Barcelona reorganizará el paso de buses y tranvía por debajo de Glòries para despejar el futuro parque

El proyecto de la plaza de las Glòries, que en el futuro se convertirá en uno de los parques urbanos más grandes de Barcelona (solos superado por la Ciutadella), incluye una serie de cambios que por ahora han pasado desapercibidos pero que pueden tener un gran impacto, por ejemplo, en el transporte público. Es el caso de la continuidad del tranvía hacia el Besòs, que ahora blande un doble ramal: Gran Via y Diagonal. La idea del ayuntamiento es eliminar el trazado que sube directamente hacia Gran Via desde Glòries, de manera que vaya por la Diagonal y suba luego por Ciudad de Granada.

El estudio informativo del proyecto ha agotado hace unos días el periodo de exposición pública. Entre las alegaciones, la de la asociación Promoción del Transporte Público (PTP), que ha presentado un extenso informe. Arroja una inquietante conclusión: visto lo visto, quizás sea mucho mejor no hacer nada. El ayuntamiento, en cambio, alega que es la mejor opción.

Vaya por delante que la administración competente en este asunto es la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), que es la que se encarga de desarrollar cualquier obra ferroviaria. Pero quien decide, al tratarse de espacio público urbano, es el consistorio. Este diario ha preguntado a la ATM, ahora dirigida por una persona, Manuel Valdés, que durante dos mandatos fue el gerente de Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona. Aunque conoce muy bien el proyecto y sin duda debe tener una opinión muy formada al respecto, ha preferido delegar en el gobierno local. Pero escuchemos antes a la PTP.

Pérdida de tiempo

Daniel Pi y Ricard Riol, dos de las primeras espadas de este organismo con más de 30 años de historia, detallan los pormenores de su oposición a lo que está planificado. Más allá de argumentos muy complicados de entender y que tienen que ver con la configuración de la malla tranviaria, aportan dos elementos que cualquier neófito sí podrá asimilar.

Primero, que desviar las líneas T5 y T6 hacia la Diagonal para luego llegar a Gran Via por Ciutat de Granada hará que los pasajeros pierdan tres minutos por viaje (al año unos 120.000 minutos de trayecto) y que los trenes circulen 3.700 horas de más. Para recorrer 695 metros, según los cálculos de la PTP y por culpa de los nuevos giros, se necesitarán casi seis minutos. Y segundo, que el usuario percibirá como lento el Tram y lo borrará de sus preferencias para la movilidad diaria.

Para que se entienda mejor, resumen: el tiempo que se invierte en recorrer tres paradas (entre Ca l'Aranyó y el Maresme/Fòrum) será el mismo para cubrir solo una. "Para nada se tiene en cuenta la eficiciencia del Tram o del bus H12", lamentan.

Un portavoz del ayuntamiento sostiene que la solución de pasar las vías por Ciutat de Granada "permite una sola entrada de vías en la plaza hacia el nuevo intercambiador". Esta opción, añade, "simplifica la regulación semafórica de la calle de Badajoz y el acceso a las Glòries".

La PTP, en cambio, tiene la sensación de que los urbanistas han ganado a los ingenieros en el ayuntamiento. "No se entiende de otra manera", sostienen. La necesidad de maridar peatones, tranvía y autobús, pero también el deseo de que la postal del parque de la Canòpia sea lo más diáfana posible, ha hecho que el proyecto de conexión del tranvía hacia el mar se simplifique en un solo ramal. Eso obliga a que se divida en ramales fuera del ámbito de la plaza. Afecta igualmente a los paseantes, pues en la Diagonal será necesario cruzar la rambla para subir hacia Gran Via.

Presupuesto y obras

La alternativa que quiere impulsar el ayuntamiento, explica la PTP, tiene, además de la pérdida de tiempo de viaje, un doble problema que no es cosa menor. El presupuesto no será inferior, dicen, a 20 millones de euros. Y las obras obligarán a cortar las tres líneas del Trambesòs durante meses. Una intervención, además, que se produciría después del esperado estreno del ramal hasta Verdaguer, la primera fase de las dos que deben llevar en tranvía hasta Francesc Macià.

La PTP plantea como alternativa mantener el ramal de Gran Via y, para evitar interferencias con el H12, que el bus vaya por la Diagonal en sentido Besòs y suba a Gran Via por Llacuna, y que hacia Glòries vaya por Gran Via y baje por Ciutat de Granada para llegar a la gran plaza por la Diagonal. En cualquier caso, todo lo que propone lo concentra en la plaza, que es el lugar elegido para el gran intercambiador. Y, sostienen, sin que afecte a la prioridad que siempre deben tener los peatones.

En sus alegaciones, la entidad también recomienda que el nuevo doble ramal de Gran Via no utilice alimentación eléctrica subterránea, es decir, que circule sin catenaria, tal como se ha ejecutado entre Glòries y Verdaguer. Por una razón muy sencilla: la línea que va a Ciutadella por la Meridiana se encontrará con una situación surrealista, ya que tendrá que cambiar de sistema en dos ocasiones. Subir y bajar de pantógrafo en Can Jaumeandreu y Glòries supondrá detener el tren y otra pérdida de tiempo para el pasaje.