Pedaleo 'furtivo'

El día que Pasqual Maragall fue multado por ir en bici por el paseo de Rambla de Catalunya

El alcalde fue denunciado en mayo de 1996 por un ciudadano anónimo y fue sancionado con 5.000 pesetas

Barcelona volverá a permitir las bicis en la calle por la que pedaleó 'furtivamente' el alcalde Collboni

Collboni se graba circulando en bicicleta por una calle de Barcelona donde está prohibido hacerlo

Barcelona obliga a bajar del patinete o la bici en 24 calles de Ciutat Vella

Maragall, acompañado de algunos de sus concejales, en 1997, en bici por Barcelona

Maragall, acompañado de algunos de sus concejales, en 1997, en bici por Barcelona / EFE

Carlos Márquez Daniel

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Mucho se habla este martes del involuntario pedaleo 'furtivo' de Jaume Collboni por una calle vetada a las bicis en Ciutat Vella. Pero no es la primera vez que un alcalde de Barcelona se lleva un disgusto por un asunto vinculado con el ciclismo urbano. Viajemos a mayo de 1996. Un ciudadano coincidió con Pasqual Maragall en la Rambla de Catalunya. El entonces alcalde iba en bici junto a un grupo de personas por el paseo central de la arteria, un lugar que ya en los 90 estaba reservado solo a los peatones. Aquel hombre anónimo era licenciado en Derecho y, seguramente, en un suponer, no era votante del PSC. El caso es que presentó una denuncia por escrito ante la Guardia Urbana y aquello terminó con una sanción de 5.000 pesetas (30 euros) para la primera figura política de la capital catalana.

Maragall, en febrero de 1996, pedalea por el Poblenou con, entre otros, Narcís Serra

Maragall, en febrero de 1996, pedalea por el Poblenou con, entre otros, Narcís Serra / Carlos Montañés

La policía local tramitó la denuncia y la hizo llegar a la entonces concejala de Vía Pública, Carme San Miguel, que la dio por buena y fue quien fijó la cuantía económica. Maragall asumió la infracción y pagó la dolorosa de su propio bolsillo a principios de junio, con lo que pudo beneficiarse de la reducción del 50% y la cosa se quedó en 2.500 pesetas. La crónica de aquel día del desaparecido Lluís Sierra, añorado compañero de La Vanguardia, recogía un dato curioso: "El caso, sin duda llamativo, encierra alguna paradoja y también algún interrogante. La multa llevaba la firma de la concejal Carme San Miguel, pero esta firma se ejerce por delegación expresa del alcalde. Por tanto, podría decirse que Maragall se multó a sí mismo".

Planes en revisión

El video de Collboni circulando por una calle vetada a los ciclistas no está previsto que termine en sanción. Se le ha preguntado este martes a la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, que ha evitado mojarse sobre una posible multa (quién sabe si tomará la iniciativa otro ciudadano con conciencia) pero sí ha avanzado que la calle Avinyó, por la que el jefe de filas del PSC pedaleaba junto al concejal David Escudé, dejará pronto de estar vetada a las bicis.

Forma parte de una de las 24 arterias de Ciutat Vella en las que, entre noviembre de 2023 y enero de 2024, se colocó la señal que obliga a los ciclistas a bajar de la bici y seguir andando. Una medida que, según Bonet, está en revisión y ya hay una lista de vías que volverán a permitir el pedaleo que se hará pública este mismo martes.

Collboni y Escudé pedalean por la calle de Avinyó

Collboni y Escudé pedalean por la calle de Avinyó / .

Curiosamente, la sanción a Maragall de finales de mayo de 1996 también abrió un debate sobre el uso que los ciclistas hacían, en ese caso, de la Rambla de Catalunya. Hasta el punto de que se abrió la posibilidad de crear un carril bici en esta calle que une la plaza de Catalunya y la Diagonal. El entonces concejal de Movilidad, Francesc Narváez, dijo que el ayuntamiento estudiaría la posibilidad de que las bicis pudieran usar el paseo central a través de un corredor propio, pues la ordenanza no permitía las aceras a no ser que tuvieran un pasillo debidamente señalizado.

Ciclistas con Maragall

El edil matizó sus declaraciones con unas palabras muy parecidas a las de Bonet de este martes: "No nos hemos planteado el carril bici; si la comisión cívica de la bicicleta lo pidiera, debería estudiarse, aunque ofrece ciertos incovenientes como la gran aglomeración de peatones existente en algunas horas del día". Esto último es precisamente lo que llevó al consistorio a vetar las bicis en determinadas calles de Ciutat Vella hace escasos meses.

Joan Clos (izquierda) y Jordi Portabella (en bici), en un acto de promoción de la bici, en marzo de 2001

Joan Clos (izquierda) y Jordi Portabella (en bici), en un acto de promoción de la bici, en marzo de 2001 / Danny Caminal

En aquellos años, la ciudad disponía de 55 kilómetros de carril bici (hoy son más de 250 kilómetros), así que los pocos ciclistas que se atrevían a pedalear por la ciudad se veían obligados a compartir espacio con los coches y las motos. En una Barcelona en la que cada año morían más de 50 personas en siniestros de tráfico. Curiosamente, entidades combativas como Amics de la Bici se posicionaron a favor de Maragall, temiendo que aquella mediática multa desatara una fiebre de sanciones. No fue el caso.

Clos y el Día sin Coches

Años después, fue otro alcalde, en este caso Joan Clos, el que regaló una deliciosa anécdota vinculada con la movilidad. Se celebraba el Día sin Coches y le entrevistaban en una radio. Era el año 2003 y la pregunta era obligada: ¿Cómo ha venido al estudio, alcalde? Clos tragó saliva. Faltaban algunos años (noviembre de 2007) para su mítica visita a General Motors como ministro de Industria. En la puerta, esperando, su coche oficial.