, bajo el título 'What's next", ha vivido una edición de lleno al congregar este lunes a más de 600 profesionales y a representantes de las administraciones, en un tono claramente más optimista que en anteriores ediciones. Mejorar la gestión para evitar morir de éxito ha sonado esta vez más creíble, vista la sincronía de todas las partes y el creciente protagonismo del manejo de datos y la inteligencia artificial como herramientas para regular mejor el equilibrio entre el movimiento de visitantes y ciudadanos. Se ha hablado insistentemente de "orgullo" recuperado y del "fin de la promoción generalista de la ciudad", ahora más selectiva, en un momento en que Barcelona parece reactivada.

Desde el Ministro de Industria y Turismo (y exalcalde de Barcelona) Jordi Hereu, hasta el alcalde Jaume Collboni y los titulares de la Cambra de Comerç, o el propio consorcio turístico, la Fira e instituciones culturales, todos enfocan a un turismo selectivo, menos cuantificado y de mayor calidad, algo que no debe asociarse solo al nivel de gasto.

El director general de Turismo de Barcelona, Mateu Hernández, ha relatado los cuatro mandamientos o retos de la nueva etapa. Para empezar, "dejar de promover la ciudad en genérico y como ciudad mediterránea", algo que "fue positivo en su momento, pero ahora hay que mirar hacia dentro y poner el foco en cosas que nos hacen únicos". Ha asegurado que el objetivo es promover producto y proyectos concretos (museos, exposiciones, ferias, nuevo urbanismo, gastronomía...) porque ello mejorará la relación entre turistas y visitantes, que obtendrán una "experiencia" con valor añadido.

También "competir por el turismo de negocios": las más destacadas ferias, congresos, viajes de incentivos y demás, destacando las infraestructuras y servicios de la ciudad. Algo que ya ha intensificado el programa Convention Bureau, como explicó este diario. Y sin recato anuncia que Barcelona apostará por lograr los "mejores eventos", como la Copa América, pero también por potenciar los propios, como en el caso de los festivales de música, entre otros. Advirtió de que la competición de vela no traerá una avalancha de viajeros a la ciudad, sino que "nos proyectará al mundo". 1.500 millones de personas la verán desde sus hogares, de los que muchos serán futuros "visitantes de calidad", opina.

Se dejará de "informar y comercializar, para pasar a prescribir: decirle al visitante lo que le interesa". Y para ellos se trabajará con la inteligencia artificial (IA) y las personas. "Queremos poder comisariar y recomendar qué hacer en Barcelona, con ayuda de los fondos Next Generation". El director de Soluciones generativas de márketing en IA de Amazon, Albert Esplugas, impartió una apasionada charla sobre el papel que ya está teniendo esta herramienta en la gestión de los viajes, actividad y movimientos de los turistas.

Por último, subrayó Hernández, urge "aumentar el orgullo de ciudad y sector" con los operadores y los ciudadanos. "Hay que explicar qué significa el turismo, que no solo llenan hoteles y tiendas sino que nos conecta con el mundo" y atrae inversiones, talento y empresas consecuentemente. "Somos el sector económico más importante de Barcelona. Conseguimos que tenga un peso aún mayor en el mundo", remató.

Etapa armónica

Las relaciones entre consistorio y sector privado han mejorado visiblemente en el ámbito del turismo desde que Ada Colau ya no es alcaldesa, y esa calma se ha dejado notar en discursos y estrategias comunes desde los distintos frentes. Ya en el arranque de la convención, el ministro Hereu ha asumido --como hiciese la semana pasada el concejal de Promoción Económica, Jordi Valls-- que el crecimiento de la demanda turística es imparable en los grandes destinos y que toca afilar la gestión para "modular" la oferta, como ya se ha empezando a ensayar en las zonas más concurridas de la ciudad. "Limitando cuando haga falta", ha señalado en la misma línea, poniendo énfasis en las nuevas tecnologías y la gestión de datos. De hecho, el Ministerio destinará 96 millones a nivel estatal para impulsar las plataformas inteligentes a las que ya se refirió Valls hace unos días, y que podrían disuadir a los viajeros de dirigirse a los puntos más saturados.

"No moriremos de éxito, no lo hemos hecho nunca", insistió luego el propio edil, siguiendo el discurso de Collboni, que defendió la "la triple transformación del modelo turístico: social, económica y medioambiental", manteniendo el blindaje a nuevas camas turísticas, entre otras medidas consolidadas.

El propósito es que venga "el turismo que los barceloneses escojamos", incidió Hernández, que también presentó una nueva campaña de promoción de Barcelona como "anfitriona" de eventos (en Madrid, Bilbao y Málaga), con el empuje de la Copa América, así como tarjetas que aúnan accesos a equipamientos culturales y hasta gastronomía, también en versión premium.

En el mismo sentido se pronunció el presidente del consorcio y hotelero, Jordi Clos, subrayando que es "mejor gestionar el éxito que la crisis" y apostando por políticas de sostenibilidad. Desmasificar, descentralizar y desestacionalizar son consignas que compartieron otros participantes de los debates, como Pau Relat, presidente de Fira de Barcelona; Maite Barrera, presidenta de Barcelona Global; o Judith Carrera, directora del CCCB, entre otros.

Riqueza más allá del circuito

El sector insistió en los ingresos públicos en forma de impuestos varios que genera la economía del visitante y su repercusión en la ciudad, empezando por hacer viables y mejorar la oferta de muchos equipamientos culturales.

Cerró el acto, tras diversas ponencias sobre tendencias mundiales de turismo y nuevas tecnologías, el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Josep Santacreu. "Somos el puente entre sector privado y público y nos corresponde un papel importante en el turismo", clamó, satisfecho de las "alianzas compartidas" y de que Barcelona sea "la ciudad mejor conectada de Europa" lo que implica más llegada de empresas. Entre las asignaturas pendientes, reivindicó un mayor "mayor esfuerrzo" para explicar a la ciudadanía todo "lo positivo del turismo".