Remodelación de la avenida

Barcelona iniciará el 17 de junio la segunda fase de las obras de la Rambla: 10 meses para reformar el lado del Gòtic hasta Canaletes

El tráfico será ascendente por el lado del Raval y el consistorio generará cinco pasos para que mercancías y emergencias puedan acceder a las calles del Gòtic

Collboni se compromete a acabar la reforma de la Rambla en enero de 2027

El Ayuntamiento de Barcelona se prepara para llevar a cabo las obras del lado Besós de La Rambla.

El Ayuntamiento de Barcelona se prepara para llevar a cabo las obras del lado Besós de La Rambla. / Marc Asensio

Toni Sust

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La reforma de la Rambla de Barcelona, en la versión acelerada que redujo la duración total de las obras de 72 a 32 meses y que fue proyectada por el gobierno de Jaume Collboni en octubre pasado, cuatro meses después de iniciarse el mandato, entrará en una nueva fase el próximo 17 de junio.

Será la segunda, después de lo ya iniciado en el anterior mandato, la parte de Colom a Santa Madrona, que estará acabada en junio en lo que atañe al sector del Gobierno militar y el centro de la Rambla y en julio en el de Santa Madrona y Drassanes. La obra en su totalidad acabará, si se cumple el calendario, a finales de enero o principio de febrero de 2027, con un coste previsto de 55,6 millones de euros.

Planteamiento longitudinal

El nuevo planteamiento anunciado en octubre pasó a ser longitudinal: en lugar de avanzar del mar hacia la plaza Catalunya reformándolo todo, se remodela primero en su totalidad el lado Besòs, el más cercano al Gòtic, con 10 meses de obras, para proceder luego al ámbito Llobregat, otros 10 meses, y luego al tramo central, 12 meses de trabajos previstos. En total, los 32 meses citados.

El 17 de junio se iniciará, así, la reforma del lado del Gòtic, o Besòs, el lado de la plaza Reial y el Café de la Ópera, hasta Canaletes. De los alcorques hasta la pared de los edificios. Un proyecto que debe estar completado en abril del 2025. La primera consecuencia es que el tráfico será posible solo en el lado Raval de la Rambla, por donde discurrirá de forma ascendente. Como ahora, el paso estará restringido a vecinos, servicios, mercancías, aparcamientos.

Tráfico restringido

Además en la parte baja, los vehículos no subirán directos desde el Portal de la Pau, tendrán que dar una pequeña vuelta y acceder a la Rambla por el portal de Santa Madrona. Autobuses: el 59 y el N9 subirán por la Rambla y bajarán por Via Laietana y el V13 tendrá origen y final en la plaza de Catalunya y no pasará por la Rambla.

Una vez acabe esta fase y empiece la del lado contrario, el tráfico volverá al del Gòtic, de forma ascendente. Cuando acaben las obras, la previsión del consistorio es que en la Rambla, tanto en subida como bajada, el tráfico esté limitado a vecinos y servicios.

Cinco pasos con semáforo

La novedad, según ha explicado Ricard Font, director general de la Barcelona d'Infrastructures Municipals (BIMSA), es que el consistorio abrirá cinco pasos durante las obras de estos 10 meses para que vecinos, mercancías y emergencias puedan acceder a los espacios del Gòtic desde el carril del lado Raval, es decir, que se verán vehículos atravesando la parte central de la Rambla.

Esos cinco pasos, que contarán con semáforos, y que ya existieron en el pasado, estarán en Portaferrisa, Cardenal Cassanyes –delante de la Boqueria-, la calle de Ferran, la plaza Reial y Escudellers. Los vehículos que entren por esos pasos al Gòtic contarán así con vías para poder salir y volver a la Rambla para salir de ella por el carril ascendente del lado contrario. Una vez se complete esta fase de 10 meses de obras, serán anulados.

De los cinco, este mismo martes empezarán a habilitarse cuatro pasos: Portaferrisa, Ferran, plaza Reial y Boqueria. Los tres primeros estarán en uso ya el día de inicio de las obras, el 17 de junio, y el de la Boqueria todavía no, porque no será necesario por ahora. El de Escudellers se instalará más adelante.

Trabajos en la parte de la Rambla más cercana al mar, en agosto pasado.

Trabajos en la parte de la Rambla más cercana al mar, en agosto pasado. / Elisenda Pons

Hallazgos arqueológicos

Como se ha dicho, la presente fase tendrá que estar acabada en 10 meses, lo que no debería ser un problema si no aparecen hallazgos arqueológicos que retrasen los trabajos, como sucedió en la parte más cercana al mar. Font ha subrayado que al haber metro hace un siglo en la zona es de prever que no haya sorpresas, pero ha recalcado que no hay que descartarlas.

Dos grupos de empresas trabajarán a la vez: por un lado la UTE formada por Romero, Polo y Rubau y por el otro la de Dragados y Acsa. Trabajarán, en principio, en pastillas de 50 metros de largo de forma sucesiva. Es decir, que habrá obras en dos a la vez, una por UTE. Como el ancho de la Rambla cambia significativamente a lo largo de su extensión, no es fácil prever el ritmo exacto de las obras, pero Font considera que cada pastilla de 50 metros podría estar completada en un periodo de 20 a 30 días, aproximadamente.

Secciones de 8,8 metros

En las partes en las que en la pastilla de 50 metros de largo el ancho sea de 8,8 metros o más,  se arreglará primero una mitad y después la otra, dejando la que no registre obras como vía de emergencia, para que una ambulancia o un camión de bomberos puedan pasar por allí. En esos casos, se trabajará en dos pastillas de 50 metros contiguas, aunque en realidad sumarán 50 metros de obra en dos mitades, con dos vías de emergencias.

En las partes en las que el ancho sea de menos de menos de 8,8 metros, se reformará el tramo entero de 50 metros. En esos casos, las emergencias podrán llegar al tramo cortado desde el mar o desde Canaletes, aunque no atravesarlo, lo que es una garantía suficiente de seguridad.

Carga y descarga

Habrá 47 plazas de carga y descarga en el carril abierto, es decir el del lado Raval. Font ha asegurado que las afectaciones para vecinos serán limitadas: en periodos cortos deberán acceder a los edificios con pasos creados para ello.

Ha descartado que el metro y su acceso, en la parada de Liceu, sufran afectaciones por las obras y ha añadido que las terrazas del tramo central experimentarán alguna entre de cinco a ocho semanas, pero esa será cuando llegue la última fase, para lo que faltan 20 meses todavía.

Árboles, vecinos y Espai Rambla

De los 375 árboles que hay en la Rambla, 280 no se tocan, 54 son llevados a viveros el resto se trasplantan y solo se sacan los enfermos. Tras la reforma, la avenida contará con 384 árboles, ha detallado Font.

Junto con el director general de BIMSA han comparecido este lunes para explicar la nueva fase de obras los tenientes de alcalde Laia Bonet y Albert Batlle, que han participado en una sesión abierta a vecinos y comerciantes para que conozcan hasta qué punto les afectará la reforma. Bonet ha subrayado que una web informará de las obras, además del anunciado Espai Rambla, que estará ubicado en el Palau de la Virreina. “No se nos escapa que reduciendo el tiempo a la mitad se intensifican las afectaciones”, ha advertido Bonet. “Es la obra más emblemática del mandato”, ha destacado Batlle.