Relevos en pocas semanas

Seis establecimientos emblemáticos de Barcelona resucitan con nuevos operadores

De Casa Leopoldo a la Drogueria Gomara, varios proyectos dispares vuelven a levantar persianas y dejan en 23 los catalogados cerrados

Barcelona busca frenar el cierre de tiendas emblemáticas tras perder un 14% en cinco años

El traslado de otra farmacia histórica evidencia la compleja preservación comercial en Barcelona

Interior de La Simétrica, que antes fue la Óptica Ruiz Ortega, en Girona 120.

Interior de La Simétrica, que antes fue la Óptica Ruiz Ortega, en Girona 120. / Marc Asensio

Patricia Castán

Patricia Castán

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Los 209 establecimientos protegidos que se hicieron con un hueco en 2016 en el Catálogo de protección arquitectónico, histórico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de Barcelona creado por el ayuntamiento han vivido varios terremotos en los últimos años. Las subidas inasumibles de alquiler, las reformas costosísimas para preservar los elementos protegidos, la caída de ventas en el caso de artículos con poca salida en estos tiempos, o la presión turística han jugado en su contra. En este escenario, a finales del año pasado la lista acumulaba 28 locales cerrados. Cinco reaperturas y un relevo en los últimos meses han dado una nueva vida (con mayor o menor fortuna) a seis espacios históricos. Ahora quedan 23 tiendas catalogadas en letargo.

Para la concejala de Comercio, Raquel Pérez, es una "buena noticia que estos últimos meses haya habido reaperturas y traspasos que garanticen que los comercios emblemáticos sigan funcionando y formen parte de la identidad de Barcelona". Los considera "una de las joyas de la ciudad" y defiende que su protección es "básica" para "mantener viva parte de su historia".

En cinco de los casos el renacimiento llega tras un cierre temporal y en el sexto enlaza con la despedida de los anteriores titulares. Algunos relevos, no obstante, han supuesto reinventar la actividad y preservar solo el patrimonio físico. Del restaurante Casa Leopolodo a los antiguos Marcs Andreu o la Drogueria Gomara, estas son sus nuevas singladuras.

Nueva tienda de Japamala & Friends, antes Marcs Andreu, en la calle de Astúries, 7.

Nueva tienda de Japamala & Friends, antes Marcs Andreu, en la calle de Astúries, 7. / Marc Asensio

El restaurante de Montalbán y Moix

El restaurante del Raval es uno de los casos más sonados, al exhibir más vidas que un gato. Casa Leopoldo abrió con ese nombre en su actual emplazamiento en Sant Rafael, 24, en 1936 tras un rodaje previo como bodega en otra dirección, donde Leopoldo Gil había debutado en 1929. Pero fue su nieta, Rosa Gil, quien lo llevó a la fama con la mezcla perfecta de cocina inmortal y ambiente literario que le dio carácter. Vázquez Montalbán, Terenci Moix, Eduardo Mendoza, Maruja Torres y Juan Marsé, entre otros muchos, lo hicieron leyenda aunque ello no evitó que esta joya del barrio chino sobreviviese a la jubilación de la dueña.

Tras un año de cierre llegaron los chefs Romain Fornell y Òscar Manresa para rescatarlo del olvido, aunque el primer proyecto no fraguó y en 2019 lo reconvirtieron en bar de tapas de calidad con Rafa Peña (Gresca), que se fue al traste por la pandemia. La situación aún se complico más en 2022 cuando reabrió como restaurante chino de menús baratos. Solo sus elementos protegidos recordaban su solera y arraigo, en una aventura de nuevo fallida. Hasta que hace poco llegó el grupo Banco de Boquerones, cuyos artíficies, Sofia Matarazzo y Bruno Balbás, lo sacaron de la UCI con nuevos recursos y la recuperación del recetario de antaño. Sus azulejos, mostrador, carteles taurinos... sobreviven como es de rigor, con una puesta al día en el interiorismo que le ha dado oxígeno. La reciente visita del presidente Pedro Sánchez con el alcalde Jaume Collboni parece ser el signo de que esta nueva etapa prospera.

Interior de uno de los salones de Casa Leopoldo, en su nueva etapa.

Interior de uno de los salones de Casa Leopoldo, en su nueva etapa. / EP

En este caso, como en la trinchera de no pocas reaperturas, ha estado implicado el arquitecto Alberto Mejías. Como uno de los impulsores del primer catálogo de emblemáticos, es un gran conocedor del repertorio local y suele buscar la continuidad o la segunda vida de los locales, al considerar que el ayuntamiento no lo propicia.

Café premium en la Granja Vendrell

Entre los relanzamientos que mantienen la actividad tras el traspaso destaca también la famosa Granja Vendrell (Girona, 59), que ya fue tristemente noticia en 2019, cuando su propietario, Demetri Vendrell, tercera generación del negocio centenario, se jubiló sin relevo y con el consiguiente cierre. En su historial sumó entonces un periodo negro, con el robo del icónico rótulo de la fachada y su posterior recuperación, unas letras de los años 40 protegidas por el catálogo de establecimientos emblemáticos. Hasta que Arianna Grau, se puso al frente de este histórico del Eixample en 2021, sin el resultado esperado y con un nuevo cierre desde verano de 2023.

Los propietarios del local, el nombre y la licencia eligieron como nuevo inquilino a Moltamà, que ha apostado por el café de barista y de barrio, "preservando la autenticidad" del local, ahora como Granja Vendrell x Moltamà. Su nueva gran carta de cafés se añade a fórmulas inmortales de la granja, como la nata montada. Y también han incorporado actividades didácticas.

Marcos y marcas en Gràcia

En cambio, el ayuntamiento ha constatado otras cuatro resurrecciones comerciales pero que han implicado un cambio total de actividad. Durante los últimos años, se ha debatido si era tan preservable el patrimonio físico como la actividad inmaterial. De momento, solo funciona la conservación de lo primero. Esencialmente porque hay negocios que nadie parece poder levantar de nuevo.

En Gràcia, Marcs Andreu fue fundado por Carles Andreu en 1931. Arraigó en la calle de Astúries hasta que un empleado, se convirtió en su nuevo titular en 1990, continuando el negocio de la enmarcación. En los últimos años, la jubilación hizo inviable una continuidad en idénticas condiciones. Pero allí estaban Mirta y Sandro, que ya habían probado suerte en la zona y estaban enamorados del casi centenario local. Cogieron el testigo tras los anteriores inquilinos hace pocos meses para desarrollar su marca Japamala & Friends (prendas básicas para todos los cuerpos y ocasiones, dicen), junto con otras firmas independientes. Y han vivido el complejo encaje de respetar todos los elementos históricos resultando comerciales. Con sorpresas, como paredes originales tras laminas de madera sin valor, que han optado por potenciar.

Pasado y futuro del Eixample

Otro emblemático cuyo traslado fue noticia fue Tapicerías Gancedo, en el 97 de la Rambla Catalunya, el pasado noviembre. Fundada por los hermanos José y Bernat en 1945, era una institución en materia de tejidos. Se mudó a Pau Claris, y ya entonces se anunció la próxima llegada de la firma Bobo Choses. El negocio ya está activo de nuevo y del pasado solo quedan los elementos catalogados y la memoria de quienes fueron clientes antaño.

Detalle de los techospreservados en La Simètrica, antes una óptica catalogada.

Detalle de los techospreservados en La Simètrica, antes una óptica catalogada. / Marc Asensio

En el caso de Òptica Ruiz Ortega, en la calle de Girona, 120, catalogada en la categoría E2 y que estuvo un tiempo cerrada, la nueva etapa lleva la marca La Simétrica. Dos emprendedoras, Marta y Cristina han dado una nueva vida al establecimiento desde el 1 de marzo con regalos y productos de artesanos. Han preservado "escaparates, sofás, interiores, hasta unas grandes gafas de cuando fue óptica", relatan. Solo han pintado pero aseguran que la inmersión ha sido fácil porque la tienda es tan bonita que potencia su producto.

La vistosa esquina de Xuclà

La reinvención de la Drogueria Gomara, datada de 1936 con dicha activida en la calle de Xuclà en el Raval y clausurada en 2022, se produjo en febrero. Cerámica y artesanía poco dirigida al vecino, al estilo de tantos relevos en Ciutat Vella cuyo bullicio turístico propicia este tipo de artículos desde que se prohíben las tiendas de suvenirs, marcan la nueva oferta de Artesanat. Los artículos ahora a la venta chocan con los rótulos de obligada preservación por su categoría E2 (al igual que mostradores y estantes), que siguen aludiendo a su anterior actividad. Una dualidad de continente y contenido para la que el ayuntamiento no ha encontrado aún la fórmula idónea en algunos casos.

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