El futuro parque de Glòries de Barcelona tendrá tres quioscos de bar con terraza

El futuro parque de la plaza de las Glòries de Barcelona tendrá tres pequeños bares en su perímetro. Serán quioscos con terraza, que permitirán a los usuarios picar y beber algo sin tener que alejarse de la zona verde. Los establecimientos a pie de calle quedan un poco distantes del nuevo epicentro de actividad. Además, punto clave, las casetas ofrecerán lavabos públicos –uno adaptado y tres estándar– de libre acceso.

El área de Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona sacó a concurso este abril las tres concesiones por vía exprés, después de someter los pliegos al correspondiente periodo de exposición pública. Los precios de salida van de 7.413 a 9.884 euros de canon anual, el contrato es de cuatro años y el breve plazo para pujar terminaba el pasado miércoles.

Uno de los tres bares ya existe y le toca renovar contrato. Se trata del popular quiosco de la Rambla dels Encants, en el tramo final de la calle Cartagena. Su proximidad a un gran parque infantil con macrotoboganes y tres escuelas en las inmediaciones garantizan la afluencia de público familiar, además de otros clientes espontáneos.

Los otros dos también estarán ubicados junto a elementos tractor del nuevo parque. Uno estará junto a la pista deportiva de la calle Independència, muy utilizada por adolescentes y jóvenes. Ya hubo un quiosco en esta zona pero tuvo que retirarse al ser incompatible con las obras ahora en curso. Cuando acaben regresará reubicado entre las canchas de básquet y una nueva superárea de juego infantil, a la altura de la Farinera.

El tercer bar ofrecerá avituallamiento a la nueva Ágora Sensorial Berta Cáceres. Estará en el tramo final de la Rambla dels Encants, ahora en construcción, frente al mercado de Meridiana. Este espacio de 2.500 m² rodeado de una corona de bambús gigantes tendrá uso polivalente y podrá acoger espectáculos de pequeño formato y también ejercer de oasis tranquilo con hamacas cuando no haya programación.

Muchos requisitos

Cada una de las tres casetas ocupará entre 12,5 y 20 m², más 25 m² para una terraza formada por 10 mesas y 40 sillas. Podrán ampliar el velador si Parcs y Jardins lo acepta, con el correspondiente incremento del canon económico. El horario de apertura, de 10h a 19h con dos horas extra vespertinas de abril a octubre, es de obligado cumplimiento. Cada día, incluso durante las vacaciones del personal.

No son las únicas condiciones de la concesión, que es muy exigente. El titular tiene que hacer frente al mantenimiento del quiosco, incluidos desperfectos por vandalismo. Y se le piden “control y/o limitación” de botellones, venta ambulante, música callejera, barbacoas e incivismo  en general. Por el contrario, tiene que ofrecer Wifi gratis a los clientes y limpiar los lavabos un mínimo de cinco veces al día con productos biodegradables. El mobiliario, de aluminio. Y las sombrillas, sin publicidad.

La oferta gastronómica la decide cada empresa, pero la cocina no: solo se admite “una plancha eléctrica para bocadillos calientes”, un “horno microondas” y aparatos eléctricos tipo cafetera. Nada de fogones, ni siquiera freidora. Por ello, lo más frecuente es que la carta se limite a aperitivos fríos, tapas sin cocción y muchas bebidas. Todo ello se deberá servir en vajilla, cubiertos y vasos reutilizables, estos bajo fianza de un euro por unidad. El diseño será diferente para cada bar, para que no haya retorno cruzado.

Una docena de quioscos más

Las tres de Glòries no son las únicas concesiones de quiosco-bar que estrenará Barcelona. El consistorio tiene una docena más en perspectiva, aunque la mayoría lleva muchos meses a la espera. La última concesión, de hecho, fue en agosto de 2022 en el parque de las Rieres d’Horta. “Los últimos cinco años Parcs i Jardins ha trabajado de forma intensa para poner al día la sesentena de concesiones que gestiona en la ciudad”, defienden portavoces municipales.

La gran demora en la asignación de algunos quioscos, alegan, "es fruto de retrasos importantes en la contratación de suministros, especialmente el eléctrico”. En otros “se han detectado instalaciones de hace muchos años, que han quedado obsoletas y tienen que actualizarse” antes de retomar el servicio con un nuevo titular.

Las adjudicaciones más maduras son un singular bar sin alcohol del parque de la Barceloneta, la caseta con zona de picnic propia del parque del Poblenou (12.667 euros de canon mínimo) junto a las playas y un lote de dos quioscos en el parque y la rambla de las Casernes de Sant Andreu (7.200 euros). Otras cuatro constan como desiertas desde el año pasado y una decena publicadas entre 2023 y 2022 figuran como expedientes “en evaluación”, repartidas por toda la ciudad.

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