Extendidos por seis barrios

Barcelona pacificará el tráfico en Sant Martí con una decena de ejes verdes

Collboni mantiene las vías peatonalizadas que Colau planificó en el 22@ con un plan que incluye ajustes y flexibiliza el paso de vehículos

Vecinos de Sant Martí avalan el reimpulso de los ejes verdes y piden que llegue a más calles

Una ciclista circula en la confluencia de las calles Ciutat de Granada y Pujades, donde se prevé uno de los nuevos ejes verdes en Barcelona.

Una ciclista circula en la confluencia de las calles Ciutat de Granada y Pujades, donde se prevé uno de los nuevos ejes verdes en Barcelona. / JORDI COTRINA

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El alcalde Jaume Collboni esboza su propia hoja de ruta para la pacificación de calles en Barcelona. Como recalcó él mismo, no expandirá los ejes verdes del Eixample, paradigma de la doctrina urbanística de su antecesora y exsocia, Ada Colau. El gobierno municipal alega que el mantenimiento de estas vías se está revelando demasiado caro: estima que, en el caso de Consell de Cent, el coste se multiplica por 10 en comparación con otras calles. Aunque abogue más por recuperar interiores de manzana que por adoptar el modelo ‘superilla’, el ejecutivo socialista sí ha ratificado la creación de 11 ejes verdes concebidos en el mandato pasado para Sant Martí, todos dentro del 22@, el distrito tecnológico que marida empresas de innovación, patrimonio industrial y una nutrida colonia de ‘expats’

La pacificación de la circulación en el 22@ fue diseñada durante el bipartito de los Comuns y el PSC. Lo que el gabinete de Collboni da curso ahora es lo que el planeamiento consagra desde 2022. El proyecto -sin fechas ni presupuesto definidos, aunque algunos puntos ya están reurbanizados- se presentó el jueves en una sesión abierta. Engloba una superficie de 212.202 metros cuadrados, que mudarán de aspecto para que la vegetación y los pasos exclusivos para peatones crezcan de 31.690 a 94.873 metros cuadrados en seis barrios, reduciendo carriles a la circulación, pero sin que los vehículos queden proscritos. De hecho, ninguna calle ni ningún tramo quedará vetado al tráfico

Las fuentes consultadas aclaran que ya se previó así al prefigurarse la reforma y no aprecian diferencias significativas entre la planificación del gobierno anterior y la actual. Sí admiten que, en todo caso, el modelo a seguir no será el de Consell de Cent, que ha concitado debate, con partidarios y detractores e, incluso, sentencias en contra. 

Por su parte, el ejecutivo de Collboni insinúa cierto propósito de relectura de los ejes verdes, con los que ya se mostraron escépticos mientras fueron el socio minoritario de Barcelona en Comú. En ese sentido, señala que, aparte de adaptarse a los “criterios ambientales” fijados, las obras se harán “teniendo en cuenta el diseño de las nuevas pacificaciones” con sello socialista. Dice que los matices que incorporan tienen “el objetivo de continuar extendiendo el verde, pero con un modelo que garantice la movilidad sostenible -sobre todo, el paso de transporte público- y una buena convivencia en el espacio público, que facilite la gestión y evite el conflicto entre peatones, vehículos, vecinos y carga y descarga”.  

Ajustes para el paso de vehículos

Los nuevos ejes verdes se desplegarán en parte de las calles Sancho de Ávila, Almogàvers, Pujades, Doctor Trueta, Àlaba, Ciutat de Granada, Fluvià, Bolívia, Cristóbal de Moura, Treball y Puigcerdà. Los planos que concretan ahora la remodelación prefigurada en el anterior mandato respetan la premisa que ya se anunció, la de dotar a la población instalada en la antigua zona fabril de “zonas verdes de proximidad que sean permanentes y obligatorias para los proyectos de urbanización”, recuerda el gobierno del PSC. 

En todo caso, el plan incluye algunos ajustes a espacios calificados como libres de circulación, donde parte de la calzada será relevada por plazas y jardines. El documento, recién aprobado por la comisión de gobierno, alega que las correcciones son el “mínimo necesario” para preservar “la funcionalidad y continuidad tanto de los pasos de vehículos como de los espacios libres”, así como “garantizar la accesibilidad”.

Cambios en Cristóbal de Moura

Uno de los ejes verdes que se retocan es el de la calle Cristóbal de Moura. Allí se mantiene una rambla central pero se liman las zonas ajardinadas en chaflanes y dos placetas que se prevén crear, en los cruces con Puigcerdà y Fluvià. Se abren así unos “pasos de vehículos rectos” a lado y lado de la avenida, que atravesarán las plazas, para evitar que los conductores zigzagueen en las confluencias.

La confluencia de Pujades y Ciutat de Granada, en Barcelona, vista desde una de las cafeterías que proliferan en el 22@.

La confluencia de Pujades y Ciutat de Granada, en Barcelona, vista desde una de las cafeterías que proliferan en el 22@. / JORDI COTRINA

En el consistorio se juzgan como puntualizaciones sutiles y motivadas por razones urbanísticas, que en ningún caso subvierten la idea original. En ese sentido, la superficie verde que se borra para trazar una calzada recta para el tráfico se compensa reubicando vegetación en el mismo entorno.

"Flexibilidad" en las vías remodeladas

Una palabra que el plan repite con frecuencia es “flexibilidad”. Se menciona para conceder “margen de maniobra” y dar opción a “diferentes soluciones viarias” a los futuros proyectos de urbanización. Así, quedan abiertos la ubicación y el encaje de zonas de paso de tráfico con aceras y paseos y cómo se reordenarán las calles para ceñirse a la “obligación de destinar un mínimo del 33% de la superficie a espacios libres exclusivos para peatones y zonas verdes”, indica el Ayuntamiento. 

Las fuentes consultadas no atisban que se opte por cimentar plataformas únicas, sin distinción para vehículos y transeúntes, sino que se elijan más bien calzadas diferenciadas. En todo caso, el consistorio responde que el plan contempla un “catálogo de soluciones” para resolver la ecuación que debe conjugar más vegetación con asegurar la movilidad rodada. El documento aprobado añade que “las soluciones de paso para carriles de circulación” -tanto para los troncos centrales como los chaflanes- “pueden cambiar a lo largo del tiempo”. 

Lo que resulta inapelable es que hay 136 vados dentro de los próximos ejes verdes. Se estipula que se asfaltarán unas franjas pavimentadas “puntuales” entre los locales y el paso de vehículos. Se calcula que esas calzadas de entrada a los garajes ocupen hasta 2.448 metros cuadrados en todo el 22@, lo que se repara con un “incremento muy superior” en espacios libres, esgrime el plan municipal. El Ayuntamiento no ha aclarado cuántas plazas de aparcamiento se eliminarán en las calles.

Suscríbete para seguir leyendo