En el Gòtic

Destrozado un mural contra el incivismo y la dejadez en Ciutat Vella

Una pintada daña un dibujo que vecinos y menores pintaron hace poco más de una semana en la plaza de la Vila de Madrid, donde la confluencia de inseguridad, escenas de miseria y turismo masivo ahuyenta a los residentes

Arte al aire libre para ahuyentar los robos y la droga en la plaza Vila de Madrid

Un grafiti pintado sobre el mural que vecinos y menores del Gòtic dibujaron en la plaza Vila de Madrid, en Barcelona.

Un grafiti pintado sobre el mural que vecinos y menores del Gòtic dibujaron en la plaza Vila de Madrid, en Barcelona. / XARXA VEÏNAL GÒTIC

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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Un mural que pretendía ser una suerte de exorcismo contra el incivismo y la dejadez en el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona, ha sido destrozado apenas una semana después de que adultos y menores del barrio del Gòtic se juntaran para pintarlo. Ha ocurrido en la plaza de la Vila de Madrid, donde han confluido episodios de delincuencia, menudeo de droga y personas sin hogar acampadas en bancos y entre las tumbas romanas esparcidas por el subsuelo.  

Una pintada ha emborronado el dibujo con que se había decorado la lámina de pladur que cubre la entrada del antiguo restaurante del hotel Citadines. “Es un muro efímero, se levantó porque entraba gente a dormir. Hicimos una reserva de pintura por la contingencia de que se hiciera un grafiti encima y sabemos que esa pared no durará siempre, pero primaba hacer una intervención con los vecinos. Lo que no pensábamos es que durara tan poco”, lamenta Rubén Palma, miembro de la asociación Jardí del Pop, convocante de la llamada a decorar la tapia.

“Estamos muy enfadados. En el mundo del grafiti se respetan los cánones de la calle, así que esto es obra de un gamberro”, resuelve Mikel Uriondo, presidente de la Xarxa Veïnal Gòtic. Añade que ha pedido a la Guardia Urbana que intente identificar al autor del estropicio. Uriondo recalca que el mural procura algo más que adornar con arte urbano un rincón del barrio. “Es ir haciéndonos con el espacio público para que la gente participe. Fue un acto bonito, porque se apuntó gente para contribuir y otra que pasaba, lo veía y se quedaba para sumarse”, recalca.

Palma señala que se trata de una zona donde se ha denunciado la presencia de carteristas, inhóspita por lo demás por carecer de comercio. Explica que se pretende “ocupar un espacio público con familias y menores del Gòtic, donde también hay mucha presión turística”. Precisamente, la Xarxa Veïnal Gòtic propuso hace año y medio programar actividades artísticas en la plaza Vila de Madrid para que los habitantes del barrio la retomen y comerle terreno a los robos y la droga. “La seguridad está un poco mejor que entonces, pero queda mucho trabajo por hacer”, avisa Uriondo.

Los promotores del mural ya han comunicado a responsables del distrito que quieren rehacerlo y borrar los destrozos. La trastada -que califican de “puntual”- no les disuade de ahondar en el propósito de armar una agenda cultural al aire libre en ese extremo del barrio y otros de las inmediaciones. “Queremos darle más contenido a la plaza, aunque sea con actividades de fin de semana, para que no dé miedo pasar por allí”, comenta Palma. Sin ir más lejos, prevén proyectar una película el 29 de junio en un lugar cercano, la plaza 8 de Març.